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Al menos diez provincias y la ciudad de Buenos Aires tuvieron eco, con distintas intensidades, de lo que sucedía en territorio chileno. “El terremoto se sintió como sismo en casi toda la Argentina”, informó el técnico del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) Mario Figueroa. En las provincias argentinas, el registro del sismo marcó una magnitud de entre 5 y 6 grados en la escala Mercali Modificada, que mide la intensidad con la que el movimiento de tierra es percibida en cada lugar –a diferencia de la escala de Richter, que mide la magnitud a partir de la energía liberada–; en la capital nacional, en tanto, esa magnitud fue de 3 grados. En todas las jurisdicciones, los registros individuales circularon a altísima velocidad en las redes sociales, especialmente en Twitter, donde los testimonios de temblores de tierra fueron acompañados, profusamente, por videos del momento mismo en que se sentían y fotos de evacuaciones en progreso, como las de los pabellones de Ciudad Universitaria en pleno horario de cursada.
Hasta el cierre de esta edición, no se habían reportado daños severos en territorio argentino. “Debe haber producido roturas y daños serios en la zona más cercana al epicentro, pero no tenemos informes de daños ni víctimas en San Juan, Mendoza, Buenos Aires ni en otros lugares de la Argentina”, aseguró Figueroa. Habitantes de Chaco, Salta, Tucumán, La Rioja, Mendoza, Catamarca, Córdoba, San Juan, Santa Fe, San Luis y hasta el norte de la Patagonia reportaron haber sentido algún efecto del terremoto.
El sismo se registró en distintos barrios de la Capital, en donde Defensa Civil recibió más de cien llamados alertando acerca de muebles que se desplazaron, luces parpadeantes y paredes que vibraban. En Caballito, Villa Lugano, Belgrano, Puerto Madero y Ciudad Universitaria, cientos de personas que se hallaban bajo techo se autoevacuaron, mientras que en las redes sociales circulaban videos, fotografías y testimonios de lo que sucedía. Personal de Defensa Civil ayudó en la evacuación de al menos dos torres, una ubicada en Elcano y Crámer, y otra en Loria y Estados Unidos.
San Juan –cuya capital se encuentra a 357 kilómetros de donde se registró el epicentro del terremoto– quedó prácticamente sin servicios de comunicaciones, sin semáforos y con complicaciones en las líneas de electricidad, aunque hasta entrada la noche no se habían reportado víctimas ni daños materiales. En el centro de la capital provincial, los empleados de los comercios corrieron a las calles, la policía detuvo el tránsito vehicular, y los parques y las plazas se poblaron de personas que dejaban los inmuebles por las vibraciones. Las comunicaciones telefónicas, fueran a través de celulares o de líneas fijas, y las conexiones de Internet quedaron interrumpidas al menos hasta treinta minutos después de registrado el sismo.
El Inpres pidió calma y recomendó que, en edificios altos, no se usaran los ascensores sino las escaleras, además de evitar los tendidos de las líneas eléctricas y no correr para evitar accidentes.
En la capital de Mendoza, las paredes de los edificios vibraban y los muebles se movían, por lo que la población se volcó a las calles y los parques aun antes de que se emitiera cualquier indicación oficial al respecto. Autoridades de Defensa civil aseguraron que no se habían registrado víctimas, aunque dos casas en el departamento de Tunuyán sufrieron daños estructurales y, en Las Heras, otra resultó derrumbada, aunque sus habitantes lograron huir antes de que sucediera. En distintos puntos de la provincia, los vidrios de casas y edificios se rompieron por la vibración, en tanto que el Aeropuerto Internacional de la provincia fue cerrado y la gobernación suspendió las claves de los turnos vespertino y nocturno. El servicio de electricidad funcionó normalmente, pero el sistema telefónico resultó colapsado por la cantidad de personas que, al mismo tiempo, intentaban comunicarse con sus familiares, por lo que Defensa Civil recomendó recurrir a mensajes de texto.
En Catamarca, el sismo alcanzó los 5 grados en la escala de Mercalli y se prolongó durante varios minutos. Los pobladores, como en Mendoza, salieron a las calles voluntariamente al comenzar a percibir el temblor, mientras que las autoridades desalojaron instituciones educativas y la casa de gobierno provincial, cuyos trabajadores procuraron ponerse a salvo en la plaza central de la capital. En el departamento de Belén, cayó una medianera de gran altura, aunque no se reportaron heridos.
El sismo duró más de un minuto en Córdoba, cuyos pobladores llamaron a radios y canales de televisión para contar lo que sucedía, al tiempo que se volcaban a parques y plazas para ponerse a salvo. En los edificios, las lámparas y arañas oscilaron durante ese minuto, mientras que, en los supermercados, la mercadería cayó de las góndolas por los movimientos. En la capital del Chaco, en tanto, las vibraciones llevaron a evacuar algunos pisos de la casa de gobierno provincial.
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