En Río Negro ayer entró en vigencia la Ley de Anticoncepción de Emergencia, que fue aprobada por la Legislatura de esa provincia en septiembre. De este modo, la llamada “píldora del día después” podrá ser suministrada a las mujeres en los hospitales públicos y dejará de estar disponible sólo para quienes puedan pagarla.
La píldora es un complejo hormonal que altera el ciclo reproductor femenino, inhibe la ovulación e impide la fertilización, siempre y cuando sea ingerida dentro de las 72 horas posteriores al acto sexual. Ya son cuatro las provincias que la incorporaron a sus programas de salud reproductiva: Mendoza, Neuquén, La Pampa y Chubut. También se distribuye en la ciudad de Buenos Aires y en la santafesina Rosario.
De acuerdo con la normativa aprobada en Río Negro, cuya autora fue la radical Marta Milesi, los hospitales deberán dar información a las personas interesadas por medio de los servicios de salud sexual y reproductiva, además de entregar la droga de manera gratuita.
Asimismo, según la ley, la entrega de la pastilla se hará con el consentimiento escrito de la mujer que la solicite y su historia clínica. Y se establece que cuando se registren casos de violación se deberá informar a la autoridad sanitaria responsable del Programa de Anticoncepción de Emergencia y –en caso de que la víctima dé su consentimiento– derivarla a fin de facilitar el procedimiento.
En la normativa se apunta que en caso de que algún médico manifieste objeción de conciencia fundada en razones éticas podrá optar por no entregar este método anticonceptivo, aunque en ese caso el hospital deberá disponer la atención de otro profesional. En el mismo párrafo se apunta que los hospitales “deberán contar con recursos humanos y materiales suficientes para garantizar en forma permanente el ejercicio de los derechos que la norma le confiere a la mujer”.
La legisladora Milesi subrayó que de esta forma “se consolidan los derechos sexuales y reproductivos de la mujer porque los embarazos no deseados siguen siendo un problema grave de la salud pública y los efectos posteriores de los abortos, una de las principales causas de muerte”.
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