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Domingo, 26 de noviembre de 2006
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Nota de tapa

Precios que enferman

La diferencia entre lo que pagan los laboratorios por las drogas en el mercado mayorista y el precio que se vende en farmacias llega al 55.281 por ciento. Ese margen extraordinario, sobre el que el Estado no interviene, dificulta el acceso de la poblaci贸n a los medicamentos. Los precios no s贸lo pueden mantenerse estables con los acuerdos firmados con el Gobierno, sino que podr铆an bajar sin poner en riesgo la rentabilidad del negocio.

Por Fernando Krakowiak
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El Gobierno viene renovando desde diciembre de 2005 acuerdos con laboratorios y droguer铆as para mantener congelados los precios de los medicamentos. Sin embargo, un relevamiento realizado por la Asociaci贸n de Agentes de Propaganda M茅dica (AAPM), al que accedi贸 Cash, muestra que la diferencia entre lo que pagan los laboratorios por las drogas en el mercado mayorista y el precio al que esa misma droga se vende en farmacias llega al 55.281 por ciento. Ese margen extraordinario, sobre el que el Estado no interviene, dificulta el acceso de la poblaci贸n a los medicamentos y le permite a la industria seguir ofreciendo promociones y descuentos, dejando en evidencia que los precios no s贸lo pueden mantenerse estables sino que podr铆an bajar sin poner en riesgo la rentabilidad del negocio.

El an谩lisis de los costos que realiz贸 AAPM se basa en los precios de venta de droga por kilo de una distribuidora que abastece a laboratorios peque帽os y hospitales que tienen producci贸n propia de medicamentos. En el caso de la droga antiulcerosa Omeprazol, el kilo se comercializa a 402 pesos (0,0004 centavos el miligramo). El laboratorio sueco AstraZeneca ofrece una presentaci贸n con la marca Losec de 20 miligranos por 14 unidades, lo que supone un costo de 11 centavos por el total de la droga que incluye esa caja. Sin embargo, en las farmacias el producto se vende a 60,92 pesos. La diferencia entre el precio de la droga al por mayor y lo que paga el consumidor en la farmacia es de 55.281 por ciento.

En el caso del Diazepan, que el laboratorio suizo Roche comercializa con la marca Valium, el precio por kilo es de 235 pesos (0,0002 pesos por miligramo) y la presentaci贸n que se ofrece es de 10 miligramos por 50 unidades, lo que supone 12 centavos por la droga que lleva esa presentaci贸n, pero en la farmacia la caja se vende a 40,48 pesos (33.633 por ciento m谩s). Lo mismo sucede con el hipertensivo Enalapril, que el laboratorio nacional Roemmers vende bajo la marca Lotrial. El costo por kilo al por mayor es de 1296 pesos (0,001 pesos por miligramo). La presentaci贸n en farmacias es de 5 miligramos por 30 comprimidos. Eso significa que el total de droga que lleva esa caja cost贸 19 centavos, pero en la farmacia se vende a 13,80 pesos (7163 por ciento de diferencia). Situaciones similares se repiten con las 100 drogas relevadas en el informe.

Los laboratorios l铆deres no compran la droga por kilo sino por tonelada. Por lo tanto, se supone que el precio que pagan es a煤n menor. Este c谩lculo no contempla los otros gastos que insume el proceso de industrializaci贸n, tales como la mano de obra calificada, el precio de los excipientes que les dan contextura y color a los comprimidos y garantizan su correcta absorci贸n por parte del organismo. Tampoco se toman en cuenta los impuestos, los gastos de packaging y publicidad, ni los m谩rgenes del resto de la cadena pero la brecha es tan abismal que es dif铆cil suponer que esos otros gastos compensen el diferencial de precios.

Los laboratorios tambi茅n suelen justificar esos m谩rgenes extraordinarios haciendo menci贸n al gasto que les insume el proceso de investigaci贸n y desarrollo que llevan adelante para la obtenci贸n de nuevas drogas. En el caso de los laboratorios nacionales ese argumento es dif铆cil de sostener, pues la mayor铆a de las drogas que se comercializan fueron copiadas de multinacionales extranjeras antes de que se sancionara la ley de patentes en el pa铆s. Los laboratorios extranjeros podr铆an defender esa postura, pero la mayor铆a de los medicamentos mencionados como ejemplo tienen d茅cadas de antig眉edad, por lo que ya fueron largamente amortizados.

El mercado de medicamentos es competitivo en apariencia, pues en el pa铆s operan cerca de 280 laboratorios. No obstante, se registra un alto grado de concentraci贸n en las ventas. Apenas veinte empresas controlan cerca del 65 por ciento del mercado, seg煤n la consultora International Market Survey (IMS), especializada en la actividad de la industria. La concentraci贸n aumenta mucho m谩s si se analiza la participaci贸n de las empresas por 谩rea terap茅utica porque no todos los medicamentos compiten entre s铆. Visto desde esta perspectiva, lo que en principio parec铆a un espacio competitivo se transforma en un esquema oligop贸lico donde pocas empresas controlan la producci贸n de cada una de las drogas y defienden su liderazgo con agresivas campa帽as publicitarias que desalientan el ingreso de nuevos jugadores. Este es uno de los motivos que explica los altos m谩rgenes detallados.

