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Sociedad|Domingo, 27 de noviembre de 2005
LOS GREMIOS QUE NO ADHIEREN AL PARO LO RECHAZAN

Un conflicto que no despega

Hoy es el cuarto día del paro de pilotos y técnicos, que ya afectó a unos 18 mil pasajeros. El resto de los sindicatos de la actividad descalificó ayer la medida de fuerza.

Por Laura Vales
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La huelga comenzó el jueves a la tarde y afectó ya a unos 18 mil pasajeros.
El paro de pilotos y técnicos aeronáuticos entra hoy en su cuarto día, sin que se vea la posibilidad de un acuerdo. Mientras en el aeroparque porteño los vuelos de Aerolíneas Argentinas volvían a ser cancelados y los de Austral quedaban restringidos, la tensión entre los dos sindicatos en conflicto y la empresa se agravó. Los gremios acusaron al grupo Marsans de no tener voluntad de negociación –“todas las autoridades con poder de decisión se fueron a España”, aseguran–, mientras que la empresa les achaca a los trabajadores no haber acatado la conciliación obligatoria dictada por el ministerio. En la fuerte pulseada por un aumento de salarios entraron a jugar además los restantes sindicatos de la actividad, que inesperadamente descalificaron la medida de fuerza de sus pares.
Los cinco gremios que no adhieren a la huelga anunciaron que mañana se reunirán con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para plantearle su “preocupación por el paro”. El vocero del sector, Ricardo Frecia, secretario general de los Aeronavegantes, salió con los tapones de punta: “Un grupo liderado por APTA (la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico) está poniendo en riesgo la continuidad de los puestos de trabajo de los 8.500 trabajadores de Aerolíneas y Austral”, dijo ayer. El dirigente calificó al reclamo de “salvaje” y puso en primer plano el hecho de que el secretario general de la asociación de técnicos, Ricardo Cirielli, sea funcionario de gobierno.
Cirielli se desempeña como subsecretario de Transporte Aerocomercial. De licencia en APTA, su reemplazante, el secretario adjunto Juan Papalardo, replicó que ellos tienen “independencia de criterio para hacer un reclamo” y definió a Frecia como “un dirigente funcional al grupo Marsans y el poder extranjero”.
El reclamo salarial es por una recomposición del 45 por ciento, en el caso de los pilotos de APLA, y del 75 por ciento para los técnicos de APTA, que exigen también la reincorporación de once despedidos. Desde el 2001, señalan los trabajadores, no han tenido otro aumento que los que otorgó el Ejecutivo por decreto. El reclamo lleva un año y medio de conversaciones sin acuerdo. A lo largo del 2005 hubo cuatro paros. El actual es el más largo: comenzó el jueves a la tarde y afectó ya a unos 18 mil pasajeros. Aerolíneas informó que por cada día sin actividad, pierde un millón 300 mil dólares.
El viernes, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que APTA y APLA desconocieron por considerar ilegal; sostienen que ya cumplieron con todas las conciliaciones imponibles y que pasaron incluso por períodos de paz social voluntarios para facilitar un acuerdo.
Ayer, un avión de Austral con destino a El Calafate debió hacer un aterrizaje de emergencia en Ezeiza (ver aparte). El vocero de Aerolíneas, Julio Scaramella, negó que haya sido consecuencia de la huelga. Sin embargo, en APTA advirtieron que los vuelos están despegando de manera irregular. El panorama de hoy será nuevamente el de inactividad, ya que pilotos y técnicos ratificaron la continuidad de la protesta.

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