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Sociedad|Martes, 15 de agosto de 2006
RECHAZO DE LA FAMILIA DE L.M.R. AL RECTOR DE LA UCA

Una fallida visita sorpresa

Ricardo de la Torre visitó a la hermana de la joven L.M.R. para ofrecerle dinero y convencerla de que el embarazo continúe. La mujer rechazó la ayuda y lo increpó por su campaña en este caso.

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La sede de la UCA en La Plata fue escrachada la semana pasada por organizaciones de mujeres.

La familia de L.M.R. tuvo ayer una sorpresiva visita. Por la tarde, el rector de la UCA de La Plata, Ricardo de la Torre, se presentó en persona en la casa de Verónica, la hermana de la chica discapacitada mental y violada a la que no le permitieron interrumpir el embarazo, para convencerla de las bondades de continuar con la gestación y ofrecerle ayuda económica. De la Torre no fue recibido con las puertas abiertas. Verónica le cuestionó su intromisión en el caso. “Yo defiendo la vida de mi hermana. La Iglesia Católica debería ocuparse de sus propios problemas. Ultimamente es noticia sólo porque hay curas denunciados por violación de menores y no por hacer el bien”, le increpó la mujer, de 28 años, al ex funcionario de la última dictadura militar.

“Lo que menos queremos es plata. Queremos que se respeten los derechos de mi hermana, porque se los han violado”, le replicó Verónica, la hermana mayor de L.M.R. al ingeniero De la Torre, cuando el rector de la UCA le planteó que le ofrecían ayuda económica para enfrentar el embarazo. De la Torre se ha convertido en un verdadero cruzado en contra de que L.M.R. pueda gozar del derecho que le otorga la ley para interrumpir el embarazo producto de una violación.

Tres semanas atrás, la Suprema Corte bonaerense avaló la interrupción del embarazo de la chica, cuya edad mental es de 8 años, por entender que el caso encuadra en el artículo 86 inciso 2º del Código Penal, que no penaliza el aborto cuando se trata de un embarazo producto de una violación a una mujer discapacitada mental. Pero la intervención no se realizó porque el Comité de Bioética del Hospital San Martín, de La Plata, donde estaba previsto realizarla, consideró que la gestación estaba demasiado avanzada. La familia discrepa con ese diagnóstico después de realizarle otra ecografía a L.M.R. en la que se determinó que recién ahora el embarazo lleva veinte semanas.

De la Torre llegó después del mediodía a la casa de Verónica, ubicada en un barrio humilde de la localidad bonaerense de Guernica. Su mamá y L.M.R. viven a tres cuadras de ahí. “Yo defiendo la vida de mi hermana”, le dijo Verónica cuando De la Torre insistió con la necesidad de preservar el embarazo producto de una violación. La visita no se prolongó más de diez minutos. El rector no fue invitado a pasar al interior de la casa y la charla transcurrió en la vereda. “Me dijeron que nos podían ofrecer ayuda psicológica, pero los que necesitan psicólogos son ellos”, comentó después la hermana de L.M.R. a este diario. De la Torre se presentó acompañado por dos mujeres en un Chevrolet Corsa.

De la Torre fue subsecretario de Educación durante la última dictadura militar y desde hace algunos años está al frente de la UCA de La Plata, adonde llegó de la mano de monseñor Héctor Aguer, el más conservador entre los purpurados conservadores. Tal como publicó este diario, hace más de una década que De la Torre defiende en foros internacionales la posición más radicalizada de la Iglesia Católica frente a cuestiones relacionadas con salud sexual y reproductiva. Durante el menemismo fue miembro de las delegaciones oficiales argentinas a las conferencias sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), sobre la Mujer (Beijing, 1995) y sobre Hábitat (Estambul, 1996), donde el país tuvo un alineamiento con la posición del Vaticano en la misma temática. Su militancia recibió recompensa: en el 2001 fue condecorado por el papa Juan Pablo II como Comendador de la Orden San Gregorio Magno por su trayectoria en los temas de “educación y vida humana”.

Hasta que se conoció la tragedia de L.M.R., De la Torre no había tenido un protagonismo tan visible en su cruzada “por la vida” y en contra del aborto. No sólo se presentó ayer en la casa de la familia de la joven violada sino que, el día que el Hospital San Martín resolvió no interrumpir su embarazo, el rector de la UCA había entregado en ladirección del centro de salud una carta, acompañado por una escribana, donde advertía a los médicos que podían cometer un delito ante la ausencia del consentimiento del padre de L.M.R. para realizar la intervención. También envió una nota a la Corte bonaerense ofreciéndose a adoptar a la criatura gestada en una violación.

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