Durante dos semanas, los porteños podrán conocer las distorsiones que provocan los sentidos, ser espectadores de un partido de fútbol entre robots o descubrir los secretos de las matemáticas.
Un método para descubrir que oír no es cosa de buen oído.
Un aroma puede remitir al recuerdo más lejano; un objeto que parecía tener una forma puede tornarse diferente después de mirarlo durante un rato; el comentario de alguien puede provocar vergüenza en otra persona y hasta ponerlo colorado. En principio, una situación parece no tener nada que ver con la otra. Sin embargo, todas son resultado del complejo mundo de los sentidos en los que está inmerso el cerebro. Este universo busca ser descifrado en “El Sótano de la Percepción”, una de las muestras que se exhiben desde ayer y hasta el 14 de noviembre como parte del festival de ciencias Buenos Aires Piensa, un encuentro que pretende reunir a los porteños con investigadores, especialistas y científicos de las más diversas ramas en un sinnúmero de actividades gratuitas.
¿Por qué de día se pueden distinguir colores y de noche sólo contrastes? ¿Se puede realmente hipnotizar a alguien? ¿Por qué hay veces que el cerebro hace que veamos cosas que en verdad no están allí? Estas son algunas de las preguntas disparadas por la muestra, que gira en torno de las diferentes percepciones que es capaz de realizar el ser humano. La actividad se llevará a cabo hasta el 14 de este mes, en el Centro Cultural San Martín, de 13 a 22. Todo consiste en una visita guiada por las diferentes “regiones” del cerebro, para adentrarse en el funcionamiento del olfato, el gusto, la memoria, el lenguaje, la visión, la audición, la emoción y hasta las ilusiones ópticas. Pero “El Sótano...” no se reduce a una actividad académica: también cuenta con decenas de juegos para comprobar las limitaciones y alcances de cada uno de los sentidos. Así, se puede observar cómo, pese a que no se lea un texto, el cerebro puede tomar total registro de esas palabras; o cómo la percepción hace que recordemos mejor lo que está vinculado a lo emotivo; o cómo cambia la realidad, según desde dónde se la mire. Literalmente.
Esta actividad es una de las tantas que marcaron el inicio de la primera edición del festival Buenos Aires Piensa 2004, organizado por la UBA y el gobierno porteño. También se llevó a cabo un partido de fútbol de robots desarrollados por científicos de la UBA que hasta participaron del Campeonato Mundial de Fútbol de Robots realizado en 2003 en Austria. Ayer también fue el día elegido para la inauguración oficial del evento, en el centro de exposiciones El Dorrego, con la presencia del rector de la UBA, Guillermo Jaim Etcheverry; el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra; y el secretario de Cultura de la ciudad, Gustavo López. El objetivo del festival es acercar las ciencias a la gente: “Poder amigar a los vecinos con las matemáticas, por ejemplo”, explicó uno de los organizadores.
El encuentro continuará hoy con decenas de actividades entre las que figura “Atracciones matemáticas”, en la que profesionales intentarán romper con los eternos mitos de esta disciplina. La actividad se realizará en el hall de la sala AB del Centro Cultural San Martín, de 13 a 22. En el mismo lugar y horario también se llevará a cabo un café científico para intercambiar opiniones y despejar dudas con investigadores de diferentes especialidades. La ciencia será abordada, además, desde el humor en una charla que encabezarán Quino, Fontanarrosa, Caloi, Rep y Liniers en la Sala 2 del centro cultural. La programación con las charlas, muestras y el resto de las actividades a las que se puede acceder durante la realización del festival se encuentra en www.buenosairespiensa.com.ar.
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