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Primero fue un golpe, tremendo, contra un auto que apareció de improviso y que lo hizo tambalear y dispararse hacia el borde de la ruta. Después otro golpe, contra una camioneta “o algo así”, intuyeron algunos de los que se habían subido al viaje del terror, y el vehículo se encontraba en la banquina. Otro golpe más contra el guardrail. Finalmente, el interno 02, patente CHN 528, de la empresa Alvarez Hnos., terminó su carrera contra un refugio y volcado contra uno de sus costados. Sucedió ayer, pasado el mediodía, en el kilómetro 147 de la Ruta 2, antes de llegar a la ciudad de Lezama. Entre los fierros del micro murieron atrapadas cuatro personas, otras tres fallecieron en el hospital. Otros 26 sufrieron heridas de diferente gravedad.
Eran cerca de las 13. La ruta estaba casi desierta. Llovía. Un conductor que viajaba desde Buenos Aires hacia Mar del Plata por la Ruta 2 perdió el control de su BMW. Las causas por el momento se desconocen. No los efectos. El vehículo cruzó al carril de la mano contraria; hizo varios trompos, pero antes de que el conductor pudiera retomar el control se encontró con la mole, el interno 02 de la empresa Alvarez Hnos., que regresaba de Mar de Ajó en dirección a la Capital.
El micro golpeó al BMW y destrozó su cola. Con el choque, el conductor del interno 02 perdió el control. Aunque los peritos no llegaron a determinar aún la velocidad –el tacómetro del micro fue retirado por los investigadores–, fuentes policiales indicaron que el suelo resbaladizo como un jabón por la lluvia multiplicaba los efectos de cada apretada en el acelerador. El golpe pudo haber provocado una acelerada, más allá de la velocidad en la que viniera el micro.
El micro salió disparado como un bólido hacia la banquina, donde una camioneta Trafic se encontraba estacionada. Sus propietarios, un matrimonio, se habían detenido a descansar. El impacto fue tremendo. Pero el ómnibus tampoco se detuvo allí.
Volvió a dispararse y chocó contra el guardrail, que se extendía sobre el costado derecho de la ruta, a algo menos de cien metros de donde se había iniciado el desastre. Finalmente, después del tercer choque, terminó su carrera contra un refugio de cemento utilizado como parada de colectivos. En esos cien metros, los alaridos y gritos de desesperación rellenaron las hendijas que dejaba libres el caos y los bultos que volaban de un lado al otro. Sería un lugar común decir que fueron segundos que no terminaban jamás. Pero fue así.
El vuelco, el golpe contra la tierra, la pérdida total del equilibrio llegaron acompañados de un breve silencio. Después empezaron los ayes, la desesperación, el dolor. El interno 02 quedó tendido de costado, cruzado en forma transversal en la ruta. Atrás quedaban la Trafic y el BMW destrozados.
Producto del accidente, tres pasajeros murieron aplastados por uno de los laterales del micro y una pasajera de alrededor de 80 años falleció por el impacto. Otras tres personas murieron en los centros de salud locales. Las víctimas fueron identificadas como Juan Carlos Spinelli, Aurelio Araujo, Raúl Springhart, Olga Czerch, Federico Herrera, según informó el capitán Francisco Cichello, de la comisaría 2 de Chascomús.
Ellos eran algunos de los integrantes de un contingente de jubilados que regresaba de unos días de vacaciones. A la lista se sumaron dos cuerpos femeninos que todavía no fueron reconocidos. El resto de los pasajeros fue derivado a los hospitales municipales de Chascomús y Lezama. Luego, el jefe de la Policía Vial de Dolores, Eduardo Vaca, agregó que “en el refugio no había nadie y los dueños de la Trafic no sufrieron heridas”. En cuanto al conductor del BMW, recibió unas curaciones y se retiró.
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