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Sociedad|Lunes, 12 de agosto de 2002
DIA DEL NIÑO

Esta vez, el festejo fue más solidario que nunca

Muchos chicos pudieron celebrar su día gracias al aporte de los vecinos que organizaron festejos. El aporte comunitario compensó la caída de un 50 por ciento en las ventas de juguetes.

Por Pedro Lipcovich
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Los chicos de San Telmo hacen fila sobre la calle Balcarce.
Después de los juegos y la chocolateada, esperan los juguetes.
¿Alcanzarían los juguetes? Natalia se asomó a la ventana de la pieza que ocupa en Balcarce, entre Alsina y Moreno, y comparó la cantidad de chicos que había en la calle con las cajas y bolsas que se apilaban adentro. “Sí”, decidió. Los juguetes alcanzaron, mejor que otras veces, en la fiesta que los propios vecinos de San Telmo, a pura solidaridad, organizan cada año para los chicos del barrio. Este dato pequeño puede confrontarse con el duro registro de que las ventas de juguetes para el Día del Niño cayeron un 52 por ciento respecto del año pasado. Y el contraste permite esperanzarse con que la crisis fue en alguna medida compensada por una mayor participación comunitaria. Además de los cientos de reuniones vecinales como la de la calle Balcarce (ver nota aparte), hubo distintos actos organizados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, acrobacia aérea en la Costanera y, en Córdoba, la Mona Jiménez llenó de chicos el estadio Chateau Carreras.
“Cuando llegaron los bomberos con la sirena me asusté, pensé que había un incendio, pero no.” La señora Estela comentaba la llegada de los Bomberos Voluntarios de San Telmo, que bajaron de su camión reluciente para encargarse de la chocolateada en la calle Balcarce. Estela tiene siete hijos, los más chicos tienen 3, 5 y 6 años y está sin trabajo. “Hace tres años que venimos, y éste fue el mejor –estima–: estuvo muy bien organizado, se fijaron en que todos los chicos tuvieran alfajores y panchos. Será por las carencias que hay, no sé; me parece que fue con mucho sacrificio”, agrega mientras sus chicos esperan cada uno su juguete: “Es el único que van a recibir en el Día del Niño, al menos por éste”.
El principal organizador en la calle Balcarce es Pablo Romero, pintor de murales callejeros, que el segundo domingo de agosto se transforma en el payaso Pablicha de San Telmo, “El Unico”. ¿Cómo consigue Pablicha los alfajores y los regalos? “Mangueo de todos lados. Me crié en la calle, vendiendo flores en Lavalle y Florida”, contesta Pablo, quien también dirige la murga “Los Gigantes de San Telmo”, íntegramente formada por chicos, que ayer cerró la fiesta cuando ya anochecía sobre Balcarce. Natalia, restauradora de arte desocupada y compañera de Pablo, comentaba que “hace dos años los juguetes no alcanzaron: entonces les explicamos a los chicos lo que pasaba y armamos un sorteo. Lo hicimos justo antes de la murga, así se iban más contentos”.
Además de los regalos, hubo juegos para las distintas edades, por ejemplo “embocar aros en un payaso que se llama Pepi”, contó a este diario Nina, de 8 años. Colaboraron artistas como el mimo Carlos Giampetruzzi, que ejerce habitualmente su arte en la plaza Dorrego. En definitiva, según resumieron Karina y Evangelina, de 11 años, “jugamos a juegos, tomamos la leche, comimos facturas y vinieron los bomberos”.
También participó la banda “El Exilio”, que se define como de “estilo nómade” y está integrada por jóvenes de San Telmo, Barracas y La Boca. Que podemos perder,/ que podemos ganar,/ pero no tenga dudas/ que la vamo’ a pelear, y su canto sonaba convincente.
La murga “Los Gigantes”, que hizo su ingreso entre fuegos artificiales, está formada por unos 20 chicos y 40 chicas. Varias de éstas solicitaron y así consiguen que sus nombres salgan en Página/12: Romina, de 12 años; Joana, de 11; Solange, de 14 y Tamara, de 13.
La solidaridad de los vecinos llenó el hueco que dejó la crisis, reflejada en la caída de las ventas: ayer, la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) informó que las jugueterías vendieron para este Día del Niño un 52 por ciento menos que el año pasado. En cambio, la venta de golosinas subió un 8 por ciento. “El año anterior, el stock de juguetería era en general importado, en especial de países asiáticos. Como consecuencia de la devaluación, el precio de estos productos aumentó entre un 100 y un 150 por ciento. Por lo tanto el público quedó sin un completo surtido de productos accesibles con precios menores a cinco pesos. Esto se agravó a partir de la desaparición de los negocios ‘todo por dos pesos’,donde el año anterior se podían adquirir juguetes muy económicos. Por este motivo se derivó parte de la demanda a la adquisición de golosinas”, informó la entidad empresaria.
Otros festejos del Día del Niño incluyeron una exhibición de acrobacias aéreas, frente al Aeroparque Jorge Newbery, un maratón organizado por la Cooperadora de la ex Casa Cuna, y actos en el Rosedal, en los parques Sarmiento y Roca y en la Costanera Sur, organizados por el Gobierno de la Ciudad. La Red Solidaria y el Club River Plate ofrecieron entradas para 9000 chicos que asistieron al Monumental a ver el partido contra Colón. El Museo de Arte Latinoamericano (Malba) organizó recorridos especiales para chicos. Y la primera dama, Hilda “Chiche” Duhalde, repartió a chicos carenciados juguetes que habían sido retenidos por la Aduana.

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