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Sociedad|Martes, 12 de junio de 2007

Los argumentos del fiscal para la prisión perpetua

El juicio por el crimen de María Marta llega a su último tramo: hoy es el turno del alegato de Molina Pico, quien pediría la máxima pena contra Carrascosa, por homicidio calificado y encubrimiento.

Por Horacio Cecchi
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Diego Molina Pico, con uno de sus colaboradores, John Broyard.

Llegó la recta final, la semana de los alegatos en el juicio por el crimen de María Marta, en el que Carlos Carrascosa es el único acusado de coautoría o encubrimiento. Ya se terminó el período de pruebas y de testimonios. Hoy será el turno de la acusación que asume el fiscal Diego Molina Pico. Este juicio oral demostró, más allá de inocencias o culpabilidades, los beneficios de la oralidad y su capacidad para dirimir dudas y certezas, verdades y falsedades. No más observar que Carrascosa llegó al inicio del juicio de un modo mucho más airoso que su situación actual. Podría decirse que las palabras y las cosas tienen otra dimensión cuando se les agregan sonido y presencia. El fiscal Molina Pico echará mano a estas pruebas, especialmente el audio de la llamada clave del caso, en el que se escucha por detrás de Carrascosa la voz de su cuñado, Guillermo Bártoli, y la de una mujer que, según el fiscal es Irene Hurtig. Todo indica que el fiscal pedirá en su alegato prisión perpetua contra el viudo, por el delito de homicidio calificado por el vínculo, y encubrimiento agravado (corresponden 6 años). Seguramente pedirá también que se investigue la coautoría de Bártoli e Irene Hurtig.

El cruce de llamadas mediante el modernísimo sistema VAIC, sobre el que se cruzaron unas 180 mil comunicaciones, será uno de los pilares de la fiscalía. Una de las pruebas más fuertes que imprimieron convicción al caso fue la escucha de la llamada que Carrascosa realizó a OSDE, solicitando una ambulancia a las 19.07 del domingo 27 de octubre de 2002.

OSDE graba las llamadas de sus socios y esa grabación fue la que recibió el fiscal, quien pidió mejorar y aislar las voces que se escuchaban por detrás de Carrascosa. Molina Pico logró probar, durante el juicio, que en esa escena se encontraban, además del viudo, Guillermo Bártoli y una mujer. El audio, escuchado en la audiencia, obligó a la defensa (y al propio Bártoli) a admitir que el cuñado se encontraba allí, cuando nunca antes Carrascosa había mencionado en escena a otra persona que no fuera la masajista Michelini. Tan fuerte fue la prueba y tanto resquebrajó el andamiaje defensista que la propia Michelini, procesada por encubrimiento, rompió el silencio fuera de audiencia para decir que no era su voz la que se escuchaba en ese audio.

Molina Pico está convencido de que la voz pertenece a Irene Hurtig. Pedirá que sea investigada por coautoría (no fue procesada en el caso) junto con Bártoli, que está procesado sólo por encubrimiento.

Apelará además a las pruebas que, según su criterio, demostraron todos los movimientos de Carrascosa y su entorno para encubrir el crimen. El lavado de la escena del crimen, incluyendo restos de masa encefálica, que invalidan la hipótesis de Pachelo, ya que en ese caso la familia estaría encubriendo a su acusado preferido. También tendrá en cuenta los testimonios que indicaron que Carrascosa estuvo en el Club House, porque el fiscal sostiene que fue una coartada para mostrar al viudo fuera de la escena. ¿Para qué demostrar una coartada si después aparece otra, la del partido que Carrascosa dijo ver en lo de los Bártoli, y que contradice la anterior? Muy sencillo: porque, cuando arrojaron la coartada del Club House (la reveló Susan Murray, amiga de María Marta, cuando relató su conversación con Michelini) no pensaron, según entiende el fiscal, en Bártoli, que quedó en el aire. Por eso, sostiene la acusación, agregaron a Bártoli a la comida en lo de los Binello (aunque la empleada de los Binello negó que el cuñado de MM hubiera participado del almuerzo), porque de ese modo Bártoli iniciaba la invitación al partido en su casa.

Las dudas de Delfina Figueroa, novia de Diego Piazza, que declaró como testigo haber concurrido a lo de los Bártoli a ver el partido con su novio, dejaron entrever grietas en el andamiaje defensivo al inicio del juicio oral. Y que Carrascosa haya debido declarar tres veces lo mostró intentando tapar baches. El fiscal también utilizará la declaración de Irene Hurtig, cuyo testimonio fue sumamente endeble cuando se trató de conciliar horarios y encajar en lugares donde físicamente no podría haber estado.En definitiva, hoy alegará el fiscal. Mañana la querella. Y el viernes la defensa. El 29, los jueces dictaminarán.

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