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Los dominios de la lluvia, el viento y la nieve ya no estarán bajo el poder militar. A partir de 2007, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dejará de depender de las Fuerza Aérea y pasará a manos civiles, según un decreto del Gobierno dado a conocer ayer. La decisión oficial, largamente reclamada por los trabajadores y especialistas del sector, busca adecuar el organismo al “contexto internacional”, y para eso lo convierte a partir del próximo 1º de enero en una dependencia del Ministerio de Defensa.
El Ministerio que dirige Nilda Garré señaló que el objetivo tiene que ver con colocar al SMN “en un espacio que le permita cumplir sus funciones de la mejor manera posible. Con este cambio, la idea es incrementar e incentivar la profesionalización y de esa manera rejerarquizar el organismo”.
A partir de ahora, el Servicio Meteorológico estará a cargo de la Secretaría de Planeamiento del Ministerio, con lo que dejará de ser un destino militar. Así, todos los integrantes de las Fuerzas Armadas que hoy trabajan allí tendrán desde el próximo año dos opciones: “Aquellos que deseen seguir desempeñándose en el SMN deberán pedir la baja en la fuerza a la que pertenezcan. Quienes no quieran hacerlo, serán reasignados por sus superiores hacia otros destinos”, afirmaron desde Defensa.
Sin embargo, para el titular del Centro Argentino de Meteorología (CAM), Juan Manuel Höler, justamente en este punto puede estar la pata floja de la decisión gubernamental. “La modificación es buena, es un punto de partida, pero todavía no es lo que buscamos. En el decreto falta definir claramente que la actual estructura, y no sólo los niveles jerárquicos, dejará lugar a una nueva que sea civil. De todas formas, con el nombramiento de un director no militar hay más probabilidad de que la sustitución sea completa.”
El decreto, firmado el pasado 22 de noviembre, también prevé la formación de una comisión con representantes del Ministerio, del SMN, del CAM y de la Universidad de Buenos Aires para redactar una propuesta para la formación de la estructura organizativa que reemplazará a la actual.
Höler, que fue uno de los principales impulsores del reclamo que trabajadores y especialistas realizan hace años para que el SMN pase a manos civiles, será el representante del CAM en la comisión. A la hora de delinear los objetivos primordiales, enumera: “Hay que reorientar las prioridades del servicio, apuntar a las necesidades más urgentes, como la mejoría en las alertas para fenómenos severos e inundaciones y el apoyo a Defensa Civil. Además, se debe investigar las sumas que se destinan a mantenimiento de estaciones: hoy a la de Ezeiza se envían 67 mil pesos mensuales, una cifra exorbitante que no resiste ningún análisis”.
El cambio de autoridades también tendrá implicaciones presupuestarias. Luis Rosso, empleado civil del servicio que también participó de los reclamos para que el mando pasara a los especialistas, manifestó que entre los beneficios del cambio también se destaca que “el organismo tendrá la posibilidad de definir de manera autónoma los pedidos de aumento de presupuesto. Hasta ahora los realizaba la Fuerza Aérea, que tiene sus intereses en otras cuestiones, como arreglar los aviones. Eso llevó a que la meteorología argentina sea menos operativa ahora que hace cuarenta años”.
En la protesta que realizaron los trabajadores en octubre pasado para pedir el cambio de mando que se determinó ayer marcaban que “a fines de los ’60 había 274 estaciones meteorológicas y en la actualidad son sólo 11”.
El SMN fue creado el 5 de mayo de 1945 y estuvo en manos civiles hasta el golpe de Estado de 1966, cuando con la llegada al poder del general Juan Carlos Onganía quedó a cargo de la Fuerza Aérea.
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