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Sociedad|Sábado, 15 de abril de 2006
UN INFORME PREDICE UNA SUBA DE TRES GRADOS EN UN SIGLO

Las catástrofes que se vienen

Una investigación en Gran Bretaña prevé que en el próximo siglo habrá un aumento de tres grados en la temperatura ambiental. Las advertencias por las tragedias que desencadenará el cambio.

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La desertización, una de las principales consecuencias que acarreará el cambio climático.

El jefe asesor científico del gobierno británico, profesor Sir David King, fue criticado en el pasado por hacer declaraciones dramáticas sobre el tema del cambio climático, a pesar del hecho de que no es un especialista científico de clima. Pero su último informe, basado en un modelo computadorizado hecho por el Centro Hadley de Gran Bretaña, un líder mundial en proyección climática, es irreprochable. Y la conclusión es horrenda.

Según el informe, aun de acuerdo con las evaluaciones más optimistas de lo que la humanidad es capaz de hacer para frenar las emisiones de carbón, la temperatura global está destinada a aumentar tres grados centígrados en el próximo siglo. Cuando se llegue a esta temperatura, los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera serán probablemente el doble de lo que eran en la época de la revolución industrial. Y el clima del mundo estará profunda e irrevocablemente cambiado.

Estos descubrimientos tendrán importantes repercusiones para la estrategia de anticambio climático de Gran Bretaña. Las conclusiones de King de que un aumento de 3C es ahora inevitable, se contradicen con lo que el Departamento de Medio Ambiente, Alimentos y Asuntos Rurales y Downing Street declaran desde hace tiempo. Se dice repetidamente que el primer ministro está haciendo lobby alrededor del mundo para lograr un intento concertado para estabilizar el aumento del clima en no más de 2C. Pero ahora su propio asesor sostiene que eso es imposible. Esto sugiere que la base científica de los planes del gobierno británico es floja.

Se puede estar tentado de sostener que todo esto es académico porque es probable que el gobierno ni siquiera logre sus objetivos de cortar las emisiones de Gran Bretaña. Otros pueden citar el hecho de que Estados Unidos, que es responsable de la mayor proporción de emisiones globales de combustible fósil, no da señales todavía de tomar en serio el problema. Otros señalarán que China casi todos los meses construye una nueva estación de energía nuclear a carbón, con lo que todos las reducciones de emisiones en Occidente son inútiles. Todo esto es verdad, pero éste podría ser un motivo para redoblar los esfuerzos, en lugar de abandonarlos. Las futuras generaciones no perdonarán a las actuales si no tratan por lo menos de probar que el último informe de King es demasiado pesimista sobre lo que se puede hacer trabajando juntos.

Un aumento de 3C en la temperatura durante el próximo siglo causaría estragos en los ecosistemas mundiales. La mitad de todas las reservas de la naturaleza quedarían devastadas. Un quinto de los pantanos de las costas se perdería, lo que afectaría profundamente la vida silvestre. Pero también afectaría y mucho a los humanos. Las proyecciones del informe indican que entre 20 millones y 400 millones de toneladas de la producción mundial de cereales se perderían. Esto pondría a un estimado de 400 millones de personas en el mundo al borde del hambre. La desertización pondría a unos tres mil millones de personas en riesgo de falta de agua. El mundo en desarrollo sería el más castigado. Pero también habría un riesgo directo para Occidente, incluyendo a Gran Bretaña, a medida que suban los niveles del mar.

King estuvo cáustico ayer con esos políticos que creen que pueden confiar en nuevas tecnologías para hacer más lento el cambio climático: “Hay una diferencia entre ser optimista y esconder la cabeza como el avestruz”. Pero en una polémica opinión, el investigador considera la energía nuclear como una de las únicas maneras realistas de cortar sustancialmente la emisión de carbón. La fecha límite para las propuestas para la consulta del gobierno sobre energía nuclear ya se cerró. Sin embargo, hay señales que presagian que el gobierno británico, con el apoyo de Sir David, ya se decidió a proceder, a pesar de estar invirtiendo en una nueva generación de plantas nucleares que desplazarían las inversiones en tecnología renovable. El debate sobre energía nuclear está lejos de estar terminado. Y mientras tanto, este informe es otra confirmación más de las nefastas consecuencias que tendría la humanidad si se sigue por este camino.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.

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