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Fue condenado a tres años y medio de cárcel el ciudadano chino que había sido acusado de incendiar varias mueblerías el año pasado. Kin Zhong Li, de 25 años, fue encontrado responsable de por lo menos uno de los diez siniestros. Había sido detenido el 2 de septiembre cuando circulaba en bicicleta por Caballito, cerca de un depósito de alfombras que ardía en llamas.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral Criminal 26 de la ciudad de Buenos Aires –integrado por Patricia Llerana, María Aurora Yungano y Manuel García Reynoso–, por los delitos de incendio y portación de armas. Li había sido detenido por la Policía Federal en Avenida La Plata y Guayaquil; en un bolso, la policía encontró una pistola Taurus calibre 380, con permiso de legítimo usuario pero no autorizada para portación, una botella con nafta, una caja de fósforos y una piedra. Poco antes, en un depósito de alfombras y papeles para decoración de la calle Centenera, alguien había iniciado un incendio después de romper un vidrio.
Li está alojado en la cárcel de Marcos Paz, y durante algunas semanas tuvo que ser trasladado al hospital Posadas, como consecuencia de una huelga de hambre que le hizo bajar 40 kilos y le trajo problemas de salud. Su abogado defensor, Enrique Piragini, sigue sosteniendo que “la policía armó todo el procedimiento y le colocó la botella y los fósforos”.
El fiscal interviniente, Javier De Luca, había pedido cinco años de prisión, y sostenido que, si bien no había pruebas para atribuirle los demás incendios, para el de la calle Centenera había “indicios precisos, graves y concordantes”, obtenidos en el momento de su detención. De todos modos, el fiscal no solicitó la máxima pena porque, según informes periciales, el imputado padece “una leve disminución mental”.
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