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Domingo, 30 de noviembre de 2008
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Agro > Impacto de la crisis en el sector agropecuario

Precios y cantidades

La inestabilidad financiera internacional alteró la ecuación económica de los productores del campo.

Por Claudio Scaletta
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En octubre, los precios de commodities todavía se mantenían el 39 por ciento por encima de un año antes.

La crisis financiera internacional, al derrumbar los precios de los commodities agropecuarios, puso en primer plano uno de los problemas “ocultos” del auge exportador del agro de los años recientes. Buena parte del aumento de las exportaciones derivó del efecto precios y no de las mayores cantidades enviadas al exterior. La explicación es conocida, pero vale la pena repetirla para interpretar su reversión. La burbuja de precios en los mercados inmobiliarios llevó a una desconfianza en el dólar y al vuelco de los recursos que salían de posiciones en la divisa estadounidense hacia los mercados de commodities y a terceras monedas, como el euro. El dólar se depreció. El aumento del crudo apuntaló la política del Banco Central Europeo de valorizar el euro para facilitar el pago de las importaciones petroleras. La gran paradoja, explicada entre otras razones en el complejo entramado financiero internacional, en el que por ejemplo economías muy fuertes como la China poseen grandes reservas en dólares, fue que frente a los temores de recesión mundial disparados por la crisis en el centro, los fondos especulativos comenzaron a salir de los commodities para refugiarse en el dólar. Desde entonces, el proceso al que asistió el mundo fue el despeje del componente especulativo del precio de los commodities, aunque no es desechable la teoría del péndulo para algunas sobrerreacciones, como el desplome del crudo en torno de los 50 dólares.

El resultado es que el retroceso de precios de la economía mundial no parece apto para cardíacos. Si en medio de la remota discusión por las retenciones móviles alguien hubiese pronosticado que el debate se volvería estéril porque a fin de año la soja costaría menos de la mitad, su sanidad mental hubiese sido puesta en tela de juicio. Hoy sólo queda la nostalgia de cuando se discutía por la abundancia.

Para colmo, los últimos datos del Intercambio Comercial comenzaron a mostrar que el desincentivo de precios también llegó a las cantidades: el último mes, el volumen exportado de commodities agrícolas cayó un 27 por ciento en relación con octubre de 2007. Lo notable es que el componente especulativo aún no se despejó del todo, porque en octubre los precios todavía se mantenían el 39 por ciento por encima de un año antes.

Siempre en términos interanuales, las ventas de semillas y frutos oleaginosos mostraron una caída del 22 por ciento en volumen. Las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) lo hicieron el 16 por ciento.

Muchas fueron las explicaciones del efecto de la crisis financiera de los países centrales en la economía argentina. Seguramente muchas serán las que vendrán, pero hay pocas dudas de que los sectores más beneficiados por el efecto precios en años recientes serán ahora los más afectados. Es posible que el perpetuo lamento sectorial se base, por primera vez desde la salida de la convertibilidad, en datos reales. El giro, inesperado en el sector hasta hace muy poco, significa también un cambio en la relación de fuerzas en la puja con el Gobierno, del que el agro necesitará en 2009.

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