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El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, anunció ayer que en el marco del Plan Estratégico de Enfermedades Contagiosas se realizará una evaluación científica destinada a “caracterizar el virus de la gripe A (H1N1)” que se viene registrando en la Argentina y poder determinar “si se trata del mismo que afecta a otros países”. En diálogo con Página/12, Barañao explicó que es una medida “de rutina en todos los países y con todo tipo de virus”, con el fin de establecer “si la cepa es la misma y de esa manera determinar si las terapias vigentes son aplicables” o si es necesaria una modificación. Ya se venía trabajando sobre “las cepas de la gripe normal y ahora sobre las del virus A, porque se cree que tiene una gran capacidad de cambio, porque se reordena y tiene módulos que se recombinan con mucha facilidad”. El plan estratégico supone, además, el fortalecimiento de “los laboratorios de investigación en salud”, nucleados en la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis).
Si bien algunas de las acciones ya se venían realizando en relación con el seguimiento de una serie de enfermedades infecciosas “como dengue, malaria, influenza y chagas”, ahora se decidió “acelerar los tiempos” respecto de la gripe A H1N1, luego de una reunión que Barañao y el ministro de Salud, Juan Manzur, mantuvieron el viernes por la noche con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El ministro Barañao puntualizó que el objetivo del plan es aportar “equipamientos e insumos convocando a la presentación de proyectos científicos y de empresas que tengan relación, no sólo con esta coyuntura, sino con toda una acción hacia el futuro y relacionada también con otras enfermedades”.
De acuerdo con los dichos de Barañao, se invertirán cuatro millones de dólares en el plan de corto plazo y 16 millones de pesos para el fortalecimiento del Anlis. El ministro aseguró que se trata de un plan ambicioso hacia el futuro porque puede convertir al país “en proveedor de vacunas y anticuerpos para toda la región”, con posibilidades de lograr cierto nivel de competitividad. “Este es un trabajo que ya se venía realizando y que puede abrir buenas perspectivas para los profesionales y para las empresas argentinas”.
El otro anuncio, que se terminará de cerrar la semana que comienza y que será dado a conocer por la Presidenta, es el plan de fortalecimiento del Anlis, un organismo que depende del Ministerio de Salud y que rige el trabajo que realizan todos los laboratorios de investigación del Estado. “Lo que se busca es dotar al organismo del equipamiento necesario, insumos, entrenamiento del personal y poder brindar adecuadamente los servicios. No se trata de un producto de la coyuntura sino que lleva ya dos años de evaluación.”
El Anlis cuenta con presupuesto para la experimentación de “dos proyectos de vacunas para el calendario escolar, vacunas contra el cáncer y una serie de proyectos contra las enfermedades infecciosas como la influenza en sus distintos tipos, dengue, malaria, tuberculosis, chagas”. Se apunta a “poner a disposición todos los instrumentos de financiamiento necesarios como subsidios y créditos para realizar estudios de investigación, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades infecciosas”. En principio, para algunos proyectos de investigación ya se cuenta con una partida de cuatro millones de dólares, aunque aclaró que “en caso de surgir más propuestas, ese subsidio podrá elevarse”. Con esos objetivos se está convocando “a los científicos más reconocidos, como infectólogos y biólogos moleculares, para que presenten sus proyectos”. Ayer, acompañado por el ministro Manzur, Barañao realizó una visita al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez “para ver qué equipamiento necesitan y para que cuenten con los insumos necesarios para diagnosticar la enfermedad”.
Lo que se intenta ahora, como prioridad, es “hacer estudios más rápidos de diagnóstico para determinar si el virus ha mutado o no” y de ser necesario “buscar una terapia alternativa” en el caso de que “el virus se vuelva resistente a los medicamentos en algún paciente”. Eso, al margen del plan de largo plazo que busca “dotar al país de vacunas”. El objetivo en este caso es que el país “sea proveedor regional de insumos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas”. El trabajo “no apunta sólo a la coyuntura sino a crear una cadena productiva en el área de biomedicina para emplear a profesionales en el país”. Respecto de la actual emergencia, confirmó que el país tiene asegurada la adquisición de “1.800.000 dosis de antivirales, una cifra que supera las necesidades previstas para el mes de julio”.
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