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Sociedad|Sábado, 22 de julio de 2006
PRESENTAN UN HALLAZGO PALEONTOLOGICO

El nuevo dinosaurio

Es uno de los dinosaurios más grandes del mundo. En su tórax podía alojar un elefante. Fue encontrado en Santa Cruz. Ahora, los huesos serán expuestos en el Museo Bernardino Rivadavia.

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La primera vértebra de la espalda mide 1,70 metro de ancho, un metro de alto y 70 centímetros de largo.

Era tan grande que en su tórax había lugar para alojar a un elefante. Es uno de los mayores dinosaurios que haya caminado por la Tierra. Se trata de la nueva maravilla paleontológica hallada en la Argentina: el Puertasaurus Reuili. En 2001 –aunque recién se sabe ahora–, un grupo de paleontólogos argentinos encontró los fósiles de esta bestia herbívora de 40 metros de largo y de 100 toneladas de peso, en el cerro Los Hornos, en cercanías del lago Viedma, Santa Cruz. El animal vivió hace 70 millones de años y se estima que fue uno de los últimos gigantes que habitó el planeta antes de la desaparición masiva de los dinosaurios, hace 65 millones de años. Ayer, los restos del “pequeño” fueron presentados en sociedad en el museo porteño de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Serán expuestos durante las vacaciones de invierno.

“Este animal es uno de los más grandes encontrados hasta el momento, no me animo a decir que es el más grande, pero sí es descomunal”, aseguró a Página/12 el paleontólogo e investigador del Conicet Fernando Novas, quien encabezó la expedición al sur, en 2001. “El hallazgo fueron cuatro vértebras de distintos sectores de la columna –explicó–, una del cuello, otra de la región delantera de la espalda, y dos de la cola.”

El Puertasaurus Reuili era un animal cuadrúpedo, herbívoro, de 35 a 40 metros de largo, con un tórax de cinco metros de ancho y un peso de 80 a 100 toneladas. Pertenece al grupo de los dinosaurios saurópodos: herbívoros de cuello y cola largos, que dominaron la Patagonia durante gran parte de la Era Mesozoica. “En particular, este animal pertenecía al linaje de los titanosaurios. Fueron muy abundantes en el período cretácico, el último antes de que desaparecieran los dinosaurios, hace 65 millones de años”, detalló.

“La más grande (de las vértebras) es la primera de la espalda. Mide 1,70 m de ancho, un metro de alto y tiene 70 centímetros de largo. El fósil más grande encontrado es el del Puertasaurus, a diferencia de la vértebra del Argentinosaurius –hallado en Neuquén y considerado el más grande de todos los animales terrestres encontrados hasta hoy–, que mide un metro con 26 centímetros de ancho”, comparó.

Novas, que también forma parte del equipo de científicos del Museo Bernardino Rivadavia, graficó que en el pecho del Puertasaurus “entraba el tamaño de un elefante”. “Cuando la comparé con la del elefante no podía creer el tamaño”, admitió.

“La expedición, financiada por la National Geographic Society, de Washington, el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Técnica de Buenos Aires, duró un mes, en enero de 2001 –recordó–. Fueron días extenuantes. Bajar la vértebra principal del cerro fue una tarea muy complicada.”

El investigador resalta que todos los restos que se extrajeron “no los había visto nadie”. “El cerro Los Hornos, al sur del lago Viedma, era un lugar casi inexplorado, podría decirse que era virgen. Cuando la vimos (a la vértebra más grande) tenía seis metros de roca por encima y se veía como una rueda de tamaño gigante”, vuelve a recordar.

–¿Cómo se reconstruyó al Puertasaurus a partir del hallazgo? –preguntó este diario.

–No es que desde estos cuatro fósiles armamos al animal original para tener las características y los mostramos completo en el museo. Lo que se hace es partir desde el análisis de los restos encontrados, porque en base al tamaño de éstos podemos saber qué tipo de relación de parentesco tiene con otros dinosaurios. Al relacionarlos podemos sacar cómo era el animal y cuáles sus características. Después sí se crean dibujos e imágenes.

Pablo Puerta, uno de los integrantes de la expedición, fue quien vio los restos por primera vez. En su honor, el nuevo “chiche” paleontológico fue bautizado Puertasaurus. En tanto, otro de los padres de la criatura fue Santiago Reuili, quien rescató de las rocas las vértebras del dinosaurio que ahora lleva su apellido. El hallazgo se exhibirá en el Museo Bernardino Rivadavia durante las vacaciones de invierno.

Informe: Luciano Zampa.

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