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El huracán Matthew siguió con su temporal en la costa sureste de Estados Unidos y aunque amainó dejó en su camino un saldo de 19 muertes en los estados de Carolina del Norte, Florida, Georgia y Carolina del Sur. El accionar del tifón en suelo norteamericano registra, hasta este momento, “diecinueve víctimas fatales, inundaciones y apagones en más de un millón de hogares estadounidenses”, de acuerdo con los informes de las autoridades estatales. Matthew tuvo su mayor epicentro, días atrás, en el Caribe, sobre todo en Haití, con un saldo oficial de 334 muertes y 221 heridos, aunque la cifra extraoficial asciende a 850 víctimas fatales. Tras arrasar al país, el gobierno haitiano decretó tres días de duelo nacional, en memoria de todas las víctimas de esta catástrofe.
Con fuertes ráfagas de viento, que registraron una velocidad de 165 kilómetros por hora, el trayecto del huracán Matthew terminó de alejarse del estado sureño de Florida y se instaló, en la madrugada de ayer, en la costa oeste de Carolina del Norte, de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes (CNH).
Allí, azotó fuertemente el archipiélago de islas Outer Banks, que representó la zona más afectada en este nuevo recorrido del tornado. Además de otros cinco muertos, el estado sufre las consecuencias de Matthew con “severas inundaciones y falta de energía en, aproximadamente, 800.000 casas y comercios” informaron desde las oficinas de Pat McCrory, gobernador republicano de Carolina del Norte.
Por otra parte, nuevos datos oficiales describieron las fuertes consecuencias de Matthew en Haití. La Protección Civil de este castigado país caribeño, registró 60.000 habitantes ubicados en refugios y mientras que en la comunicación oficial fueron confirmadas 336 personas fallecidas, distintos medios de comunicación elevan la cifra a más del doble. El presidente interino, Joceleme Privert declaro tres días de luto nacional. “Estos días de duelo tienen como objetivo unir al país en el dolor de los familiares y amigos de los fallecidos” comentaron desde la oficina presidencial, en las primeras declaraciones luego del desastre que causó Matthew.
El paso del ciclón por la isla, que se inscribió en la categoría cuatro de huracán, es decir la segunda categoría más alarmante, destrozó gran parte de la infraestructura del territorio suroeste haitiano. Naciones Unidas calcula que, luego del paso del Matthew, más de 350.000 haitianos necesitan ayuda inmediata.
Como si fuera poco, en el corto plazo aumenta la preocupación en el país caribeño, por el riesgo de nuevas epidemias y la falta de agua potable. Para prevenir, países como Estados Unidos, Cuba, Colombia y Venezuela y organizaciones internacionales enviaron a la isla suministros y personal médico. El papa Francisco también alertó la situación y se sumó al pedido de ayuda: “Recibí con dolor las noticias de las graves consecuencias causadas por el huracán que en días pasados ha azotado el Caribe, en particular Haití. Aseguro mi cercanía a las poblaciones y expreso confianza en el sentido de solidaridad de la Comunidad internacional, de las instituciones católicas y de las personas de buena voluntad”, agregó.
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