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La apertura comercial es una condici贸n necesaria para el desarrollo econ贸mico, prescribe el recetario neoliberal. Sin embargo, Estados Unidos y tambi茅n Gran Breta帽a fueron proteccionistas en sus estadios iniciales de desarrollo. Actualmente existe la Organizaci贸n Mundial del Comercio (OMC) que promueve la liberalizaci贸n. Ese organismo fue resultado de un largo proceso iniciado en 1947 en La Habana (Cuba). En esa ciudad, un conjunto de naciones se reuni贸 para crear la Organizaci贸n Internacional del Comercio. La iniciativa naufrag贸 debido al rechazo de Estados Unidos a suscribir los acuerdos alcanzados. Sin embargo, los pa铆ses intervinientes adoptaron (como marco jur铆dico regulador del comercio de mercanc铆as) el Cap铆tulo IV de los estatutos de la ef铆mera instituci贸n. Esa estructura normativa es conocida mundialmente como el Acuerdo General de Comercio y Aranceles o con las siglas GATT (en ingl茅s).
Desde entonces se desarrollan reuniones peri贸dicas (conocidas con el nombre de 鈥淩ondas鈥) que negocian cuestiones relativas al comercio internacional. En 1994, al finalizar la Ronda Uruguay del GATT, las naciones participantes acordaron la necesidad de alcanzar una mayor institucionalidad. Nace la Organizaci贸n Mundial del Comercio con objetivos ambiciosos: regular la circulaci贸n de bienes comerciales, los servicios, las inversiones, la propiedad intelectual y las compras gubernamentales.
En 1999, la flamante instituci贸n sufre un duro rev茅s al fracasar la reuni贸n convocada en Seattle, en Estados Unidos, que intentaba profundizar la liberalizaci贸n comercial mundial. Dos a帽os m谩s tarde se lanza la Ronda de Doha, en la ciudad de Qatar, para superar el fracaso de Seattle. Otra reuni贸n ministerial convocada en Canc煤n (en 2003) termina en una nueva frustraci贸n. El motivo principal que impidi贸 el progreso de las negociaciones fue el tema agr铆cola. Por un lado, los estadounidenses y europeos mostraron inflexibilidad para disminuir los cuantiosos subsidios que destinan a sus agricultores. Como respuesta, los pa铆ses menos desarrollados se negaron a realizar concesiones en los rubros servicios y bienes industriales.
En la 煤ltima Conferencia Ministerial, que se realiz贸 en Hong Kong en 2005, los pa铆ses centrales prometieron la eliminaci贸n de subsidios reci茅n para 2013. Ante esa propuesta, los pa铆ses que conforman el grupo de los 20 (entre ellos la Argentina, Brasil, India, China) exigieron avances concretos antes de seguir con las discusiones. El resultado fue el estancamiento de las negociaciones. A fin del a帽o pasado, las autoridades de la OMC intensificaron los esfuerzos para salvar a la Ronda. En su informe al Consejo General de la OMC presentado el 7 de febrero de 2007, el director general Pascal Lamy afirm贸: 鈥淟as condiciones pol铆ticas son ahora m谩s favorables para la conclusi贸n de la Ronda de lo que han sido en mucho tiempo鈥. Con nuevos 铆mpetus, el 20 de abril el Comit茅 de Negociaciones Comerciales de la OMC se reuni贸 para impulsar la reanudaci贸n de las negociaciones. Sin embargo, en los 煤ltimos meses el relanzamiento de la Ronda de Doha pareci贸 desvanecerse por la oposici贸n del G-20. Por su parte, las autoridades de la OMC siguen presionando para que la Ronda no culmine en un nuevo fracaso.
La posibilidad de reflotar estas negociaciones reaviva la pol茅mica con respecto a si la reanudaci贸n de la Ronda puede favorecer a los pa铆ses perif茅ricos. Mientras algunos sostienen que el libre comercio beneficia a todos los pa铆ses que lo practican, otros denuncian que lo 煤nico que ha generado es una profundizaci贸n de la injusticia y la pobreza. Estas opiniones irreconciliables conviven con posturas intermedias que plantean que el comercio, bajo ciertas condiciones, puede sacar de la pobreza a millones de personas. Las asimetr铆as reinantes disparan el interrogante acerca de cu谩l puede ser el futuro de los sectores econ贸micos menos din谩micos, con independencia de que tengan alg煤n tipo de apoyo gubernamental. Dani Rodrik, de la Universidad de Harvard, plantea en su trabajo Pol铆tica industrial para el siglo XXI que el prop贸sito de las reglas internacionales no debe ser imponer reglas comunes a todos los pa铆ses sino aceptar esas diferencias y regular un intercambio beneficioso para todos.
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