Alentados con la iniciativa que habilitó el nudismo en las calles de Barcelona, ahora los catalanes tendrán su discoteca nudista. La disco, en la localidad de Cornellá de Llobregat, próxima a Barcelona, abrió ayer sus puertas. El local tiene en cuenta desde la iluminación hasta el vestuario, o sea, un pareo o toalla entregado por el local para que el público se siente a charlar, tomar una copa, y la seguridad de que en esa disco con seguridad nadie plancha.