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Si los legisladores no fallan en sus cálculos, los dueños de autos y motos radicados en la ciudad de Buenos Aires deberán realizar a partir de 2008 la verificación técnica de los automóviles. La flamante ley alcanza a los vehículos con tres años de antigüedad o que hayan sumado 60 mil kilómetros de recorrido. Sus dueños estarán obligados una vez al año a concurrir a uno de los cinco centros de verificación que pondrá a disposición el gobierno porteño. Además, prevé un régimen de multas para quienes incumplan la norma y la devolución del costo del control, de 60 pesos, para aquellos que cumplan con los plazos y tengan al día el impuesto a la patente.
La ley aprobada con 44 votos a favor y uno en contra apunta a bajar los accidentes viales y a disminuir la contaminación. También es un primer paso para instrumentar en la ciudad la ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, que dispuso la obligatoriedad de la verificación técnica once años atrás.
“Era una deuda que la Ciudad tenía para con los ciudadanos porteños. Representa un paso importante porque busca que los autos circulen en buen estado en una ciudad que ocupa uno de los primeros lugares en el ranking de cantidad de accidentes de tránsito”, destacó la diputado Silvia La Rufa (FPV), una de las impulsoras de la iniciativa.
A partir de la puesta en marcha del sistema, los automovilistas serán alcanzados por la misma reglamentación que ya afecta a titulares de taxis, camiones, colectivos y remises. Una vez, cada 12 meses, deberán llevar el auto o moto a uno de las estaciones fijas habilitadas para esta tarea. Allí, personal calificado controlará el sistema de seguridad que incluye revisación del sistema de frenos, luces, dirección y conjunto de neumáticos. También se verificará la emisión de contaminantes. Además del chequeo fijo del automóvil, se realizarán Revisaciones Rápidas y Aleatorias (RTRA), hechas a la vera de las vías de circulación por la autoridad de aplicación.
La ley prevé un régimen de premios y castigos. Para aquellos que realicen la verificación técnica en los plazos que establece la ley, que varían de acuerdo con el último número del dominio del vehículo, y además tiene el pago de la patente al día, la norma prevé la devolución del costo del control que ronda los 60 pesos.
“El usuario que efectúe la primera verificación técnica de su vehículo dentro de los plazos fijados en el artículo 16 de la presente ley y durante el último mes de vigencia de las restantes, obtendrá en beneficio, el reintegro de la totalidad del precio de la verificación, siempre que presente constancia de libre deuda de patentes al momento de la verificación”, señala la ley.
En caso de incumplimiento, los automovilistas deberán pagar una multa de cien a mil pesos. También se establecen castigos de menor costo para los que no renueven el control cada año. El conductor que circule con la verificación técnica vencida será sancionado con multa de 50 a 500 pesos.
En el recinto, el bloque del ARI pidió la ampliación de cinco a diez las estaciones de verificación, aunque finalmente la solicitud no tuvo eco en los demás sectores políticos. “Estamos de acuerdo en que tiene que existir una verificación técnica, pero el proyecto de ley no debiera concentrarse en una sola empresa y tampoco en cinco estaciones la realización de los controles”, objetó el diputado Enrique Olivera.
Por su parte, Eduardo Bertotti, del Instituto de Seguridad y Educación Vial, remarcó que de ahora en más se deben pensar políticas públicas tendientes a que se implementen en forma eficiente los controles para que en la ciudad no ocurra lo mismo que en la provincia de Buenos Aires, donde sólo el 40 por ciento del parque automotor cuenta con la verificación técnica al día. “Es vergonzoso el tiempo que pasó para que la ciudad tuviera esta ley, pero ahora el eje debe estar en ejecutar las medidas necesarias para que el proceso licitatorio no sea corrupto y para que se realicen los controles necesarios.”
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