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Los edificios con más de veinte departamentos y pileta en la ciudad de Buenos Aires tendrán que contratar guardavidas y servicio médico, si prospera un proyecto presentado ayer en la Legislatura por el diputado Daniel Amoroso. “Queremos tener previsión y control de las piletas en los edificios, así como los hay en los matafuegos y en los ascensores. Es una cuestión de prevención”, explicó el legislador a Página/12.
El proyecto, que incluye la ubicación de una vara con gancho, sogas y salvavidas en lugares visibles y de fácil acceso en las piletas, ya había sido propuesto en 2005, pero nunca se trató. Este año, Amoroso lo reformuló y presentó ayer a la Comisión de Turismo y Deporte, aunque continúa en reuniones con vecinos y miembros del Sindicato de Guardavidas y la Liga de Consorcios, “porque no se trata de imponer nada sino de llegar a un consenso”, dijo el funcionario.
La propuesta se lanza en momentos del boom de construcción en barrios de clase alta y media alta de la ciudad de Buenos Aires y busca “un control para que el día de mañana, cuando algo ocurra, no se diga que los legisladores no hicimos algo para prevenir accidentes”, le dijo Amoroso a Página/12.
Los espacios de los edificios donde están las piscinas, según se propone, deberán contar con teléfono e información de los servicios de urgencia.
De aprobarse la ley, las expensas en la propiedad horizontal aumentarían, “aunque no mucho –explica el diputado–, pues con un convenio especial que estamos hablando entre guardavidas y consorcios el sueldo de un guardavida sería de 700 a 900 pesos”.
La respuesta de la gente ha sido “a favor y en contra, pero lo importante es que se están proponiendo alternativas”, explicó Amoroso, quien agregó que “los estamos escuchando a todos para hacer la mejor ley”.
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