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Sociedad|Domingo, 1 de octubre de 2006
APARECIERON LOS RESTOS DEL BOEING QUE SE ESTRELLO EN LA SELVA

Una tragedia sobre el Amazonas

Los rescatistas brasileños encontraron los restos del avión de la Gol que chocó con otro avión. Tenía 155 personas a bordo.

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La Fuerza Aérea Brasileña encontró los restos del avión (las manchas blancas en la foto).

En las horas previas a una elección crucial para el país, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas del accidente que –se dijo oficialmente– “cobró la vida” de las 155 personas que viajaban en el Boeing 707 que se estrelló el viernes en la selva amazónica. Lula decretó tres días de duelo nacional por lo que ya se considera la mayor tragedia aérea de Brasil, dado que se cree virtualmente imposible que haya sobrevivientes. “Fue con enorme pesar que el presidente recibió la noticia del accidente que cobró la vida de los pasajeros y tripulantes que volaban de Manaos a Brasilia” en la tarde del viernes, dijo el vicepresidente André Singer en un comunicado. El duelo y el pésame tuvieron como finalidad expresar en nombre del gobierno “la conmoción que la caída del vuelo 1907 causó a la población brasileña”, se dijo en la información oficial.

Restos del Boeing 707 de la compañía Gol, que se estrelló en un remoto paraje de la Amazonia luego de chocar en pleno vuelo contra con un pequeño Embraer Legacy 600, fueron hallados en la mañana de ayer en una zona alejada del estado de Mato Grosso. Tropas del ejército abren sendas que permitan llegar al epicentro de la tragedia.

José Carlos Pereira, presidente del organismo rector de los aeropuertos brasileños, estimó que el avión cayó en forma vertical debido a que los restos están concentrados en un solo lugar y no hay indicios de fuego. “Es muy difícil que alguien sobreviva en un impacto como éste”, opinó Pereira. Los restos fueron encontrados 200 kilómetros al sudeste del municipio de Peixoto Azevedo, al norte de Mato Grosso, en una zona de muy difícil acceso, precisó la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC).

“Los equipos de búsqueda se están aproximando al lugar para verificar la posibilidad de sobrevivientes y una posible operación de rescate”, agregó el organismo. A media tarde de ayer, ni soldados ni equipos de socorro habían conseguido llegar hasta el lugar del desastre. El Boeing había salido de Manaos con 149 pasajeros y 6 tripulantes rumbo a Brasilia, en donde tenía prevista una escala para seguir hacia Río de Janeiro.

Las autoridades sostienen la hipótesis de que el Boeing chocó con otro avión. Un jet de tipo ejecutivo Legacy aterrizó con averías y la causa habría sido la colisión contra el Boeing. Pereira dijo que el Boeing fue desestabilizado por el Legacy porque ambos aparatos estaban volando separados por una distancia de menos de 300 metros.

“Sin embargo –aclaró– aún no tengo el plan de vuelo para afirmar cuál de los dos estaba equivocado. Eso va a depender de una investigación completa. Parece en realidad que habría ocurrido una colisión. El Legacy terminó seriamente averiado y aterrizó en la base aérea de Cachimbo. El choque habría sido presumiblemente con el Boeing de la Gol”, declaró el ministro de Defensa Valdir Pires. A bordo del Legacy viajaban cinco estadounidenses y un brasileño.

La empresa Embraer, fabricante del Legacy, lamentó el accidente que “involucró”, dijo, a los dos aparatos. Decenas de personas llegaron desesperadas a los aeropuertos de Brasilia y Río de Janeiro en busca de información sobre la suerte de familiares y amigos. La empresa Gol dijo que el avión había sido incorporado a la flota en forma reciente y tenía solo 200 horas de vuelo. Esta sería la peor tragedia de la aviación brasileña. El accidente más grave hasta ahora se registró en 1982 cuando un Boeing cayó en Ceará (noreste) y murieron 137 personas.

Ayer por la mañana comenzó el rastreo visual del aparato sumando tres aviones de rescate y dos helicópteros que localizaron los restos. Los familiares de las víctimas se aferran a la esperanza de que haya sobrevivientes. “El ambiente es de esperanza y angustia”, dijo Débora Figueiredo, amiga de uno de los pasajeros, a la salida del hotel de Brasilia donde más de un centenar de personas aguarda alguna novedad. La mujer relató que las personas de más edad “necesitan de cuidados médicos porque no soportan la larga espera sin noticias”. Roberto Barroso, uno de los familiares, expresó sus esperanzas de “ver con vida” a su hijo.

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