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El secretario de Transporte de la Nación, Hugo Jaime, anunció que el ex Ferrocarril Sarmiento será soterrado desde Once hasta Moreno. El soterramiento estaba previsto sólo hasta Liniers, ya que en la provincia se apelaría a un conjunto de puentes y túneles más una extensa muralla para evitar vandalismos. Pero aquel proyecto fue rechazado por los intendentes de la zona oeste, el defensor del Pueblo y vecinos en audiencia pública; lo consideraban “discriminatorio” para el conurbano, respecto de la ciudad de Buenos Aires. Ayer, Jaime atribuyó la reorientación del proyecto a una “directiva” del Presidente de la Nación.
“El proyecto es unir directamente desde Once hasta Moreno bajo tierra –aseguró Jaime–. Se eliminan los pasos a nivel y todas las barreras. Originalmente habíamos pensado soterrarlo sólo hasta Liniers, la parte de Capital, pero se avanzó en el proyecto y la directiva del presidente Kirchner es que lo hagamos en tres etapas, pero que el proyecto sea totalmente integral: 53 kilómetros de extensión.” Las tres etapas serían: hasta Liniers, hasta Ituzaingó y hasta Moreno, respectivamente. Para ello, ya está en marcha “un proceso licitatorio que demorará casi 180 días” y “después, la obra demoraría unos cuatro años”.
Martín Sabbatella, intendente de Morón, calificó el anuncio como “excelente noticia” y lo consideró “un logro de toda la sociedad. Es muy reconfortante que el gobierno nacional se haga eco del reclamo de los vecinos y vecinas del conurbano”, ya que “la mejor solución a la falta de conectividad entre el norte y el sur de las vías es que el tren circule bajo nivel, en trinchera, como lo hace actualmente en el tramo Once-Caballito. No se entendía por qué la solución debía ser otra cuando la frecuencia del ferrocarril, la circulación de vehículos y la densidad urbana son similares” a las de la Capital.
En la audiencia pública que se realizó el 26 de septiembre del año pasado, todos los oradores, representantes del comercio y la industria de la zona, así como funcionarios de los municipios de Tres de Febrero, La Matanza y Morón, habían rechazado el proyecto presentado entonces por la Secretaría de Transporte, que incluía túneles para los vehículos, puentes para los peatones y un “vallado perimetral antivandálico”. También se había sumado al rechazo la Defensoría del Pueblo de la Nación. Algunos de los participantes habían advertido que “puentes y túneles son peligrosos” y propician asaltos, violaciones y diversos delitos”, poniendo como ejemplo al puente peatonal de Ramos Mejía y al túnel de Haedo. El 80 por ciento de los usuarios del ex Sarmiento provienen del conurbano, y la estación de Morón en particular es la que más boletos vende en toda la línea.
En aquella audiencia también se cuestionó que la empresa TBA se haga cargo del gerenciamiento del proyecto. Además, según agregó ayer el secretario de Transporte, “se está por adjudicar la obra de 185 coches de doble piso” a fin de que “en dos años todas las formaciones del Sarmiento tengan esas características. Mientras tanto, tenemos que disponer de la mayor cantidad posible de formaciones y evitar accidentes con un plan de señalización con sistemas de cruces para que no se metan los automovilistas con las barreras bajas”.
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