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Sociedad|Lunes, 1 de julio de 2002
DETIENEN A UNA PRECEPTORA POR PRESUNTO ABUSO SEXUAL

Ultraje en el kindergarten

Un fiscal de Lomas de Zamora, que investiga el presunto abuso sexual de una nena de tres años, en un colegio religioso de Llavallol, dispuso la detención de una preceptora del jardín.

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La denuncia quebró la calma en el tradicional colegio Euskal-Echea, de Llavallol.
Nadie en el colegio religioso Euskal-Echea, en la localidad bonaerense de Llavallol, pudo creerlo al comienzo, hasta que una de sus docentes fue presa. El espanto de la escena en que una niña de tres años, alumna del jardín de infantes, fue abusada sexualmente en el baño de la institución por una maestra quebró la calma de una escuela tradicional y cara cuyas autoridades, según los padres de la víctima y de otras dos niñas que habrían sido también manoseadas, tardaron demasiado en tomar medidas con su empleada. El relato de la nena ante su madre y ante los peritos psicológicos sobre el abuso no le dejó dudas al fiscal de Lomas de Zamora, Oscar Acevedo, que pidió la detención de la mujer, por abuso sexual agravado, un delito que tiene una pena que va de los ocho a los veinte años de cárcel. “Según las pericias, es absolutamente imposible que niños de esa edad fabulen o, mucho menos, confabulen para dar una versión de los hechos”, dijo a Página/12 una fuente judicial vinculada con la causa, tras confirmar el procedimiento.
La denuncia que llevó a Acevedo a pedirle al Juzgado de Garantías 3 la detención de Clarita Viviano fue interpuesta por la madre de la niña. Liliana –sólo se divulgó su nombre de pila– le contó a la agencia Télam que a fines de mayo su hija llegó del jardín de infantes de la escuela Euskal-Echea de Llavallol, Lomas de Zamora, con un extraño ardor en la vagina. La mujer recordó que ese día revisó con cuidado a la niña y descubrió que sangraba. El malestar le provocó a la niña llantos y dolor hasta las tres de la mañana. “Al día siguiente llevamos a la nena al pediatra, quien comprobó que tenía el himen perforado con un círculo del tamaño de un dedo humano y uno de los labios lastimados, que era lo que le producía el ardor”, contó Liliana.
En dos semanas, el fiscal Acevedo debe decidir de acuerdo a los elementos que se están acumulando en la causa si pide el procesamiento de Viviano, una mujer de 24 años que hacía seis meses trabajaba en el rol de preceptora de los chicos del jardín. Al nivel inicial del Euskal-Echea concurren unos 400 chicos. En el jardín de infantes, las preceptoras son auxiliares de la docente, pero para ejercer deben ser maestras jardineras recibidas. En el caso de Viviano, la acusada es, además, psicopedagoga y ex alumna del colegio, según confirmaron las autoridades del establecimiento.
Liliana, la mamá de la niña, expresó su molestia e indignación porque Viviano habría intentado hacer pasar como responsable de las vejaciones a una compañerita con problemas psíquicos y motrices. Después de que la llevó al médico y este la aconsejó para que hiciera la denuncia judicial, una pericia médica indicó que la nena había sido vejada por la presión de un dedo. Luego de eso, la chiquita contó con claridad la versión que luego repitió ante los peritos psiquiátricos.
“Me dijo que Viviano le había sacado el buzo y bajado el pantalón y la bombacha en el baño del colegio”, relató la madre. La nena fue sometida luego a pericias psicológicas en las que “recordó todo y señaló que otras dos nenas también habían sido abusadas, razón por la cual el fiscal inició la investigación correspondiente que terminó con la detención de esta mujer”. “Pero hasta que fue detenida, del colegio jamás me llamaron”, se quejó Liliana.
Las autoridades del colegio, por su parte, afirmaron que la madre de la nena abusada “nunca se presentó en el colegio para plantear el problema”. La directora del Nivel Inicial, Celina Agrini de Basile, además aseguró que “se inició un sumario interno y la preceptora implicada fue aislada del contacto de los chicos y trasladada a cumplir tareas administrativas el mismo día que el fiscal Acevedo nos informó que había una denuncia en su contra”. En el Euskal-Echea confirmaron que el último día que la niña fue a clases fue el miércoles 29 de mayo, pero como una manera de relativizar el relato de la nena y de su mamá aseguran que la maestra titular de la salita “recuerda que ese día esa chiquita no fue al baño”. La misma directora sí confirmó que el día anterior, el 28, “en el horariode salida del turno tarde, la nena fue al baño acompañada por la preceptora”. Lo que subrayó fue que al día siguiente –cuando supuestamente según la mamá notó que su hija había sido abusado– asistió a clases sin que notara ningún problema.
Liliana contó que el 4 de junio, cuando el propio testimonio de su hija había extendido la denuncia a otras dos niñas que presuntamente también fueron vejadas, los padres se reunieron en el colegio, “y pudieron ver a la vicedirectora abrazando y acompañando a esta preceptora”. Agrini de Basile reconoció que hubo un desacuerdo con los padres y que desde aquel día Viviano se tomó una licencia. La estrategia del colegio religioso parece ser limitar el tamaño de la denuncia, por lo menos según las palabras del representante legal del Euskal-Echea, Néstor Raíces: “Los informes médicos de las otras dos chiquitas son excelentes y revelan que no tienen nada. Y en las pericias psicológicas, una de las nenas dice que ella vio cómo abusaban de su compañerita”. Según Raíces, el abogado de Viviano “impugnó esas pericias psicológicas y pidió que sean realizadas nuevamente por peritos oficiales y de parte”.
Según la fuente consultada por este diario, en las pericias psicológicas “las tres nenas manifestaron que fueron abordadas, peso solo una presenta señales físicas”. Viviano se encuentra detenida en la comisaría tercera de Lanús. Espera que el fiscal Acevedo, actualmente de licencia, decida si pide que la procesen.

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