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Domingo, 20 de abril de 2003
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Espejitos de colores

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Por Fernando Krakowiak

Los candidatos presidenciales han venido formulando numerosas propuestas para intentar sacar una luz de ventaja sobre sus oponentes a s贸lo una semana de las elecciones. Saben que para lograrlo lo mejor es prometer lo que la mayor铆a de la poblaci贸n desea. Por lo tanto, las alternativas para generar empleo se convirtieron en uno de los ejes centrales de la campa帽a. Se prometieron planes de forestaci贸n, canalizaci贸n de r铆os, construcci贸n de viviendas, extensi贸n de rutas y v铆as, levantamiento de puentes y hasta la reducci贸n de los aportes patronales y la flexibilizaci贸n de las leyes laborales. La promesa m谩s audaz fue formulada por Adolfo Rodr铆guez Sa谩: en los 125 puntos de su programa se afirma que si llega al gobierno implementar谩 un plan de obras p煤blicas para eliminar la desocupaci贸n en seis meses. N茅stor Kirchner no quiso quedarse atr谩s e incluy贸 entre sus propuestas un plan de viviendas para generar cinco millones de empleos. Carlos Menem prometi贸 un 鈥渢rabajazo鈥 para hacer descender la desocupaci贸n a un d铆gito. Elisa Carri贸 no se anim贸 a arriesgar una cifra, pero tambi茅n pronostic贸 una ca铆da del desempleo en caso de ser Presidente. Mientras que L贸pez Murphy asegur贸 que crear谩 las condiciones para que se genere un 鈥渃铆rculo virtuoso鈥 que incentive el empleo privado. Tanto derroche de optimismo no se corresponde, sin embargo, con la opini贸n que sostienen reconocidos especialistas en pol铆tica de empleo, los cuales negaron ante Cash la posibilidad de que pueda concretarse un descenso abrupto de la desocupaci贸n en el corto plazo.
Desde vertientes ideol贸gicas opuestas, todos coinciden en que la destrucci贸n del empleo iniciada a comienzos de los 鈥90 alcanz贸 tal magnitud que, en el mejor de los casos, s贸lo se podr铆a esperar un descenso de la desocupaci贸n de entre 1 y 2 puntos por a帽o. En octubre, la tasa de desempleo fue del 23,6 por ciento si se incluyen entre los desocupados a los receptores del Plan Jefas y Jefes. Por lo tanto, si la leve recuperaci贸n que sobrevino al derrumbe se transforma en una reactivaci贸n sostenida, la desocupaci贸n podr铆a descender el pr贸ximo a帽o apenas por debajo del 20 por ciento, pero no m谩s.
Para llevar la tasa de desocupaci贸n a un d铆gito la econom铆a deber铆a crecer al 7 por ciento anual durante los pr贸ximos diez a帽os. Si el crecimiento del PBI fuera del 5 por ciento, cifra superior a la pronosticada para este a帽o, el desempleo apenas descender铆a al 16 por ciento en el 2011. Si el crecimiento fuera menor la desocupaci贸n aumentar铆a. Cabe aclarar que la Argentina no atraviesa una d茅cada de crecimiento sostenido desde el per铆odo 1964-1974.
Esa tasa de desempleo fue proyectada por la Central de los Trabajadores Argentinos tomando en cuenta un crecimiento de la poblaci贸n econ贸micamente activa del 2,1 por ciento, id茅ntica a la de la d茅cada pasada, y una elasticidad empleo-producto del 0,5 por ciento, que duplica la elasticidad de 0,26 por ciento vigente durante los 鈥90. Esto significa que por cada punto de crecimiento del PBI el empleo subir铆a medio punto y no un cuarto de punto, como ocurri贸 en los 煤ltimos a帽os. La elasticidad elegida tambi茅n supera el promedio hist贸rico de 0,44 por ciento que registr贸 la Argentina entre 1900 y finales de los setenta. Para completar un cuadro optimista, se decidi贸 incluir entre las hip贸tesis la improbable posibilidad de que durante la d茅cada actual se consolide un crecimiento promedio del 7 por ciento del PBI. Pero ni as铆 se pudo obtener como resultado un escenario similar al imaginado por los entusiastas candidatos.
Las restricciones que atraviesa la econom铆a argentina son conocidas, pero igual los aspirantes a la presidencia proponen crear millones de empleos en pocos meses a trav茅s de la implementaci贸n de ambiciosos planes de obras p煤blicas que dejar铆an en rid铆culo a los faraones egipcios.
