Hugo Jara, secretario del productor de cine Claudio Nozzi, cuyo cadáver baleado apareció flotando en el Paraná hace una semana, declaró que Nozzi fue asesinado cuando preparaba una transacción de 10 millones de dólares en efectivo, provenientes del lavado de dinero, presumiblemente del narcotráfico. Jara es uno de los tres detenidos por el asesinato. Según confiaron fuentes de la investigación a Página/12, las declaraciones de Jara “no son demasiado creíbles”.
Jara reconoció haber sido amigo íntimo de Nozzi. El secretario declaró ante la jueza Laura Varela y dio detalles de la actividad de la víctima y de sus últimos pasos antes de ser asesinado y arrojado al fondo del Paraná, amarrado a un ancla. También declararon la novia de Jara, Silvia Graciela Heredia, y el camarero del lujoso yate de Nozzi, Luis Alberto Martínez, también detenidos por el crimen. Los dos corroboraron la declaración de Jara.
De todos modos, los investigadores ven demasiados puntos oscuros en la declaración de Jara. Sostienen que era testaferro de Nozzi, y sabe mucho más de lo que dice. Y se preguntan por qué razón Jara habría intentado deshacerse de la llave de la camioneta Caravan, que fue enterrada en la arena de una isla junto a la agenda de Nozzi con números telefónicos.
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