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Domingo, 15 de diciembre de 2013
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Medios de pagos electrónicos y negocio financiero

Pelea SUBE vs. Monedero

La tarjeta Monedero volvió a circular en el subte en competencia con la SUBE, creada para subsidiar de manera diferenciada y centralizar la información del transporte público en el área metropolitana.

Por Verónica Ocvirk
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El 90 por ciento de los usuarios del subte paga hoy el boleto con SUBE.

La Monedero volvió al subte el 28 de septiembre pasado, esta vez de la mano de un chip autoadhesivo (la “Monedero Tag”) que puede pegarse en el celular, la billetera, el llavero o donde cada quien desee. ¿Por qué resulta curioso? Porque el plástico verde había salido de circulación como medio de pago para el transporte tras generalizarse el uso de la SUBE, creada entre otras razones para subsidiar el boleto de manera diferenciada y centralizar toda la información sobre el uso del transporte público en el área metropolitana.

La Monedero fue originalmente creada por Metronec, empresa vinculada con el Grupo Roggio, controlante de Metrovías. En marzo de 2012, Visa Argentina la compró, irrumpiendo en el mercado de los micropagos aunque sin que se contemplara entonces la utilización en el subte. “Nuestra idea es reemplazar el efectivo por transacciones electrónicas en locales de comida rápida, bares y peajes, por montos de 40 o 50 pesos”, señaló en su momento el responsable del negocio de micropagos de Visa, Claudio Magi. Apenas unos meses antes se había concretado el traspaso de los subterráneos y el premetro a la órbita de la Ciudad.

“Al principio varios pensamos que Roggio se había sacado la Monedero de encima y que Visa había hecho un pésimo negocio. Gran error. Con su regreso al subte, Monedero amplía la red de clientes generando un negoción, porque no es que la empresa está financiando al transporte, sino que es al revés: ahora tiene el manejo de un enorme flujo de dinero que se mueve electrónicamente”, explica Martín Machain, editor de enelSubte.com

Las transacciones de este tipo de tarjetas viajan por dos canales: la red de carga y la red de uso. Por un lado, los usuarios apoyan su tarjeta en el lectograbador y “cargan” allí dinero (o lo hacen mediante sus cuentas bancarias en el caso de Monedero); y luego van “usando” ese dinero electrónico cada vez que tocan con el plástico las validadoras de los colectivos o los molinetes de los subtes. Las compañías operadoras del sistema –Nación Servicios en el caso de SUBE, Visa para Monedero– procesan esa información y liquidan luego los importes correspondientes a las empresas transportistas. Lo hacen a las 24 horas de que tenga lugar el “uso”. Esa diferencia temporal les otorga a esas operadoras un poder financiero enorme, dado que las cargas siempre van a ser mayores que los usos.

Desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) aseguran que la meta del acuerdo firmado con Visa no es reemplazar la SUBE, sino que tiene que ver con aportar un servicio para “otro target”. “Pero no desincentivamos el uso de la SUBE, ni alentamos tampoco el de Monedero”, afirmaron a Cash desde la empresa estatal, aclarando que “un 90 por ciento de los usuarios del subte paga hoy el boleto con SUBE”.

Hay un factor más que influyó en la decisión de Sbase: por cada viaje que se efectúa con SUBE, Nación Servicios le cobra al subte una comisión del 7,0 por ciento, mientras que el acuerdo con Visa es de 2,5 por ciento del valor del pasaje. ¿Por qué esa diferencia? Visa no brindó información, pero expertos consultados por este suplemento coincidieron en que lo más probable es que la empresa cuente con una infraestructura de la que SUBE aún no dispone.

La vuelta de Monedero no pareciera representar en principio un problema para el usuario, que cuenta ahora con un nuevo medio de pago que incluso puede cargar directamente desde su cuenta bancaria. Lo que esta guerra esconde es un problema menos visible, aunque inquietante para el transporte público: atenta contra su integralidad. De ahí que el lanzamiento de SUBE fuera un avance enorme, ya que implicó un primer paso a la integración administrativa del transporte metropolitano. El sistema permitiría subsidiar la demanda en vez de la oferta, pero sobre todo llevar a cabo, entre los distintos modos, una integración tarifaria multiviaje. Es una tarea que resultará más difícil si comienzan a duplicarse los medios de pago electrónico. Además, el gobierno porteño anunció que una nueva tarjeta, la “Solo Vos”, funcionará pronto para el sistema gratuito de bicicletas y también para el pago del subte, impuestos, compras y peajes de las autopistas.

Los datos proporcionados por SUBE representan para los decisores en materia de transporte una información muy importante: es una “encuesta perfecta” con el origen y destino de todos los viajes que se realizan en el área metropolitana. Visa no envía hoy el detalle de los viajes que se abonan con Monedero, con lo cual esta radiografía empieza a debilitarse.

Nación Servicios asegura que se estudian para la SUBE mejoras que podrían implicar la posibilidad de asociar la tarjeta a una cuenta bancaria. “Se está trabajando en distintos proyectos”, explican desde la compañía, aclarando de todas formas que, si bien ejecuta la SUBE, las decisiones en cuanto a subsidios e integración tarifaria dependen del Ministerio de Interior y Transporte

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