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Sociedad|Viernes, 14 de julio de 2006
ALLANAN UNA SUCURSAL DE RUBEN ORLANDO Y OTROS TRES LOCALES

En busca de los alisantes tóxicos

La Justicia allanó ayer cuatro locales donde se fabricaría o distribuiría el producto a base de formol, prohibido por Anmat. La investigación se inició a partir de una nota publicada en Página/12.

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El local de Rubén Orlando, en el Solar de la Abadía.

La Justicia allanó cuatro locales, entre ellos uno del conocido estilista Rubén Orlando, en el marco de la investigación por los alisadores de pelo tóxicos que tuvo origen en una nota de Página/12. Los otros tres procedimientos se realizaron en establecimientos donde se elaboraría el producto, que, según análisis ya efectuados por la Anmat, contiene elevadas proporciones de formol. La pena prevista por su fabricación y utilización llega a los diez años de cárcel. No hay hasta ahora detenidos ni imputados. Hoy comenzará el análisis de los productos secuestrados en los allanamientos y el interrogatorio a las personas damnificadas. A partir de ello, el fiscal procurará establecer si los que fabricaban y aplicaban el producto lo hacían “de buena fe” o no tanto. El lunes, cuando las denuncias ya eran públicas, Orlando había insistido en que “es un producto buenísimo”. Las denuncias fueron presentadas por la Anmat, a partir de quejas de usuarias damnificadas.

La sucursal de la cadena de Orlando que fue allanada es la ubicada en el shopping Solar de la Abadía, de Luis María Campos y Maure. Los otros tres locales que recibieron visita judicial se hallan en Córdoba 4625, Serrano 1079 y Corrientes 5782. Los allanamientos fueron dispuestos por el juez porteño Gustavo Pierretti, con intervención del fiscal Marcelo Munilla Lacasa.

Los allanamientos se efectuaron en el marco del artículo 201 del Código Penal, que castiga con prisión de tres a diez años “al que vendiere, pusiere en venta, entregare o distribuyere medicamentos o mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo”.

Por el momento no hay imputados, ya que “es muy pronto para hablar de eso; todavía no se efectuaron los análisis de los productos secuestrados, y tenemos que recibir los testimonios de las personas damnificadas”, aclaró a este diario el fiscal Munilla Lacasa, y precisó que “mañana (por hoy) se efectuará el análisis de los productos secuestrados en los allanamientos”,

Llegado el momento, una eventual acusación dependerá de “si la persona aplicaba el producto de buena fe, sin saber de qué se trataba, o si no era ése el caso”, señaló Munilla Lacasa, quien, junto con Adrián Giménez, conduce la fiscalía porteña especializada en este tipo de asuntos.

El fiscal comentó también que “la investigación puede llegar a ampliarse en diversas direcciones: si hay un solo fabricante o varios; dónde se vendió y aplicó; cuántos son los responsables y cuántos los damnificados”. Los investigadores empezaron por los allanamientos porque “entendíamos que estas medidas eran urgentes”.

La Justicia actuó a partir de denuncias efectuadas por el Iname (Instituto Nacional de Medicamentos), dependiente de la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica). Este organismo recogió a su vez centenares de consultas de damnificados, muchas de ellas vehiculizadas mediante su línea gratuita 0800-333-1234. También el Centro Nacional de Toxicología, que funciona en el Hospital Posadas, recibió numerosas consultas.

El lunes pasado, este diario dio a conocer que el procedimiento para planchar el pelo conocido como “brushing progresivo” –que se ofrecía en salones de belleza, peluquerías y aun en las casas de las clientas– utilizaba un compuesto que contiene formol, sustancia no permitida para ese uso.

En cuanto se difundió la información, numerosas consumidoras se presentaron ante la Anmat como damnificadas. Inspectores de ese organismo retiraron de salones de belleza muestras de productos y los análisis efectuados señalaron concentraciones de formol que van desde el 15 hasta el 29,7 por ciento para los productos “Sin rulos” e “Hidrobrushing Progresivo Cauterizante”.

El formol no está permitido para tratamientos capilares. Sólo se admite su uso como conservante de cosméticos y endurecedor de uñas, en proporciones muy inferiores a las señaladas. Según la Anmat, los efectos perjudiciales de esta sustancia incluyen “cuadros alérgicos, irritación ocular” y”dermatitis”. En Brasil, donde el procedimiento con formol se había difundido con anterioridad, la Anvisa –organismo regulador de medicamentos y cosméticos– concluyó que el uso de formol en alisantes “implica graves riesgos para la salud”, los cuales incluyen “irritación de vías respiratorias y daños irreversibles en ojos y cabellos”. En 2004, la Organización Mundial de la Salud incluyó al formol en la categoría de “cancerígeno”; específicamente, puede provocar “cáncer rinofaríngeo”.

El lunes pasado, cuando la revelación formulada en este diario ya se había difundido públicamente, el coiffeur Rubén Orlando insistió en que “el brushing progresivo es un producto que descubrí en Brasil, donde tiene un éxito extraordinario”, y agregó: “Yo aconsejo que se lo sigan haciendo, que lo que yo traigo es un producto buenísimo”.

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