“Yo trabajo en un Centro de Jubilados y la salud es mi mayor preocupación. Creo que es muy importante participar. Si todos los vecinos nos involucramos los problemas del barrio se pueden solucionar. Por eso vine a ver cómo hay que hacer para integrarme en el presupuesto participativo” (Isabel Avendaño, 62 años, de Boedo).
“El gobierno no nos regaló este plan, fue el pueblo quien lo logró. Por eso ahora debemos aprovecharlo. Como herramienta es muy buena, pero somos los vecinos los que tenemos que darle entidad a esto. No hay que quedarse sólo con que la luz de la calle no funciona. Si somos más podemos exigir a los funcionarios que nos den cuenta de cómo se gasta todo el presupuesto de la ciudad” (Gonzalo Ruanova, 25 años, de Saavedra).
“Me acerqué para participar de este proyecto desde la asamblea de mi barrio. Está bien que decidamos entre todos en qué vamos a gastar el presupuesto pero la cuestión es que el dinero debería ser más. Me interesaría tratar el tema impositivo porque esa es una de las fuentes de este presupuesto que no alcanza” (Patricia Pena, 48 años, de Floresta).
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