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Domingo, 12 de julio de 2009
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La posibilidad de enfrentar con éxito la pobreza rompiendo reglas tradicionales

Préstamos a mendigos, ladrones y prostitutas

Por Marta Bekerman *
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Ingrid Munro, de Jamii Bora.

Hace diez años Ingrid Munro comenzó a ofrecer préstamos a 50 mendigas pertenecientes a un barrio pobrísimo de Nairobi, Kenia. Así fue como nació la institución Jamii Bora** cuyo accionar no sólo desafía las reglas del sector bancario comercial, sino también las del saber convencional de las microfinanzas. Además de mendigos, esta institución otorga hoy préstamos a ladrones y prostitutas y ha crecido hasta alcanzar 235.000 miembros. Tuve oportunidad de conversar con esta maravillosa mujer en ocasión de la Cumbre Regional del Microcrédito para América latina y el Caribe que se realizó en Cartagena de Indias en la primera semana de junio de 2009. Escuchar su mensaje y conocer su experiencia puede darnos una inyección de optimismo sobre las posibilidades que puede encontrar el ser humano cuando se plantea, de corazón, ayudar a otros a recuperar su dignidad.

Ingrid cuenta con gran satisfacción que, entre las 50 mendigas iniciales, había una mujer que ahora tiene seis negocios y 62 empleados. También destaca el caso de un ladrón, que era uno de los criminales más buscados en el barrio. Este ladrón recibió un préstamo inicial de 20 dólares y hoy tiene cuatro negocios y ha convencido a cientos de jóvenes de abandonar el crimen. Además afirma que “yo siempre sentí que los pordioseros eran el grupo al que menos atención se brindaba y que necesitábamos hacer algo para mejorar su situación. Es que los más desesperados son quienes más necesitan las microfinanzas y nosotros hemos demostrado que pueden manejarlas. Que no necesitan caridad, porque la caridad es una manera de mantener abajo a las personas. Una de las mujeres me dijo: ‘Tú eres la única que entiende que también somos buenas madres. Amamos a nuestros hijos, también somos buenas familias’. Y fue entonces que se nos ocurrió poner a la institución el nombre Jamii Bora, que significa ‘buenas familias’ en swahili”.

A principios del año 2001 se encontraron con que algunas personas estaban retrasándose con sus pagos. Las visitaron y encontraron que el 93 por ciento de ellas tenía una persona internada en el hospital. Entonces comprendieron que esta situación que generaba tanta vulnerabilidad era algo que tenían que resolver. Consultaron entonces con empresas aseguradoras de la salud pero les cobraban una cuota muy alta por afiliado, por lo que decidieron que la institución brindaría ese servicio en forma directa a un costo de 16 dólares por año. Esto lo hicieron por medio de una asociación con uno de los grandes hospitales de misiones en Nairobi.

Las primeras cincuenta mendigas hablaron con otras y las fueron atrayendo. Luego pudieron viajar a sus pueblos de origen y así se fueron incorporando sucursales de la institución en distintas áreas rurales. Lo que se inició con cincuenta mendigas en 1999 ya lleva prestados 41 millones de dólares y cuenta en la actualidad con 235.000 socios. Jamii Bora ha crecido hasta convertirse en la institución microfinanciera más grande en Kenia, apoyando a los más sectores más pobres. El lema de Ingrid Munro es que el fin de la pobreza requiere romper reglas para lograr lo que otros “asumen como imposible”. Su fidelidad a este lema le ha permitido alcanzar lo que puede considerarse un logro extraordinario: haber creado una institución que permite a los miembros más indigentes de la sociedad construir vidas dignas para ellos y sus familias.

* Investigadora de la UBA y del Conicet y presidenta de la Asociación AVANZAR (www.avanzar.org.ar)
** www.jamiibora.org

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