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Sociedad|Martes, 14 de septiembre de 2004
GINES, A FAVOR DE LA EDUCACION SEXUAL EN LA ESCUELA PRIMARIA

“Epidemia de embarazos adolescentes”

El ministro de Salud se mostró preocupado por el aumento de embarazos en niñas de 10 a 13 años. Por eso, consideró necesario impartir educación sexual en 6º y 7º grado de la escuela primaria o de la EGB. Lo justificó en el descenso de la edad de iniciación sexual.

Por Mariana Carbajal
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Para González García, el aumento de embarazos adolescentes es por “falta de información”.
El ministro de Salud, Ginés González García, consideró necesario que se imparta educación sexual en las escuelas a partir de los dos últimos grados de la primaria, que equivalen al 6º y 7º año de la EGB. El ministro justificó su propuesta en el descenso de la edad de iniciación sexual de los adolescentes y en el incremento de las niñas madres en el país. “Tenemos una epidemia de embarazos adolescentes”, advirtió. Las últimas estadísticas oficiales disponibles indican que tres de cada 100 niñas y adolescentes de 10 a 19 años dan a luz cada año, pero se desconoce cuántas quedan embarazadas y recurren al aborto. En las provincias del norte, donde se registran las tasas más altas de madres niñas del país, entre el 20 y el 23 por ciento de los nacimientos corresponden a mamás menores de 19 años.
González García opinó sobre el tema en momentos en que la Legislatura porteña comenzó a discutir en la Comisión de Educación un proyecto de ley para imponer la educación sexual en forma obligatoria en las escuelas de la Ciudad, tanto públicas como privadas, desde la primaria hasta el último año del secundario. Esta iniciativa es resistida por la jerarquía católica que se opone a la incorporación en la currícula de los colegios confesionales aspectos vinculados a la sexualidad, tal como informó este diario en su edición del sábado. Sin embargo, ayer, el arzobispo de Tucumán, Héctor Villalba, se manifestó a favor de la educación sexual en escuelas primarias.
“La primaria es más universal” que la educación secundaria, “entonces, me parece muy democrático y además, desde el punto de vista sanitario extraordinariamente útil, que todo programa de educación sexual empiece sobre el final de la escuela primaria”, opinó el ministro de Salud. En declaraciones radiales, González García expresó su preocupación por el aumento de embarazos en “niñitas” de 12 y 13 años, e incluso también entre las de 10 años. “Y esto está pasando por falta de información y por falta de elementos para cuidarse, protegerse” de un embarazo no deseado, señaló el funcionario.
El ministro contó que cuando visita los hospitales públicos del norte del país se encuentra con que “la mitad de las internadas son adolescentes embarazadas”. “Allí tenemos una bomba social y sanitaria muy peligrosa”, dijo, y explicó que la mortalidad infantil en los hijos de adolescentes es cuatro veces más alta que el promedio general. “Mientras más chica es la mamá, más riesgo tiene”, agregó. En ese sentido, consideró que “si bajó la edad de iniciación sexual” es necesario “dar información previa no sólo en la escuela secundaria sino en el final de la escuela primaria” sobre “concepción y enfermedades de trasmisión sexual”.
Las últimas estadísticas oficiales a nivel nacional revelan que el 15 por ciento de los nacidos vivos del país tienen madres menores de 19 años. El dato corresponde a 2002. Significa que ese año nacieron 3270 bebés de nenas de 10 a 14 años y 98.483 de chicas de 15 a 19. Pero hay grandes disparidades entre provincias: mientras que en Chaco el porcentaje de nacimientos de madres precoces llega al 23 por ciento, en el territorio bonaerense ronda el 12 por ciento y en la ciudad de Buenos Aires, es de 6,5 por ciento.
Las declaraciones de González García son un tiro por elevación al ministro de Educación, Daniel Filmus, y a sus pares de las provincias. La Ley nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, sancionada hace casi dos años, prevé la distribución de anticonceptivos gratuitamente en los hospitales, pero además establece que se debe dar educación sexual en las aulas, aunque sólo en las escuelas públicas. El fuerte lobby de la Iglesia Católica en el Congreso consiguió en aquel momento borrar del proyecto que fuera obligatoria en los colegios privados. Pero a pesar de la existencia de la norma, todavía no se ha avanzado desde el Ministerio de Educación en la capacitación de los docentes ni en la incorporación de la educaciónsexual en la currícula: están previstos algunos aspectos de esta temática en los contenidos básicos de la EGB, pero en la práctica la educación sexual se imparte en muy pocas aulas del país y siempre más a partir de iniciativas personales de docentes o directores de escuelas que por políticas oficiales.
“No sólo es una necesidad de los alumnos, también de los docentes”, sostuvo Nora Rébora, titular del Programa Materno Infantil (Promin) del Ministerio de Salud de la Nación, en diálogo con Página/12. “En la última Feria del Libro los maestros se llevaron como pan caliente un manual que editamos para agentes sanitarios sobre salud sexual y reproductiva”, graficó la funcionaria, para quien se debe dejar de lado el abordaje “biologista” en la educación sexual y se le tiene que dar un enfoque más integral. “Además, no hay que olvidarse que los chicos tienen derecho a saber porque se les puede ir la vida en esto”, afirmó Rébora.

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