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Domingo, 3 de noviembre de 2013
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La din谩mica evolutiva de la fractura hidr谩ulica de pozos no convencionales

Una t茅cnica conocida

El fracking no es un proceso tecnol贸gico radicalmente nuevo, sino que hoy se encuentra en una etapa caracterizada por innovaciones continuas en su aplicaci贸n, que fue usada por primera vez en 1947.

Por Vladimir L. Cares, Fernando L贸pez y Pablo Cares *
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En 1947, en el campo gas铆fero de Hugonot, Kansas, Stanolind Oil lleva adelante la primera prueba experimental de una fractura hidr谩ulica.

Parte de la generalizada controversia acerca de los hidrocarburos no convencionales radica en la supuesta novedad tecnol贸gica de la t茅cnica de estimulaci贸n de pozos de petr贸leo y gas conocida como fractura hidr谩ulica (fracking). Para los apologistas del fracking, la referencia a lo novedoso constituye un elemento insustituible en su tarea de propagandizar las virtudes y beneficios que deparar铆a la t茅cnica en cuesti贸n. Por ejemplo, en el semanario econ贸mico brit谩nico Money Week se sostiene que 鈥渆sta nueva tecnolog铆a permite extraer aquellos hidrocarburos que en otros momentos fueron inaccesibles. Por ello, seguiremos el desarrollo de esta fascinante historia鈥. Expresiones de este tipo son incontables. Veamos el caso de la revista japonesa The Diplomat que comenta, en un art铆culo dedicado al impacto de la actividad en China, que 鈥渓a revoluci贸n del esquisto se帽ala el fin del debate sobre la teor铆a del pico del petr贸leo. La nueva tecnolog铆a significa recursos nuevos y podr铆a significar un nuevo mapa geopol铆tico鈥. Por 煤ltimo, el think tank neoliberal con sede en Pensylvania The Commonwealth Foundation se帽ala que el boom del gas natural, sostenido por la libre empresa y la nueva tecnolog铆a del fracking, est谩 haciendo hoy m谩s por los pobres que todos los programas de gobierno del presidente Barack Obama.

La misma condici贸n innovadora extrema del fracking es analizada de manera diametralmente opuesta por sus cuestionadores. Aqu铆, lo nuevo es considerado peligroso, es asumir la condici贸n de que la seguridad s贸lo puede alcanzarse con el paso del tiempo, una vez que la tecnolog铆a haya dejado atr谩s la etapa de pruebas. Por ello, en declaraciones al peri贸dico uruguayo El Diario, el ingeniero y ambientalista Horacio D鈥橢l铆a se帽ala que las energ铆as renovables 鈥渟on alternativas que no implican los riesgos de la fractura hidr谩ulica, que es una t茅cnica experimental de la cual no se conocen bien los resultados鈥. Los diputados nacionales Fernando 鈥淧ino鈥 Solanas y Claudio Lozano, autores de un proyecto de declaraci贸n en el Congreso para adherir a la jornada internacional contra el fracking en 2012, argumentan que la fractura hidr谩ulica es 鈥渦na t茅cnica de explotaci贸n con tecnolog铆as en etapa experimental, ya cuestionadas en todo el mundo por la incertidumbre que provoca. Al desconocerse sus derivaciones, sus efectos a mediano plazo no est谩n estudiados鈥. El concejal rionegrino Jos茅 Chand铆a, autor del proyecto de ordenanza que prohibi贸 el uso de la t茅cnica de estimulaci贸n en la localidad de Cinco Saltos, en recientes declaraciones afirm贸 que el fracking 鈥渆s una t茅cnica experimental, pero se experimenta con el planeta sin saber a qu茅 costo鈥.

Sin embargo, lo que se puede observar en estas posiciones encontradas es la coincidencia en resaltar la condici贸n del fracking como una innovaci贸n tecnol贸gica radical. La sobrevaloraci贸n y el fetichismo alrededor de la innovaci贸n ha sido un tema que el investigador brit谩nico David Edgerton ha encontrado como un elemento central de los estudios sociales de la ciencia y la tecnolog铆a contempor谩neos, en particular en el dise帽o de pol铆ticas p煤blicas y en el an谩lisis de la historia de la tecnolog铆a.

