Domingo, 30 de marzo de 2003
RENEGOCIACION DE CONTRATOS
Asignatura pendiente
Lavagna dilat贸 las nuevas reglas de juego con las privatizadas, preocupado s贸lo por subir tarifas. Legado para el pr贸ximo gobierno.

Con las privatizadas, Roberto Lavagna se allan贸 a las presiones de los organismos y de los pa铆ses de origen de esas empresas.
Por Daniel Azpiazu y Mart铆n Schorr *
La peculiar estrategia renegociadora que ha venido desplegando el gobierno de Duhalde con las privatizadas ha revelado una ostensible sumisi贸n frente al poder de lobbying de las empresas. Y tambi茅n a la presi贸n de los organismos multilaterales de cr茅dito y de los propios gobiernos de los pa铆ses de origen de esas compa帽铆as. As铆, mientras que en varios sectores se mantuvo la dolarizaci贸n de parte sustantiva de los ingresos empresarios, en otros no se encar贸 una revisi贸n integral de los contratos, tal como hubiera correspondido de haberse respetado el 鈥渆sp铆ritu鈥 y la 鈥渓etra鈥 de la Ley de Emergencia. En realidad, toda la renegociaci贸n termin贸 focaliz谩ndose casi de manera exclusiva en la cuesti贸n tarifaria.
El Gobierno despleg贸 una estrategia consistente, en muchos casos, en dilatar todo lo posible el proceso de renegociaci贸n, dejando as铆 una pesada herencia para la pr贸xima administraci贸n. Esta deber谩 encarar una ardua tarea que, no obstante, seg煤n sea la forma en que se la realice, permitir谩 revertir 鈥搊 no鈥 una de las mayores inequidades econ贸mico-sociales a las que asisti贸 la Argentina en los 煤ltimos a帽os: los desmedidos privilegios de que gozaron las privatizadas.
En tal sentido, la primera e insoslayable tarea a encarar por el nuevo gobierno deber铆a ser la de postergar, por la v铆a parlamentaria, la vigencia de la Ley de Emergencia en todos aquellos art铆culos que, directa o indirectamente, se vinculan con la actividad de las privatizadas. En principio, muchas de esas firmas han hecho reserva de sus derechos y, de no mediar alguna ley espec铆fica, podr铆an llegar a reclamar el retorno a la 鈥損rivilegiada, para sus intereses鈥 situaci贸n vigente antes de la sanci贸n de la Ley de Emergencia. Previo a encarar un replanteo integral de la relaci贸n Estado-privatizadas en el campo normativo y regulatorio, es indispensable contar con el contexto legal que permita desarrollar todas aquellas acciones tendientes a la formulaci贸n de una nueva y distinta pol铆tica en torno del papel que se le asigne a las empresas privatizadas en el escenario de la posconvertibilidad.
En paralelo, y contraponi茅ndose a la debilidad estatal puesta de manifiesto durante las renegociaciones encaradas por Duhalde, se torna imprescindible la revisi贸n integral de todos los incumplimientos empresarios registrados en los 鈥90. Ello adquiere particular trascendencia en aquellos casos que justifican sobradamente la caducidad o la rescisi贸n de los respectivos contratos. Ante tal circunstancia cabr铆a convocar a un plebiscito de forma que sea la sociedad la que defina qu茅 empresas/servicios se reprivatizan o si, por el contrario, retornan a la conducci贸n estatal. Esto 煤ltimo, bajo condiciones muy distintas de las de otrora, donde el gerenciamiento calificado y un estricto control por parte de los trabajadores y de los consumidores subordine por completo los espurios intereses pol铆ticos y econ贸micos que, en su momento, aportaron argumentos s贸lidos a los promotores de las privatizaciones.
Esta eventual recuperaci贸n, por parte del conjunto de la sociedad, del control sobre las estrat茅gicas prestatarias de servicios p煤blicos se contrapone con las propuestas realizadas por varios candidatos presidenciales que propugnan la reestatizaci贸n de diversas compa帽铆as privatizadas. Las mismas han sido alentadas por un n煤mero importante de los actuales agentes privados propietarios, licenciatarios o concesionarios de las ex empresas p煤blicas que, ante el nuevo escenario que se configur贸 en el pa铆s a partir del abandono de la convertibilidad, proponen terminar de cerrar el privilegiado proceso de acumulaci贸n y reproducci贸n del capital que registraron durante la d茅cada de los 鈥90, mediante una peculiar reestatizaci贸n de los servicios privatizados. Se trata de una propuesta por la cual los privados no se har铆an cargo de los incumplimientos contractuales verificados, al tiempo que el Estado tendr铆a que asumir como propios los fenomenales niveles de endeudamiento externo de las compa帽铆as. Ello no constituye un dato menor si se considera que, en el marco de la crisis m谩s aguda y prolongada de la historia contempor谩nea del pa铆s, el Estado se encuentra virtualmente quebrado, con lo cual dif铆cilmente cuente con los recursos necesarios para hacerse cargo de empresas que, en muchos casos, est谩n contablemente quebradas y que prestan los servicios con niveles de calidad muy inferiores a los acordados contractualmente.
En definitiva, antes de encarar cualquier propuesta vinculada con la problem谩tica regulatoria en su sentido m谩s estricto, se torna indispensable la revisi贸n de todo lo actuado en la materia. Es m谩s, la misma deber铆a retrotraerse al inicio de actividad de cada una de las empresas prestatarias de los servicios de forma de identificar 鈥搚 sancionar, cuando as铆 correspondiere鈥 todos los incumplimientos, ilegalidades y conductas que presupongan el abuso de posici贸n dominante o el ejercicio de pr谩cticas desleales y/o anticompetitivas que contravengan las disposiciones legales. Reci茅n despu茅s de haber avanzado en ese terreno se contar谩 con suficientes elementos de juicio como para avanzar en la necesaria redefinici贸n de todo el entramado normativo y regulatorio relacionado con los servicios p煤blicos y, eventualmente, en la revocaci贸n de los contratos con varias de las actuales empresas prestatarias.
* Investigadores del Area de Econom铆a y Tecnolog铆a de la FLACSO-Sede Argentina.
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