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Con sentadas y fogatas, con los torsos al desnudo y la intransigencia pintada en el rostro, cartoneros que todos los días trabajan en la ciudad de Buenos Aires, provenientes del Gran Buenos Aires, cortaron ayer por segundo día consecutivo el Puente Alsina, en Pompeya, para reclamar el cese de los operativos de control de vehículos que iniciaron el lunes pasado el gobierno porteño y la Policía Federal. Los procedimientos tienen como objetivo impedir el ingreso de los camiones que utilizan para transportar el material recolectado y que no están en condiciones reglamentarias para circular en la ciudad.
Los cartoneros reclaman que los vehículos que utilizan para trabajar sean exceptuados de los controles implementados por el Ministerio de Gobierno porteño, ya que de no ser así no pueden trabajar. “Hace poco acordamos con el Ministerio de Medio Ambiente de la Ciudad la entrega de unas obleas para los camiones, con las que nos daban una prórroga hasta febrero para ponerlos en regla, y mientras nos dejaban pasar. Y ahora, de repente y con las fiestas encima, nos hacen esto”, comentó Gustavo Aranda, parado con algunos de sus compañeros en el sector del puente que lleva a provincia.
Desde Medio Ambiente porteño desmintieron esa versión y aseguraron que las obleas “en ningún caso tenían que ver con regímenes de excepción a las normas de tránsito para sus vehículos”, y aseguraron que tenían la meta de que los camiones en cuestión tuvieran una identificación visible. Por su parte, desde Gobierno sostuvieron que las verificaciones “no apuntan a ninguna actividad en particular, sino a todos los vehículos”.
Lo cierto es que los manifestantes prometieron quedarse en el puente hasta que el Gobierno de la Ciudad les dé una solución, y amenazaron con organizar la misma medida en los puentes Pueyrredón y La Noria.
Con la noche ya encima, en la parte donde comienza el puente del lado porteño, había 6 camionetas y una decena de motos de la Federal, cuyos efectivos custodiaban el bloqueo sin intervenir.
Tomás Aguilera, de Villa Fiorito, padre de siete hijos, se lamentaba: “Hace 2 días que no puedo trabajar. ¿Qué vamos a hacer ahora que se acerca Navidad? Somos más de 500 familias en la misma situación”.
Informe: Eugenio Martínez Ruhl.
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