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Una pareja había tomado de más y quiso volver a casa. Hombre y mujer se subieron a algo negro y amarillo que resultó ser un taxi, pero cuando llegaron a destino no pagaron el viaje. Fueron denunciados por estafa y amenazas, pero ahora la Justicia los sobreseyó porque estaban borrachos. El fallo fue firmado por la Sala VI de la Cámara del Crimen, que dictó el sobreseimiento de los procesados por considerar que, debido a su borrachera, “no podían comprender la criminalidad de sus actos ni dirigir sus acciones”. Basados en las declaraciones del taxista, de testigos, de los policías que produjeron el arresto y de los médicos que los atendieron, los camaristas dieron por probado que ambos “se encontraban en un evidente estado de ebriedad, circunstancia por la cual no podían comprender la criminalidad de sus actos ni dirigir sus acciones”. La pareja quedó en libertad.
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