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Domingo, 23 de marzo de 2014
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Expansión fiscal para rescatar de la recesión a la economía

Heterodoxia a la italiana

El nuevo gobierno de Matteo Renzi puso fin a la política de austeridad vigente desde hacía tres años. El sendero de la ortodoxia había provocado una disminución del PIB italiano de 1,4 por ciento en 2013.

Por Bruno Susani *
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El presidente del Consejo de Ministros (primer ministro) de Italia, Matteo Renzi, acaba de imponer un giro de 180 grados a la política económica italiana, poniendo así fin a la política de austeridad vigente desde hacía tres años. Este cambio de rumbo era inevitable, frente a la desastrosa política económica llevada adelante por “Il Professore” Mario Monti, que había provocado una disminución del PIB italiano de 1,4 por ciento en 2013.

En materia de gasto público se dispone la construcción y renovación de escuelas y subvenciones a las construcciones antisísmicas, así como hacer efectivos los pagos atrasados a las empresas proveedoras del Estado. Más novedoso, el programa prevé la baja de los impuestos y un subsidio a los gastos en energía a las empresas de menos de 25 empleados y un incremento del impuesto sobre la renta financiera, salvo aquellas que devienen de los bonos del Estado y de las cajas de ahorro. Se generalizarán los subsidios a los desocupados, integrando así a aquellos que quedaron fuera de la red de seguridad después de los cambios impuestos últimamente. El programa prevé asimismo una disminución de los impuestos a las ganancias para aquellos que ganan menos de 25.000 euros por año, que toca a muchos jubilados, lo que permitirá a quienes cobran sueldos bajos obtener un incremento anual de alrededor de 1000 euros. En total el incremento del gasto público será de más de 90 mil millones de euros, alrededor de 125 mil millones de dólares, vale decir, casi la cuarta parte del Producto Bruto argentino. Esto llevará el déficit del presupuesto de 2014 a 4,5 por ciento del PIB, lo cual rompe con la norma del 3 por ciento impuesto por el Tratado de Maastricht. Y no es un dato menor, ya que el monto de la deuda pública italiana en manos privadas se eleva al 130 por ciento del PBI.

El programa presentado por Renzi es una estrategia de ruptura con el paradigma neoliberal. Se trata de una disminución de los impuestos de los sectores menos acaudalados, que gastarán en consumo el incremento de sus ingresos, como lo había propuesto Keynes, y no, como proponen los neoliberales, una baja generalizada de los impuestos al ingreso que aprovecha a los sectores de mayores recursos, que lo atesoran, ya que tienen satisfechas sus necesidades esenciales.

El cambio de orientación de Renzi llega justo, ya que Mario Draghi, el presidente de la BCE que tiene que lidiar con las presiones del presidente Obama y de Japón para incrementar la oferta monetaria y luchar contra la deflación rampante, no parece demasiado opuesto a un incremento del gasto público. Pero además, el fiasco de la injerencia en los asuntos internos italianos por parte del ultraderechista presidente de la Comisión Europea José Barroso, la canciller alemana Angela Merkel y en ese momento de Nicolas Sarkozy para doblegar la herejía berlusconiana para entronizar a “Il Professore” Mario Monti como delegado de Unión Europea al frente del gobierno italiano, hace que las presiones neoliberales sean más atenuadas. Los sindicatos, en particular la poderosa CGIL (Confederazione Generale Italiana del Lavoro), han manifestado su apoyo al programa indicando que sus sugerencias habían sido tenidas en cuenta, mientras que Confindustria, el sindicato patronal, exteriorizó su crítica señalando disconformidad ante la ausencia de medidas tendientes a disminuir los salarios. En la oposición, el partido Cinque Stelle (M5S), del cómico Beppe Grillo, calificó el programa de “mentiroso”, la derecha católica de insulso, mientras que el partido de Silvio Berlusconi trataba a Renzi de Mandrake y recordaba a la vez que Il Cavaliere había presentado algunas de las propuestas incluidas en el programa.

Matteo Renzi, ex intendente de Florencia y miembro del Partito Democrático, el nuevo nombre del Partido Comunista Italiano, se aleja así de la orientación neoliberal en la cual había caído el ex presidente del Consejo, Enrico Letta. El nuevo programa económico de la centroizquierda italiana rompe también con la doctrina enunciada por Angela Merkel que condujo directamente a la crisis griega. La tercera economía de la zona se aleja así del consenso neoliberal que ha hundido a Europa en una nueva crisis de la demanda efectiva. La derecha europea ha manifestado su profunda preocupación, ya que es posible que en Francia François Hollande deba, luego de las anunciadas derrotas del PS en las elecciones municipales y europeas de las próximas semanas, cambiar de primer ministro y de derrotero económico.

* Ex Consejero Regional de Ile de France (Grupo Socialista) Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de París

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