El ministro de Salud, Gin茅s Gonz谩lez Garc铆a, intent贸 romper ese esquema impulsando la sanci贸n de ley de prescripci贸n por nombre gen茅rico del medicamento, destinada a que los laboratorios compitieran por precio y no por marca, pero el escenario no se modific贸 demasiado. Los laboratorios nacionales dominan el mercado porque poseen las principales marcas de medicamentos y la mayor铆a de la poblaci贸n sigue optando por la marca antes que por el mejor precio. Adem谩s, la industria local se fortaleci贸 durante la d茅cada del 鈥90 al avanzar sobre el resto de la cadena dominando el proceso de comercializaci贸n y teniendo la 鈥渓lave鈥 para negociar el ingreso a los vadem茅cum de las prepagas, las obras sociales y el PAMI. Los laboratorios extranjeros que desembarcaron en el pa铆s luego de la sanci贸n de la ley de patentes comprendieron esta situaci贸n luego de sufrir algunas derrotas parciales y, a partir de entonces, optaron por asociarse con sus pares nacionales para conseguir una porci贸n del mercado que no est谩 protegido por patentes. Al mismo tiempo se fueron concentrando en determinadas 谩reas terap茅uticas de medicamentos de altos precios que s铆 tienen protecci贸n (ver aparte).

Los investigadores Carlos Vasallo y Rodrigo Falbo destacan en un informe reciente elaborado para el Ministerio de Salud bajo el t铆tulo Din谩mica del mercado de medicamentos. La determinaci贸n del precio, que los tres laboratorios nacionales m谩s importantes (Bag贸, Roemmers y Gador), al que debe sum谩rsele el ascendente grupo Sielecki (laboratorios Elea y Phoenix) son los que 鈥渢ienen una influencia clave en la conducci贸n de esta estrategia, sus alianzas y acuerdos con laboratorios multinacionales generan una articulaci贸n de la oferta m谩s compleja que la observada a帽os atr谩s鈥.

Los laboratorios l铆deres, comandados por los nacionales, organizaron un esquema donde los contratos con obras sociales, prepagas y PAMI los negocian dos gestoras que les responden, llamadas Farmalink y Preserfar, las cuales les otorgan a las prestadoras de servicios de salud descuentos por ingresar los medicamentos al Vadem茅cum. Por ejemplo, los pacientes que est谩n en prepagas y obras sociales tienen descuentos del 40 por ciento en los medicamentos que debe afrontar la prestadora. Sin embargo, de ese 40 por ciento el laboratorio le reintegra un 11 por haber incluido sus medicamentos en el vadem茅cum. Eso sin contar que las farmacias hacen otro descuento por ser incluidas en la cartilla de farmacias. El resultado es que quien termina pagando casi la totalidad del precio real del medicamento es el paciente, de su bolsillo.

En lo que refiere a la estrategia de log铆stica y comercializaci贸n, quienes la llevan adelante en representaci贸n de los laboratorios son cuatro distribuidoras llamadas Disprofarma, Rofina, Farmanet y Globalfarm, que tienen funciones de almacenamiento, transporte, distribuci贸n e incluso venta de medicamentos. All铆 tambi茅n se ponen en juego promociones y descuentos. Esos descuentos tambi茅n se calculan sobre la base del precio que figura en el Manual Farmac茅utico. Por este motivo, para los laboratorios es fundamental que el margen entre costos y precios sea tan amplio, de otra forma no podr铆an incentivar con descuentos al resto de los actores de la cadena para que vendan sus remedios y as铆 poder seguir dominando el mercado.

MEDICAMENTOS DE ALTO COSTO PARA ENFERMEDADES GRAVES

Los que m谩s aumentaron

El segmento del mercado donde los precios aumentaron pese a los acuerdos es el de los medicamentos de alto costo destinados a enfermedades graves como c谩ncer, sida, hemofilia, esclerosis m煤ltiple, diabetes, soriasis y hepatitis. Entre enero y octubre, el laboratorio suizo Roche, l铆der mundial en tratamientos oncol贸gicos, aument贸 el producto Herceptin, para el c谩ncer de mama, de 7014 a 8459 pesos (19 por ciento) y la droga Mabthera de 500 mg. de 8217 a 9059 pesos (10,3 por ciento). En el mismo per铆odo, el medicamento Beriate P de 1000 unidades para hemof铆licos, del laboratorio Aventis Behring, propiedad del grupo australiano CSL, subi贸 de 3250 a 4541 pesos (39,7 por ciento). El producto Igantibe para la hepatitis B, de 1000 unidades por 5 ml, comercializado por el holding espa帽ol Grifols, aument贸 de 2226 a 2627 (18 por ciento). Mientras que el laboratorio estadounidense Bristol increment贸 el precio del Baraclude de 30 comprimidos de 1 miligrano, para pacientes con HIV, de 1275 a 1466 pesos (15 por ciento).