Entre las iniciativas m谩s llamativas se destaca una de Carlos Menem para construir un tren 鈥渂ioce谩nico鈥 capaz de conectar Argentina con Chile. El proyecto contrasta con lo ocurrido durante sus diez a帽os de gobierno, cuando las v铆as 煤tiles se redujeron de 35 mil a 8 mil kil贸metros y el n煤mero de personas empleadas en el ferrocarril cay贸 de 95 mil a 13 mil.
Otra apuesta fuerte es la de Rodr铆guez Sa谩, quien en su programa prometi贸, adem谩s de canalizaci贸n de r铆os y construcci贸n de viviendas, la creaci贸n de un mill贸n de empleos a partir de la puesta en pr谩ctica de un Plan Nacional de Forestaci贸n. La meta es plantar 鈥1200 millones de 谩rboles en los primeros seis meses de gobierno鈥. Si el candidato puntano gana las elecciones, para cumplir el objetivo deber铆a plantar 6,6 millones de 谩rboles por d铆a de manera ininterrumpida durante medio a帽o. La misi贸n parece imposible, pero Rodr铆guez Sa谩 afirm贸 que quienes no le creen es porque 鈥渘o se atreven a so帽ar鈥.
N茅stor Kirchner pareci贸 en un comienzo no querer sumarse a la catarata de promesas. Sin embargo, hace pocos d铆as difundi贸 un programa donde se asegura que pondr谩 en marcha un plan 鈥渘eokeynesiano鈥 de obras p煤blicas que incluya la construcci贸n de 鈥渢res millones de viviendas para generar cinco millones de puestos de trabajo鈥. El candidato oficialista pareciera contemplar un crecimiento fuerte de la poblaci贸n econ贸micamente activa, pues si no fuera as铆 los empleos propuestos ser铆an m谩s de los necesarios para terminar con la desocupaci贸n.
La candidata del ARI, Elisa Carri贸, tambi茅n prometi贸 un incremento de las obras p煤blicas para impulsar un descenso significativo del desempleo. Entre las actividades se destaca la construcci贸n de viviendas sociales, planes de forestaci贸n, extensi贸n de redes de agua y cloacas y construcci贸n de caminos. Adem谩s, en el programa se afirma que se alentar谩 鈥渓a conformaci贸n de asociaciones locales que configuren sistemas productivos para generar empleo en pymes鈥, aunque sin dar mayores precisiones sobre c贸mo lograrlo.
Otra de las propuestas fue formulada por Ricardo L贸pez Murphy, quien prometi贸 reducir los aportes patronales y profundizar la flexibilizaci贸n laboral para favorecer 鈥渓a entrada y salida鈥 de los trabajadores del mercado. La iniciativa no es novedosa. Durante la d茅cada del 90 se sancionaron numerosas leyes y decretos para eliminar las 鈥渞igideces del sistema鈥. Se fijaron 鈥減er铆odo de prueba鈥, 鈥渃ontratos de aprendizaje鈥 y 鈥渕odalidades promovidas鈥 para poder tomar trabajadores sin necesidad de pagar aportes patronales, aguinaldos, vacaciones, jubilaci贸n, licencias ni indemnizaciones. Adem谩s, entre 1993 y 1999 las contribuciones patronales cayeron del 33 al 17,5 por ciento en promedio. Sin embargo, la desocupaci贸n continu贸 aumentando. La 煤ltima iniciativa tendiente a generar empleo reduciendo los aportes la concret贸 Domingo Cavallo en junio de 2001, cuando introdujo los Planes de Competitividad que permitieron computar a cuenta de IVA toda la contribuci贸n patronal, salvo el 5 por ciento de las obras sociales. La alquimia propuesta por el ex superministro tampoco funcion贸 y encima gener贸 una p茅rdida fiscal estimada en 1000 millones de pesos anuales.
Menem tambi茅n propuso la disminuci贸n de los aportes patronales, pero no para subsidiar a las empresas sino para aumentar el salario de bolsillo de los trabajadores en un 30 por ciento. La iniciativa implica un riesgo fiscal fuerte, pero adem谩s s贸lo alcanzar铆a a los empleados registrados, cifra cercana al 40 por ciento.
La recomposici贸n del salario real para el conjunto de los trabajadores aparece como una tarea mucho m谩s dif铆cil de concretar mientras persista una desocupaci贸n alta que sirva para disciplinar a los que tienen empleo. Los especialistas aseguran que cualquier modificaci贸n en el escenario laboral por positiva que fuere ser谩 irremediablemente lenta. Sin embargo, los candidatos desbordan entusiasmo y prometen una r谩pida recuperaci贸n para generar esperanzas entre las millones de personas que perdieron el trabajo y apuestan al voto para modificar su situaci贸n.

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