El plan de salvataje debería generar una inversión en capital social para poder prevenir estos problemas en el futuro. Si se trata solo de llevar alimento a la población, no sirve de nada. Si solo se lleva salud, por ejemplo, si se intenta desaparasitar a los niños pero no se les da empleo a las familias, las muertes volverán. Lo que se requiere en este país es una campaña y una política para prevenir la exclusión que genera la marginalidad. Para ello hay que darse una política integral, que no es una intervención puntual: debe ser permanente. Deberían empezar por generarles ingresos a las familias pobres, junto a un conjunto de intervenciones de prevención para atender lo sanitario, lo educativo, el seguimiento del proceso reproductivo, la atención materno infantil sistemática. Entre el lapso en que nace un niño y la escolaridad deben estar presentes las instituciones de seguimiento. Frente a la ausencia de otras instituciones, es un buen paso que haya líderes capacitados para un monitoreo de la situación, siempre que no pongan punteros políticos sino líderes comunitarios.
* Investigador del Conicet y la UBA. Especialista en estructura social del trabajo y desigualdad social.