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Sociedad|Viernes, 18 de noviembre de 2005
LA FISCAL PIDIO UNA CONDENA DE 36 AÑOS DE PRISION PARA CONZI

Mucho tiempo para leer la Biblia

Gabriela Baigún consideró que está demostrada la culpabilidad del empresario en la muerte de Schenone. La familia pidió la reclusión perpetua. Los defensores reclamaron su absolución.

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La audiencia fue demorada por una falsa amenaza de bomba que obligó a evacuar los tribunales.
Treinta y seis años de condena, y nueve millones y medio de pesos de indemnización. Esa es la síntesis del pedido de la fiscal y la demanda civil que pesa sobre los hombros de Horacio Conzi, hasta que los jueces del Tribunal Oral 4 de San Isidro lean la sentencia. Del otro lado, los defensores del empresario del ex Dallas, acusado de asesinar a Marcos Schenone, pidieron la absolución porque consideraron que nadie lo vio disparar desde su camioneta, pero en caso de que lo consideren culpable, que lo sea por homicidio culposo. Ayer, los alegatos sumaron además a los abogados de la demanda civil, y a los de las dos chicas que viajaban con Marcos en el remise. La larga audiencia tuvo además un receso de más de media hora porque el edificio fue desalojado por una amenaza de bomba que resultó falsa. Ahora, los jueces deben sentar su posición. Hasta la fecha, Horacio Conzi se mostró imperturbable y con el mismo traje negro, la misma camisa blanca y corbata gris perla que usó el primer día.
La audiencia se inició alrededor de las 11, después de que el edificio fuera revisado tras un llamado telefónico recibido en el conmutador de los tribunales y que daba cuenta de una bomba, que luego resultó una falsa amenaza. El edificio fue evacuado, aunque Conzi permaneció en las celdas de la alcaidía. Luego fue trasladado a la sala de audiencias del tribunal, integrado por Federico Ecke, Carlos Vales Garbo y Osvaldo Rossi. Se sentó junto a sus abogados, Gonzalo Díaz Cantón, Juan Martín Cerolini y Ricardo Montemurro, y evitó mirar a los ojos a los padres de Marcos Schenone. Acto seguido, abrió los alegatos la fiscal Gabriela Baigún, quien argumentó alrededor de tres horas para fundamentar su pedido de 36 años de condena.
Para Baigún no existen dudas: “A Horacio Conzi –dijo ayer, después de su alegato– no le queda ninguna posibilidad para demostrar su inocencia. Durante el juicio quedó demostrado que es autor materialmente responsable de homicidio simple en concurso real, con homicidio simple reiterado en grado de tentativa en cuatro oportunidades. Se comprobó sin duda que fue autor de los disparos, que comprendía sus actos, que fue una acción ideada y planeada para matar. Conzi tenía intención de matar a todos los que iban en el interior del remise”.
La fiscal consideró probado que el crimen estuvo dividido en tres etapas: “ideación, preparación, principio de ejecución y consumación”. Además, buscó echar por tierra la teoría de la defensa sobre la inimputabilidad al sostener que “de los testimonios y exámenes puede concluirse que no es un psicótico y que comprendía la criminalidad de sus actos y podía dirigir sus acciones”. También atacó la argumentación que sostiene la defensa sobre una conspiración contra los Conzi y que tuvo como principal vocero al hermano del acusado, Hugo. “Acá no hubo complot de (Eduardo) Duhalde –aseguró Baigún–, ni de Gustavo Posse, ni del periodista Carbajal (por Gustavo Carabajal, de La Nación), ni arbitrariedades del fiscal Kohan. El único complot existe en la mente de quien lo denuncia.”
Es cierto que, por otro lado, la fiscal admitió que como atenuante posible aparecían las “características psicológicas” del acusado, porque “aunque no son patológicas sí podrían incidir en la violencia demostrada por Conzi”. Durante el alegato de la fiscal, Horacio Conzi evitó mirar a Baigún: todo el tiempo leyó el libro Miguel Angel o la creación, de Marcel Brion.
Luego del alegato de la fiscal, el abogado Héctor Mercau, representante de los padres de Schenone, pidió la pena de “reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado por homicidio calificado por la alevosía”. Eugenio y Elsa Schenone estuvieron representados además por José de Estrada y Marcelo Adámoli.
Por su lado, Roberto Milla, abogado de Gisella Carabetta, una de las chicas que viajaba en el remise baleado, pidió a los jueces que Conzi fuera condenado a 10 años de cárcel por “tentativa de homicidio”. La otra querellante, Paula Alonso, estaba representada por Jorge Dymensztein y Jorge Hernández. Dymensztein pidió 20 años por “tentativa de homicidio calificado por la alevosía”. Además, el abogado Luis María Claus, representante de la familia Schenone en lo que tiene que ver con la demanda de indemnización civil, reclamó al tribunal que condene al acusado a pagar 9,5 millones de pesos. “Horacio Conzi –sostuvo Claus– debe responder por todo este calvario.”
Al turno de la defensa, Díaz Cantón sostuvo que “no hay un solo testigo que haya visto disparar a Conzi un solo tiro, ni siquiera la propia Paula Alonso”. Aseguró que el fiscal Kohan se basó para acusar a Conzi “en una declaración de una testigo interesada en esta causa porque pide dos millones de pesos en indemnización”, en referencia a Paula Alonso. Díaz Cantón aseguró que “se partió de la hipótesis introducida por Alonso y se desechó cualquier otra”, pero aclaró que “si hubo algo fuera de lo legal no creo que haya partido del fiscal Kohan, pero creo que pudo haber estado influenciado por la policía”. La defensa cuestionó las pericias balísticas, sostuvo que Hugo Conzi tiró las armas de Horacio al Río de la Plata y entregó las suyas, y que el tribunal no dispuso la búsqueda. Finalmente, la defensa pidió la absolución por el beneficio de la duda. Y, si de todos modos era considerado culpable, que fuera por homicidio culposo. En pocas palabras, que no lo hizo pero, por las dudas, que no lo hizo adrede.

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