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La situaci贸n de la deuda de los pa铆ses perif茅ricos ha perdido el lugar prioritario de preocupaci贸n que se observ贸 hace muy poco tiempo. Aun las conmovedoras consecuencias en la sociedad parecen olvidarse con facilidad y prevalece en sectores econ贸micos y financieros, al menos por el momento, la idea que los problemas han quedado atr谩s y que existe una suma de condiciones favorables que lleva a interpretar que la 鈥渃risis de la deuda鈥 ha sido superada.
Debe reconocerse que la regi贸n ha vivido en forma repetida desde la d茅cada del 鈥70 ciclos de auge y fervor especulativo que derivaron en cat谩strofes financieras y ajustes econ贸micos y sociales sever铆simos, en paralelo con la mayor internacionalizaci贸n, privatizaci贸n y apertura de los mercados de capitales nacionales. Cada per铆odo de exposici贸n creciente al mercado financiero internacional fue interpretado por organismos multilaterales y analistas del establishment como muestra de modernizaci贸n, competencia, internacionalizaci贸n y de condiciones favorables in茅ditas 鈥揺n la actualidad, se hace referencia a los cambios virtuosos provocados por la creciente incidencia de China e India鈥 para recrear bases para superar el subdesarrollo y el atraso.
Por cierto, m谩s all谩 del renacido optimismo actual, las lecciones del pasado reciente est谩n bien presentes. El final reiterado de cada ciclo expansivo ha sido no s贸lo el deslinde de responsabilidades por el vaciamiento, sino la demanda de socializaci贸n de sus consecuencias con m谩s ajustes: los mayores saltos de crecimiento del endeudamiento p煤blico han reflejado cada desmadre.
El creciente rechazo de los pueblos contra las consecuencias de las pol铆ticas de apertura y desnacionalizaci贸n financiera se asienta entonces en una dura y repetida experiencia com煤n. Sin duda, la muy oportuna iniciativa de Venezuela del Banco del Sur puede llegar a abrir para Am茅rica latina 鈥渦na nueva l贸gica financiera de la regi贸n, enfocada a la cooperaci贸n y al desarrollo y a la integraci贸n de una gran naci贸n鈥. La simple formulaci贸n de la necesidad de una instituci贸n alternativa, aunque resulte muy importante, no alcanza. En tal perspectiva, el debate sobre la formulaci贸n institucional, recursos, pol铆ticas, condiciones operativas y de gesti贸n de una banca alternativa 鈥渟ur-sur鈥 tiene importancia central.
Por lo pronto, hay preguntas que deben ser claramente planteadas: 驴se apunta s贸lo a la creaci贸n de una instituci贸n complementaria y/o en competencia con entidades multilaterales internacionales, regionales o privadas y un esquema de mercados financieros abiertos, desregulados y altamente expuestos a r谩pidos e inciertos movimientos globales de capitales e inestabilidad cambiaria? 驴Se aspira a la simple repetici贸n del esquema de los bancos de desarrollo y fomento en auge en las d茅cadas del 鈥60 y 鈥70 que, debe reconocerse, acarre贸 tambi茅n una repetida din谩mica perversa de vaciamiento, transferencia regresiva de capitales e ingresos, corrupci贸n y un gigantesco endeudamiento p煤blico? 驴Es factible y realista proponerse avanzar en este momento en la creaci贸n de un sistema financiero p煤blico 鈥渟ur-sur鈥 alternativo que apuntale la autonom铆a y la complementaci贸n regional econ贸mica, incluyendo la perspectiva de una moneda com煤n?
El impulso inicial del Banco del Sur ha pasado de ser una mera y sencilla idea-fuerza general a una iniciativa que ha ido ganando en los 煤ltimos meses fuerza, inter茅s y hasta pasos concretos para su concreci贸n. Generar una nueva arquitectura financiera alternativa es un desaf铆o enorme. El debate en torno del Banco del Sur no es en relaci贸n con una expresi贸n ut贸pica o irrealizable de ideas, sino que avanza y sintetiza el entrelazamiento de movilizaci贸n, tomas de posici贸n y reacciones en desarrollo hoy en Am茅rica latina con las duras lecciones de la historia en las 煤ltimas d茅cadas.
Una nueva estructura financiera intrarregional debe partir de una clara diferenciaci贸n de objetivos, organizaci贸n, normativa, operatoria y control democr谩tico publico respecto a las entidades financieras multilaterales cuestionadas como el FMI, el Banco Mundial y el BID. Son aspectos claves a contemplar: a) su exclusivo car谩cter p煤blico, b) la participaci贸n igualitaria de pa铆ses de mayor y menor envergadura econ贸mica, c) el objetivo central de canalizar la captaci贸n, el ahorro regional para financiar proyectos clave de desarrollo y sociales y no competir en desigualdad de condiciones en el mercado financiero internacional, y d) establecer una gesti贸n eficiente y cuidadosa de recursos, con transparencia informativa y el control democr谩tico permanente.
En una era de mercados globalizados, crear condiciones y alternativas financieras para Am茅rica latina no es una tarea simple. Adem谩s, el camino del Banco del Sur no puede estar desvinculado de una perspectiva insoslayable de complementaci贸n financiera que apunte a una moneda com煤n.
Jorge Marchini: Profesor Titular de Econom铆a, Universidad de Buenos Aires-CBC. [email protected]
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