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Sociedad|Viernes, 29 de febrero de 2008
LA CIUDAD Y EL CONURBANO VOLVIERON A COLAPSAR POR UN TEMPORAL

El día en que no estuvo bueno Buenos Aires

En dos horas, se anegaron calles, se interrumpieron subtes, trenes y aviones y cientos de autos quedaron a la deriva. Macri acusó a las anteriores gestiones y anunció obras de un plan elaborado por sus antecesores, que estarían terminadas en cuatro años.

Por Eduardo Videla
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Una de las tantas esquinas de Palermo que quedaron anegadas por el desborde del Maldonado.

A cada gobernante le llega su inundación. Y la que les tocó a Mauricio Macri y a Daniel Scioli ocurrió cuando todavía no cumplieron los tres meses de gobierno. La intensa lluvia que se abatió durante dos horas colapsó buena parte de la ciudad, al anegar calles, interrumpir servicios de transporte y voltear árboles. El agua se metió en comercios y viviendas y arruinó decenas de automóviles que quedaron a la deriva. El jefe de Gobierno admitió que en los próximos tres años los anegamientos volverán a repetirse en la ciudad, si llueve como ocurrió ayer. Y lanzó una nueva promesa: “Cuando terminemos esta gestión el problema va a estar resuelto”. Macri anunció obras por 1500 millones de pesos, que corresponden en su mayoría a planes que ya fueron iniciados o están demorados. Las consecuencias más dramáticas del temporal se vivieron en el Gran Buenos Aires (ver aparte), donde más de un millar de personas tuvieron que evacuarse y otras miles quedaron aisladas en barrios cerrados pero por el agua que no terminaba de escurrir.

“Tengo que decirles que tengo mucha bronca, impotencia, de que los porteños hayamos estado tan indefensos ante un hecho climático, que dejó a un tercio de la ciudad paralizada”, dijo Macri, en conferencia de prensa. Después de desplegar dos murales con un mapa de las obras previstas, volvió la responsabilidad a anteriores gestiones por la demora en los trabajos, y anunció que ejecutará el 73 por ciento del Plan de Prevención de Inundaciones, diseñado en 2004, lo que representaría una inversión de 1500 millones de pesos.

Macri anunció que al finalizar su gestión estará resuelto el problema. El augurio, en rigor, es relativo. Según explicó a Página/12 el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, todo depende de la intensidad de las lluvias. “Aunque se terminen estas obras, si llega a llover como en enero de 2001, la ciudad se va a inundar igual, aunque un poco menos.” El agua caída ayer fue de 60 milímetros en dos horas, mientras que la de enero de 2001 fue de 144 milímetros en un lapso similar.

En rigor, la desmesura pluvial no se registró tanto en la ciudad de Buenos Aires sino en el noroeste del conurbano, especialmente en el partido de San Miguel, donde cayeron 126 milímetros de agua. “Allí comenzó a llover a las 10.30, pero nadie nos avisó”, se lamentó el ministro de Ambiente y Espacio Público, Juan Pablo Piccardo. “Cuando empezó la lluvia intensa en la ciudad, a las 11.30 el arroyo Maldonado ya tenía colmada su capacidad y no podía recibir más agua”, explicó. Por eso, la avenida Juan B. Justo se convirtió en un río y las calles adyacentes, en sus afluentes.

En la ciudad, la inundación afectó fuerte a los barrios de Palermo, Villa Crespo, Núñez, Belgrano, Liniers y Caballito. En la mayoría de los casos, el Maldonado fue el eje de los desbordes: el canal subterráneo que corre bajo la avenida Juan B. Justo se saturó enseguida y no sirvió para escurrir las aguas hacia el Río de la Plata.

El que tuvo que soportar en carne propia la furia de los vecinos fue el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien fue increpado cuando fue hasta Santa Fe y Juan B. Justo, una de las esquinas más afectadas, para supervisar las tareas para encarar la emergencia.

Después del diluvio, cuando algunas calles se volvieron intransitables, decenas de automóviles quedaron atascados sin que nadie los orientara por dónde debían salir. Por eso, algunos optaron pos circular de contramano, para escapar de las calles sin salida, empeorando las cosas. El ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, admitió que “no hubo coordinación” en las tareas de las direcciones a su cargo, Defensa Civil y Guardia de Auxilio, con la Policía Federal, para ordenar el tránsito.

En el sur de la ciudad, unas 25 familias fueron evacuadas y derivadas a una parroquia en Los Piletones, en Villa Soldati. También debieron desagotarse siete escuelas porque sus sótanos se inundaron, hubo que rescatar a 30 ancianos con movilidad reducida de los lugares donde habían quedado varados. El temporal dejó fuera de servicio 170 semáforos y unos 30 árboles caídos. La guardia de auxilio socorrió al menos a 20 automovilistas que quedaron a la deriva con sus vehículos en medio del agua.

Según informó Piccardo, el problema no estuvo en los sumideros “que fueron revisados una hora antes de la tormenta, cuando tuvimos el alerta meteorológico”. Según el ministro, de los 32.000 sumideros que hay en la ciudad, hay 5000 que están en lugares críticos, cerca de la cuenca del Maldonado”.

Las demoradas obras del Maldonado consisten en la construcción de dos nuevos túneles, de siete metros de diámetro cada uno y una extensión total de 15 kilómetros. Los dos canales subterráneos aliviarán al actual, construido en la década del ‘30, que tiene unos seis metros de ancho. No es mucho lo que pudo anunciar Macri al respecto, ya que se trata de una de las principales obras del plan elaborado en 2004, durante la gestión de Aníbal Ibarra, que gestionó el crédito del Banco Mundial para financiarla, y fue licitada y adjudicada por el gobierno de Jorge Telerman a la constructora italiana Ghella. “Lo único que falta es que el Banco Mundial apruebe el inspector de la obra”, dijo Macri. Se trata, según dijo, de la obra más larga, con una duración estimada de 42 meses.

El jefe de Gobierno no entró en detalles sobre las otras obras pendientes. Se limitó a distribuir una carpeta con el plan para su gestión: la readecuación de un desagüe principal en La Boca-Barracas, canales aliviadores en la cuenca de los arroyos Erezcano y Ochoa (Villa Soldati y Pompeya), obras complementarias en los arroyos Vega y Medrano y la ampliación de la red pluvial, obras que están en etapa de proyecto.

Los damnificados de ayer, en tanto, podrán acceder a un subsidio, que tiene un tope de 5000, por la pérdida de bienes. Quienes hayan resultado afectados, tendrán que llamar al 103.

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