Para Edgerton, es un lugar com煤n en este tipo de relatos resaltar el papel extraordinario que se les asigna a los inventores y sus creaciones como personas y artefactos adelantados a su tiempo, en contraposici贸n a sociedades conservadoras que avanzan rezagadas hacia un futuro mediado por la tecnolog铆a. Por ello, podemos decir que la diferencia existente entre estas opiniones divergentes radica en el diagn贸stico que se hace respecto del papel del fracking en relaci贸n con el futuro: espl茅ndido y radiante para los defensores, ominoso y funesto para sus detractores.

En la literatura especializada se entiende por innovaci贸n radical al momento inicial de la trayectoria tecnol贸gica de un artefacto o proceso. Es, en palabras de la investigadora venezolana Carlota P茅rez, la introducci贸n de un producto realmente nuevo, que no resulta de los esfuerzos por mejorar una tecnolog铆a ya existente y que es, por consiguiente, un punto de partida para una espec铆fica trayectoria t茅cnica. Analicemos desde los datos hist贸ricos si efectivamente el fracking cumple los requisitos se帽alados por P茅rez. En 1947, en el campo gas铆fero de Hugonot, Kansas, la empresa Stanolind Oil lleva adelante la primera prueba experimental de una fractura hidr谩ulica (el fluido base era una mezcla de gasolina y napalm, usando como medio soporte arena proveniente del r铆o Arkansas). Dos a帽os m谩s tarde, ya en una etapa de producci贸n comercial, dos estimulaciones fueron llevadas adelante por la compa帽铆a Halliburton, en Stephens County, Oklahoma, y Archer County, Texas. A partir de aqu铆, la utilizaci贸n de la t茅cnica tuvo un crecimiento exponencial. En 1950 fueron tratados 332 pozos y ya para 1955 era habitual fracturar una media de m谩s de 3000 pozos por mes en todo Estados Unidos. A modo de ejemplo, desde 1950 hasta 2010 se perforaron m谩s de 2,5 millones de pozos en toda la Uni贸n, de los cuales fueron fracturados alrededor de un mill贸n. Para tener una idea de la magnitud, s贸lo en el estado de Kansas se han desarrollado procesos de fractura en m谩s de 57 mil pozos.

Por otra parte, para la d茅cada de 1980, ya en una etapa se帽alada por la teor铆a del pico de petr贸leo (pick oil) como de plena declinaci贸n de la producci贸n mundial de hidrocarburos, se comenz贸 a utilizar la fractura hidr谩ulica en yacimientos no convencionales de lutita (shale), en combinaci贸n con la perforaci贸n horizontal. Tras a帽os de esfuerzo en los cuales coexistieron 茅xitos parciales con fracasos notorios, la empresa Mitchell Energy logr贸 en 1998 alcanzar los resultados esperados. De all铆 en adelante, el fracking comenz贸 a aplicarse con fines comerciales de manera sistem谩tica en los yacimientos no convencionales de los Estados Unidos, primero en Barnett Shale y luego en Haynesville, Eagle Ford, Bossier y Marcellus Shale.

Vemos, entonces, que la fractura hidr谩ulica, en tanto proceso tecnol贸gico, ha sido objeto a lo largo de sus m谩s de sesenta a帽os de historia de permanentes mejoras, optimizaciones y adaptaciones a determinados entornos, en particular en aquellos yacimientos que por sus caracter铆sticas geol贸gicas requieren de t茅cnicas espec铆ficas de estimulaci贸n para hacerlos econ贸micamente viables. Por tanto, hoy no estamos en presencia de un proceso tecnol贸gico radicalmente nuevo sino que m谩s bien presenciamos una etapa caracterizada por innovaciones continuas en el mismo.

Al referirse a esta etapa de la modalidad evolutiva de una tecnolog铆a conocida como innovaci贸n incremental, Carlota P茅rez se帽ala que la misma representa el desarrollo creciente en eficiencia t茅cnica, productividad y precisi贸n de los procesos tecnol贸gicos y por cambios regulares en los productos, a fin de alcanzar mejores est谩ndares de calidad, reducci贸n de costos o de diversificaci贸n en la gama de usos.

Para concluir, la pol茅mica instalada en torno de las virtudes o peligros de la fractura hidr谩ulica por su presunta condici贸n de t茅cnica novedosa no tiene justificaci贸n alguna. La pretendida eterna juventud del fracking, en todo caso, ser谩 para algunos un argumento m谩s para sostener las supuestas bondades del libre mercado, en tanto que para otros s贸lo ser谩 la 煤ltima m谩scara que adoptan las fuerzas que llevan a la humanidad al desastre ecol贸gico

* C谩tedra Tecnolog铆a y Desarrollo Humano, Universidad Nacional del Comahue.

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