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Domingo, 20 de noviembre de 2005
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EL DESAFIO DE ENCONTRAR UN REMEDIO ORIGINAL

Crecer sin inflación

El autor, profesor de Economía en Suecia, sugiere que hay alternativas para mantener una política expansiva, con salarios crecientes y pobreza en baja.

Por Jorge Buzaglo *
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El fantasma de Friedman todavía escribe las recetas ortodoxas.

En 1996 William Vickrey recibió el Premio Nobel de Economía. Es decir, 20 años después de Milton Friedman, tal vez el más reputado teórico del neoliberalismo. Las recetas de Friedman –el llamado monetarismo– han pasado de moda, pero el “fundamentalismo de mercado”, del cual fue uno de sus más renombrados adalides, todavía se resiste a entregar el alma. A pesar de los estragos que ha provocado, la ideología neoliberal permea todas las mentes, paralizando la búsqueda de soluciones originales al problema de las presiones inflacionarias en una economía como la argentina, en rápido crecimiento.

Veinte años deberían haber sido suficientes para que el modelo neoliberal lanzado por Friedman hubiera pasado de moda, dando lugar al nuevo modelo de Vickrey. William Vickrey estaba enfurecido con la perversa idea, que persiste todavía, de que el único antídoto contra la inflación es la desocupación. A los ojos de un científico sofisticado como él, era como decir que la única cura contra el juanete es la amputación. La desocupación endémica que se instaló junto con las recetas neoliberales es la responsable de la caída del salario real, y del aumento de la pobreza y la desigualdad en todas partes donde se han aplicado. Las flagrantes fragmentación y exclusión sociales son consecuencia de esto.

Las políticas restrictivas de altas tasas de interés e inversión pública reprimida han introducido un freno permanente y un sesgo depresivo a las economías. Tan pronto como el empleo comienza a crecer humanamente y la inversión a acelerarse, vuelve a sobrevolar el fantasma de la inflación. Salen entonces a relucir de nuevo los instrumentos de amputación ofrecidos por el FMI y demás barberos de la economía.

Como en su momento el Chile de Pinochet con Friedman, ¿podrá ser la Argentina la primera en lanzar al mercado de las modas económicas globales el modelo de Vickrey? Sería una suerte para la Argentina y para el mundo. Permitiría mantener una política expansiva, de pleno empleo, con ingresos y salarios crecientes y pobreza y desigualdad en retroceso.

La idea de Vickrey es una simplificación del “Market Anti-inflation Plan” de Abba Lerner, otro famoso economista. La idea consiste en crear un mercado de aumentos de precios. A partir de la creación del mercado de “derechos de inflación”, cada empresa tiene derecho a un volumen inicial de costos directos (o valor agregado). Para aumentar los márgenes iniciales de explotación es necesario comprar “derechos de inflación” en el mercado, o de la autoridad a cargo de la gestión del sistema. Un desafío a la creatividad de economistas, administradores e ingenieros de sistemas.

* Profesor asociado de Economía. Universidad de Estocolmo. Premio Myrdal 1995 de la asociación sueca de economistas. Autor de libros y artículos sobre la economía argentina.

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