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Días atrás, el presidente Mauricio Macri nos convocó, junto a otras muchas entidades, a suscribir un “compromiso” por la educación de calidad. Los gremios docentes con representación nacional –Ctera, UDA, AMET, CEA y Sadop– decidimos no ir.
No fue un capricho. Macri nos convocaba a firmar sin discutir un documento que trata de temas como rol docente, calidad educativa, situación de la formación profesional y otros puntos que son temas de la Paritaria Federal Docente, según claramente lo dispone el Decreto 457/07, la Ley de Financiamiento Educativo (art. 10) y las propias actas de la Paritaria que este Gobierno suscribió en marzo.
¿Por qué sacar de la comisión negociadora estos temas y colocarlos en debate “no paritario” (es decir con otros actores, sin paridad?
No parece lógico ni razonable.
Podemos abordar estos temas, pero no para “adherir” con nuestra firma de manera a/crítica a un documento que, además, nos merece enormes reparos en su contenido.
A pesar de su contenido “docente”, y que los gremios del sector nos negamos a firmar, otros sectores sí lo han rubricado.
¿Por ejemplo? La Sociedad Rural Argentina, en la persona de su presidente, Luis Miguel Etchevehere. Curioso caso el de la patronal del campo y de muchos maestros privados que trabajan en escuelas agrícolas de propiedad de la Sociedad Rural. No ordenan su propio ámbito, donde la explotación de trabajadores está a la orden del día, y salen a mostrarse casi como ejemplos al mundo de la educación. Les exijo a los señores de la Sociedad Rural Argentina que si tienen compromiso con la educación (cosa que descreo) primero mejoren las condiciones de trabajo de los docentes que dan clases en sus escuelas. De lo contrario, y hasta que eso no suceda, no les creo nada.
* Secretario general de Sadop-CDN.
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