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Sociedad|Miércoles, 5 de septiembre de 2007
FERROVIARIOS ACATARON LA CONCILIACION OBLIGATORIA POR QUINCE DIAS

Un paro con denuncia de “sabotaje”

Dos gremios pararon en reclamo de seguridad, por las agresiones. Denuncian trastornos y protestas “orquestadas”.

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El paro empezó a las 4 de la madrugada, sin previo aviso, y duró hasta las 16.

Lo único que elevó la temperatura de las vías de la línea Roca durante más de medio día de ayer fue el sol, ya que desde la primera hora de la mañana hasta las 16 por ellas no pasaron las ruedas de ningún tren, como consecuencia del paro que llevaron adelante los trabajadores en reclamo de mayores medidas de seguridad. El ambiente se había caldeado en la noche del lunes en los andenes de Plaza Constitución, donde un grupo de pasajeros enfurecidos por una serie de demoras había amenazado a maquinistas e intentado prender fuego a dos vagones. Esa situación fue la causa del cese de actividades, que se extendió hasta la tarde, cuando los gremios ferroviarios acataron la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, no sin antes denunciar que existen “sabotajes” al servicio.

La medida de fuerza planteada por los trabajadores era por 48 horas y comenzó a las 4 de la madrugada, cuando los servicios de esta línea normalmente empiezan a funcionar. Así, cuando las decenas de miles de usuarios que todas las mañanas llegan a Capital Federal a bordo del Roca arribaron a las estaciones, un cartelito era el único recibimiento. “Paro por 48 horas”, decía el papel, pegado en las persianas cerradas de las boleterías.

Exactamente 12 horas duró el cese de actividades. Porque el Ministerio de Trabajo, tras una reunión con las partes a las 12.20, dictó la conciliación obligatoria por quince días, pero La Fraternidad y La Unión Ferroviaria –los dos gremios mayoritarios en el Roca– no la acataron hasta las 16. A esa hora, los trenes empezaron poco a poco a recuperar su movimiento, bajo un cronograma de emergencia y con una frecuencia menor a la normal (aproximadamente, un tren cada media hora), que se mantendría durante el día de hoy, informaron voceros de la empresa.

Si bien después de los incidentes del lunes a la noche el servicio se restableció hasta el final de la jornada, ya en ese momento se oía el rumor de que los trabajadores comenzarían un paro. No obstante, no hubo ninguna información oficial, y los usuarios del Roca se fueron a dormir sin certezas. Recién las tuvieron ayer a la mañana, cuando se enteraron, por los medios o por experiencia propia en la estación, de que los trenes no pasaban.

Horacio Caminos, secretario de Prensa de La Fraternidad –el gremio que nuclea a los conductores de trenes– explicó que la medida “la realizamos para reclamar mayor seguridad para el personal, luego de las agresiones sufridas por compañeros una vez más” el lunes a la noche. En ese sentido, señaló a Página/12 que las situaciones que generaron las demoras que enardecieron a los usuarios “fueron orquestadas como parte de los sabotajes que se vienen dando en los últimos tiempos”.

Tanto el dirigente gremial como el vocero de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (Ugofe), que tiene la concesión del Roca, coincidieron en que la suspensión de tres horas que sufrió el servicio el lunes a la tarde comenzó a las 18.30, cuando una formación del ramal eléctrico se encontró con varias cajas de metal y kilos de hierro en su camino, sobre las vías. Al ver el obstáculo, el maquinista llegó a reducir la velocidad, pero no pudo evitar el choque, que averió el tren. Como ocurrió en las cercanías de Constitución, la máquina detenida bloqueó el paso de todo el servicio.

“Ese incidente es uno más de los que se vienen dando en los últimos tiempos, y que nosotros estamos convencidos de que tienen la intención de generar el clima caldeado propicio para que luego un grupo de supuestos pasajeros comience a realizar desmanes y los reales usuarios lo acompañen”, sostuvo Caminos, quien aseveró que ni él ni sus compañeros saben la procedencia de esas acciones. “Por eso necesitamos más seguridad, además, para evitar las agresiones a los trabajadores ferroviarios.”

La conciliación obligatoria dictada por Trabajo es por quince días, en los que la empresa y el Estado nacional deberán comenzar con las medidas para evitar que este tipo de hechos, tanto los bloqueos de vías como las amenazas a empleados, se repita. Caminos advirtió que, de no ser así, se retomarán las medidas de fuerza “que están suspendidas, no levantadas” hasta que existan las garantías necesarias.

Informe: Eugenio Martínez Ruhl.

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