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Sociedad|Martes, 27 de febrero de 2007

La Justicia atenderá al boliviano preso por comerciar hojas de coca

Desde hace un año, Irineo Mora Sandi estaba preso por vender hojas de coca. El juez jamás lo había recibido. Página/12 reveló el calvario de su historia. Hoy el juez lo atenderá.

Por Pedro Lipcovich
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El inmigrante boliviano estaba preso por comerciar hojas de coca, lo cual no está considerado delito.

El procurador Penitenciario de la Nación y el secretario nacional de Derechos Humanos decidieron intervenir ante la situación del ciudadano boliviano Irineo Mora Sandi, preso desde hace casi un año por tenencia de hojas de coca en estado natural. Irineo cumplió ayer veinte días de huelga de hambre y anunció que la levantará hoy, cuando –según se prevé– se cumpla su pedido de que el juez de la causa, Carlos Ferreiro Pella, hable personalmente con él. Hasta hoy, el magistrado no había dialogado jamás con el hombre que mantiene detenido sobre la base de que la hoja de coca sería en sí misma un “precursor” de la cocaína. El embajador de Bolivia también tomó cartas en el asunto y exigió “que se reconozcan pautas culturales esenciales en la existencia de nuestro pueblo”. Un médico de la Procuración Penitenciaria examinó a Irineo y lo encontró “estable”, aunque con 20 kilos menos que cuando empezó la huelga de hambre. El mismo organismo requirió que esta vez el detenido sea trasladado al juzgado en ambulancia: el jueves pasado, con 16 días de huelga de hambre, lo habían llevado en un camión celular común. La intervención de la embajada y de los organismos oficiales argentinos fue puesta en marcha por la publicación del caso en Página/12, que el 29 de enero le dedicó su tapa.

“Estamos siguiendo el caso muy de cerca”, dijo a este diario Francisco Mugnolo, procurador penitenciario de la Nación, refiriéndose a la situación de Irineo Mora Sandi, y contó: “Un médico de la Procuración examinó al detenido y lo encontró muy débil, con 20 kilos menos que cuando empezó la huelga de hambre, pero estable, sin peligro de muerte”. Además, “hemos pedido que mañana (por hoy), cuando vaya a declarar ante el juez, lo trasladen en ambulancia y no, como el jueves pasado, en un camión”.

Roger Ortiz Mercado, embajador de la República de Bolivia en la Argentina, confió a este diario “nuestra gran preocupación por la situación de Irineo Mora Sandi”. El diplomático señaló “la veracidad de la información ya publicada por Página/12: hay una serie de actos que no son adecuados, como la forma en que se procedió a su arresto y lo que parecería la ausencia de un debido proceso”. Ante tales hechos, “hemos buscado los canales correspondiente a nivel del gobierno argentino: tomamos contacto con el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y con la Procuraduría Nacional Penitenciaria”. Además, “hemos puesto a trabajar en el caso a los abogados de la embajada”.

Una fuente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación confirmó que “asesores nuestros visitaron a Mora Sandi; también hablamos con el secretario del juzgado sobre la situación del detenido, y esperamos una pronta solución. Luego de la audiencia de mañana (por hoy), decidiremos qué actitud tomar”.

Irineo Mora Sandi anunció que levantará su huelga de hambre en cuanto el juez Ferreiro Pella lo reciba. Gabriel Juricich –abogado y vicepresidente de la Federación Argentina de Colectividades, que intervino en apoyo de Irineo– precisó que “el juez lo recibirá para una ampliación de indagatoria”. La audiencia de hoy tendrá lugar luego de que, el viernes pasado, Página/12 hiciera público que el magistrado jamás tomó contacto personal con el detenido. “El juez debe conocer a la persona que procesa –señaló Juricich–: también las apreciaciones que resultan del contacto personal deben contar en sus decisiones. De otro modo, el detenido es sólo un número de expediente.”

A partir de la entrevista de hoy, el magistrado deberá resolver sobre un nuevo pedido de excarcelación, presentado en nombre de Irineo por el abogado Ramón Escobar.

Irineo Mora Sandi está privado de su libertad desde el 30 de marzo del año pasado, cuando fue allanada su casa –que también funcionaba como depósito de las especias y otros productos que vendía en ferias de la comunidad boliviana–. Según datos de la causa, se secuestraron 5,4 kilos de hojas de coca, cantidad que, en caso de ser procesada, sólo permitiría obtener 13,48 gramos de clorhidrato de cocaína. Según la Ley 23.737, “la tenencia de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o a su empleo como infusión, no será considerada tenencia de estupefacientes”.

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