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Sociedad|Domingo, 28 de noviembre de 2004

Proyecto para darle nuevo uso al Hotel Provincial de Mar del Plata

El gobierno bonaerense planea convertir el histórico edificio en un centro cultural y de convenciones. Sería operado por privados.

Por Carlos Rodríguez
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El Hotel Provincial está cerrado desde diciembre de 1998.
Desde hace seis años, el Hotel Provincial de Mar del Plata, una postal de la ciudad, es un gigante herido de muerte. El gobernador bonaerense, Felipe Solá, anunció, sin dar detalles, un inminente llamado a licitación nacional e internacional para salvar al enfermo terminal. “No pensamos en un hotel porque ya no es rentable para esa actividad, pero podemos convertirlo en un centro de convenciones”, dijo Solá, sin dar precisiones. El secretario de Turismo bonaerense, Miguel Angel Cuberos, le dijo a Página/12 que la intención “no es venderlo, sino cederlo en concesión para que vuelva a ofrecer servicios turísticos, en el rubro gastronomía, como centro cultural, como espacio para congresos y convenciones”. La intención es que el llamado a licitación se realice “antes del comienzo de la temporada”. Aunque se aspira a “cobrar un canon, el monto que se perciba no es lo más importante; lo importante es reactivar el Provincial”, aseguró Cuberos.
El funcionario le señaló a este diario que la situación del hotel “es una vieja preocupación para la comunidad de Mar del Plata y para toda la sociedad”. El Provincial, inaugurado el 18 de febrero de 1950, había sido construido bajo la dirección del arquitecto Alejandro Bustillo entre los años 1946 y ’48. De la época adoptó el estilo grandilocuente del fascismo, en boga por esos años. Hoy, su estructura sigue siendo enorme, pero mucho más lo era en la década del ’50, en una ciudad bastante más baja en su estilo de edificación, con casas de una o dos plantas, sin edificios en torre. En su momento de esplendor llegó a tener quinientas habitaciones, con una suite para el gobernador de Buenos Aires que poseía 1670 metros cuadrados, una confitería de 6000 metros cuadrados, cinco salones de reuniones, dos cocheras para 600 vehículos y playa propia con una pileta de natación de 25 metros de largo.
“Para recuperar este espacio degradado, la intención no es la de venderlo, sino de licitarlo en concesión, para que empresarios privados puedan ofrecer distintos modelos de negocios sustentables que aporten servicios turísticos a la ciudad de Mar del Plata”, explicó Cuberos, quien aclaró que la iniciativa se hará en conjunto con la intendencia de General Pueyrredón. El proyecto fue apoyado, también, por la Comisión Nacional de Monumentos y Patrimonio Histórico, cuyos miembros realizaron una visita al hotel en forma reciente. En la actualidad, lo único que funciona en el edificio de piedra son algunos locales comerciales ubicados sobre la rambla, pero incluso ellos se mantienen en condiciones irregulares, porque los contratos están vencidos desde hace meses.
Para acceder a la concesión, los empresarios que se presenten tendrán que brindar datos acerca de su capital financiero, el plan de explotación, el modelo del negocio para saber si le interesa a la comunidad, el monto de la inversión y el tiempo en que se hará efectiva. “Nuestro interés no pasa tanto por el canon que va a aportar el inversor, sino por la puesta en valor de un edificio histórico que es patrimonio de la ciudad, para que vuelva a ser un lugar agradable”, informó Cuberos. El funcionario anticipó que se están elaborando los pliegos del llamado a licitación. “Lo ideal sería que el llamado se haga antes del comienzo de la temporada de verano”, sostuvo el secretario de Turismo bonaerense.
El Provincial fue cerrado el 29 de diciembre de 1998, luego de un escándalo, ya que el último concesionario, Miguel Gutiérrez Guido Spano, de la empresa Hotelera Americana, que había tomado la conducción del negocio en el año 1984, tuvo que ser desalojado por orden judicial, ya que se había resistido a abandonar el complejo. El ex gobernador Eduardo Duhalde había impulsado el juicio por desalojo, porque el concesionario había dejado de pagar el canon. Guido Spano reconoció la deuda, pero explicó que había dejado de abonar “porque el gobierno de la provincia modificó el pliego de bases y condiciones de la concesión”. Uno de los principales problemas fue el cierre del casino, una de las más importantes fuentes de ingreso del hotel.

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