El Consejo de la Magistratura tiene actualmente 20 miembros, de los cuales ocho son diputados y senadores (hay cuatro kirchneristas, dos radicales, una del ARI y otro del Partido Renovador). Los demás consejeros son cuatro representantes de los jueces, cuatro de los abogados, dos de los académicos, uno del Poder Ejecutivo y el presidente de la Corte. Esta semana el Senado podría discutir y aprobar el proyecto que ya envió la Comisión de Asuntos Constitucionales que prevé reducir el organismo a 13 integrantes. En este modelo habría seis legisladores, tres jueces, dos abogados, un académico y quedaría el delegado de la Casa Rosada. Saldría el juez supremo. En este contexto el partido político mayoritario, con cinco representantes, tendría la chance de bloquear o desbloquear las decisiones. Con los mecanismos vigentes, los juicios políticos y las sanciones disciplinarias se aprueban con mayoría de dos tercios. Los asuntos presupuestarios y administrativos requieren simple mayoría. Todo este escenario despertó fuertes críticas desde entidades jurídicas y partidos de oposición. Ayer sumó sus reproches Raúl Alfonsín, que dijo que los cambios propuestos obedecen a “una tendencia hegemónica y una baja calidad institucional”.
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