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Oscar Aquilante, el hombre que intentó matar al dueño de una rotisería porque se negó a enviarle un pedido a domicilio, fue condenado ayer a seis años y medio de prisión. El hecho ocurrió el 16 de octubre de 2005, cuando Aquilante fue al local de comidas Buen Apetito, en el barrio porteño de Villa Soldati. El problema surgió cuando el dueño del local, Víctor Amado, le avisó que no había servicio de delivery para llevar a su casa el pedido de empanadas. Ante esta negativa, el imputado intentó matar a tiros a Amado.
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