Los laboratorios multinacionales que operan en el pa铆s se est谩n concentrando en esas 谩reas terap茅uticas porque desde el 2000 las innovaciones que se lanzan en el mercado local est谩n protegidas por la ley de patentes, lo que le otorga a su propietario el derecho exclusivo de explotaci贸n con el fin de recuperar la inversi贸n realizada para su desarrollo. La vigencia de la patente, en el caso argentino por un plazo de 20 a帽os, deja sin efecto la posibilidad de recetar ese medicamento por nombre gen茅rico y, por lo tanto, de sustituirlo por otro similar. Por lo general, cada laboratorio tiene un nicho de mercado donde se destaca. Roche y Novartis se especializan en oncolog铆a; Abbott, Glaxo y Bristol en HIV; Serono en esclerosis m煤ltiple y soriasis y Novo-Nordisk en diabetes. La legislaci贸n establece que las obras sociales y prepagas deben cubrir el 100 por ciento del precio de los medicamentos destinados a paliar estas enfermedades. Sin embargo, la cobertura de los nuevos productos que no est谩n incorporados en el Programa M茅dico Obligatorio genera controversias. La Asociaci贸n de Agentes de Propaganda M茅dica denunci贸 que los laboratorios, a trav茅s de m煤ltiples intermediarios, buscan convencer a los pacientes de que sus 煤ltimas innovaciones constituyen el tratamiento m谩s efectivo para enfrentar la enfermedad que padecen y los incentivan a presentar recursos de amparo en la Justicia para exigir el medicamento cuando las obras sociales y prepagas se niegan a financiarlo. Si el juez acepta el amparo, las aseguradoras se ven obligadas a garantizar tratamientos muy costosos. Por ejemplo, en el Congreso Argentino de Dermatolog铆a realizado en agosto de 2004 el laboratorio suizo Serono present贸 el medicamento Raptiva para la soriasis que, seg煤n afirma, act煤a sin producir la toxicidad de otras terapias. El problema es que su presentaci贸n de cuatro dosis para apenas un mes cuesta 8404 pesos. Esto significa que para garantizarle el tratamiento a s贸lo diez personas una aseguradora deber铆a desembolsar m谩s de 1 mill贸n de pesos por a帽o. Como se afirma en la nota central, nadie paga el precio sugerido en el manual farmac茅utico, pero incluso con los descuentos que se negocian este tipo de medicamentos est谩n poniendo en riesgo el esquema de financiamiento existente en el sistema de salud.

MANEJOS DISCRECIONALES

Precios distorsionados

La escasa relaci贸n entre el costo y el precio de los medicamentos qued贸 de manifiesto en los 煤ltimos d铆as cuando el laboratorio estadounidense Merck present贸 en el pa铆s una nueva vacuna llamada Gardasil, contra cuatro tipos de virus de Papiloma Humano, dos de los cuales causan c谩ncer de 煤tero. La vacuna fue aprobada en junio en Estados Unidos y el esquema de tres dosis cuesta all铆 entre 300 y 500 d贸lares. Sin embargo, en Argentina la compa帽铆a estableci贸 un precio sugerido de 2880 pesos generando indignaci贸n en la Superintendencia de Servicios de Salud. La estrategia de descuentos que despu茅s implementan los laboratorios en el pa铆s puede ayudar a explicar esa diferencia.

La arbitrariedad con que se fijan los precios tambi茅n se puede ver al comparar distintas presentaciones de un mismo producto elaborado por el laboratorio Roche. Por ejemplo, el Rivotril de 2 miligramos por 50 comprimidos tiene un precio sugerido de 27,94 pesos y el Rivotril de 0,5 miligramos tambi茅n de 50 comprimidos cuesta... 34,15! Con el Trapax, de laboratorio Wyeth, sucede algo similar. La presentaci贸n de 1 miligrano por 20 comprimidos tiene un precio sugerido de 4 pesos y la caja con 60 comprimidos en lugar de salir 12 pesos o menos, cuesta 20,95 pesos.

El Trifamox de Bag贸 es otro ejemplo donde el precio resulta dif铆cil de explicar. La presentaci贸n de 16 comprimidos de 500 miligramos cuesta 15,72 pesos y la versi贸n bronquial con brovanexina (mucol铆tico) sube a 36,37. Sin embargo, en el caso del jarabe de 250 miligramos por 120 mililitros la versi贸n com煤n sale 27,98 pesos y la bronquial cuesta 21,25 pesos, un 24 por ciento menos.

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