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Frente a la persistencia de las subas de precios, el Gobierno decidi贸 seguir interviniendo en el mercado l谩cteo. Esta vez les toc贸 a los precios primarios. La Secretar铆a de Comercio Interior exigi贸 a las usinas que paguen unos 10 centavos menos por la materia prima, la leche fluida que compran a los tamberos, con lo que los valores primarios deber铆an bajar de m谩s de 80 a 73 centavos. El instrumento de presi贸n es el bloqueo de las exportaciones, una posibilidad habilitada recientemente por el Ministerio de Econom铆a a trav茅s de la resoluci贸n 370, que permite v铆a la Oncca autorizar o no los embarques. Nada m谩s eficiente, pues en la exportaci贸n est谩 la crema del negocio a pesar de que el grueso de la producci贸n se comercialice en el mercado interno.
En principio, la decisi贸n de bajar precios primarios parece extra帽a. En la cadena l谩ctea, los tamberos son el eslab贸n m谩s d茅bil y tradicionalmente padecieron el oligopsonio de las usinas, que desde siempre tuvieron la capacidad de fijar precios. Pero esta vez, literalmente, el clima no acompa帽贸. Se proyecta que en 2007, la producci贸n lechera caer谩 un 6 por ciento, lo que supone un d茅ficit de oferta en un contexto de demanda local y global creciente. La explicaci贸n principal, seg煤n los especialistas, no es precisamente el desincentivo econ贸mico, sino los problemas clim谩ticos (inundaciones) padecidos en muchas de las principales cuencas lecheras. Frente a la menor oferta de materia prima las usinas aceptaron los mayores precios de los tamberos y la diferencia no tard贸 en llegar a las g贸ndolas. Comercio Interior lo advirti贸, analiz贸 la cadena y decidi贸 intervenir. Una intervenci贸n que parece 鈥渁l rev茅s鈥, pero a la que vale la pena acercar la lupa.
En la actual estructura de subsidios para contener precios, los tamberos fueron compensados con 76,5 millones de pesos. Foto: AFPEn 2006 se elaboraron casi 1700 millones de litros de leche fluida superando por primera vez el pico de 1624 millones alcanzado en 2000. El piso productivo se hab铆a tocado en 2003, con algo menos de 1400 millones de litros. El promedio del 煤ltimo lustro de los 鈥90 fue de 1500 millones de litros. El consumo anual per c谩pita pas贸 de un m谩ximo de 43,5 en 2000 a un piso de 37,45 litros en 2003 para estabilizarse en 43 litros en 2006. En los 煤ltimos tres a帽os la poblaci贸n creci贸 en algo m谩s de un mill贸n de habitantes, de 37,87 a 38,97 millones. Tambi茅n aumentaron las exportaciones. En 2003, medido a los subvaluados valores FOB, se exportaron 123,6 millones de d贸lares y en 2006, 792 millones, bastante m谩s del doble que el promedio de lo registrado en los 鈥90.
Mantener el consumo interno creciente de una poblaci贸n creciente y con ca铆da (interanual) de la oferta primaria tuvo su costo: las exportaciones de los 10 primeros meses de 2007 frente a igual per铆odo de 2006 registraron una ca铆da del 11 por ciento. No obstante, si se deja la coyuntura y se observa la evoluci贸n estructural se detecta un crecimiento significativo en el mediano plazo.
En cuanto a los precios agropecuarios, de acuerdo con la publicaci贸n M谩rgenes Agropecuarios, en abril de 2002 se pagaba a los tamberos 7 centavos de d贸lar por litro de leche; en 2003, 15 centavos; en 2005, 16 centavos; en 2006, 16,5 y en el mismo mes de 2007, 24 centavos de d贸lar. Los 83 centavos de peso que llegaron a pagarse en noviembre equivalen a 26,6 centavos de d贸lar. Los 73 centavos de peso que pretende Comercio Interior son unos 23 centavos de d贸lar, bastante m谩s que lo que se pagaba en abril y, adem谩s, el valor que los tamberos establecieron como el necesario para obtener rentabilidad antes de las compensaciones. A ello se debe agregar que, en el contexto de la actual estructura de subsidios para contener precios, los tamberos fueron compensados con 76,5 millones de pesos. Las usinas tambi茅n tuvieron lo suyo: 102,7 millones de pesos.
M谩s all谩 de las modas comunicacionales y los gustos de estilo, en una econom铆a con mercados oligop贸licos y con tendencias inflacionarias, si el secretario de Comercio Interior resultase simp谩tico a determinadas empresas y sectores muy probablemente deber铆a ser despedido. Quiz谩 una virtud de la actual administraci贸n haya sido concentrar los descontentos por algunas intervenciones en un solo funcionario. No obstante, la intervenci贸n no deber铆a dejar de incorporar el dato de una producci贸n estancada.
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