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Domingo, 23 de marzo de 2014
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Plan Beveridge y kirchnerismo

Populismo y Estado de Bienestar

Por Diego Rubinzal

El entramado inclusivo articulado durante el kirchnerismo (Asignaci贸n Universal por Hijo, Progresar, Conectar Igualdad, ampliaci贸n del universo de jubilaciones y pensiones, movilidad jubilatoria) recibe un amplio apoyo social. De todos modos, los sondeos de opini贸n revelan la existencia de un rechazo cercano al 30 por ciento para la AUH. Esas personas aducen un conjunto de lugares comunes replicados en medios de comunicaci贸n y redes sociales (鈥渓os subsidios fomentan la vagancia鈥, 鈥渟e est谩n gastando la plata de los jubilados鈥, 鈥渓as chicas quedan embarazadas para cobrar la asignaci贸n鈥). La dirigencia pol铆tica opositora ha sido m谩s cuidadosa en ese terreno aunque, en algunos casos, ese posicionamiento responda a meras especulaciones electorales. Lo cierto es que son muy pocos los que se opusieron frontalmente. El diputado macrista Miguel Del Sel fue uno de ellos, cuando afirm贸 que la implementaci贸n de la AUH 鈥渉a provocado que se embaracen (ni帽as de 12 o 13 a帽os) quiz谩 para tener plata a los tres meses鈥.

En cambio, las cr铆ticas emitidas por cierta dirigencia 鈥渟ocialdem贸crata鈥 son m谩s sutiles. En ese caso, los reproches recaen sobre las pol铆ticas 鈥減opulistas鈥 en general. La ambig眉edad discursiva dificulta comprender si eso incluye a los programas sociales. Eso supondr铆a una contradicci贸n con la tradici贸n hist贸rica de esas fuerzas pol铆ticas, aunque est谩 alineado con la trayectoria reciente de la socialdemocracia europea. El proyecto socialdem贸crata de posguerra europeo se asent贸 en los principios econ贸micos keynesianos. La provisi贸n de bienestar social fue una de las herramientas utilizadas para impulsar la demanda.

La primera naci贸n en implementar un esquema de seguridad social (seguro para la vejez, indemnizaci贸n a los trabajadores, seguro de enfermedad) hab铆a sido, a finales del siglo XIX, la Alemania de Bismarck. Por su parte, el Plan Beveridge ser铆a el primer ensayo de Estado de Bienestar del siglo XX. El autor de esa iniciativa sosten铆a que la debilidad central de la econom铆a liberal era su 鈥渋ncapacidad para producir una demanda constante y adecuada de lo que produce el sistema econ贸mico, junto con su falta de direcci贸n local en la demanda y desorganizaci贸n del mercado del trabajo como deficiencias secundarias, de todo lo cual se origina la desocupaci贸n鈥. As铆, las sociedades de mercado resultaban expuestas a fluctuaciones econ贸micas que aparejaban graves depresiones con altos 铆ndices de desempleo. 鈥淧ara hacer frente a esto el Estado deb铆a asumir la responsabilidad de asegurar el funcionamiento de la econom铆a, pues para construir un sistema de seguridad social requer铆a usar su poder hasta la extensi贸n que fuera necesaria con el fin de asegurar el empleo productivo鈥, planteaba Beveridge. En resumen, el plan propon铆a un activismo estatal que sostuviera el gasto a niveles acordes con la plena ocupaci贸n. En ese sentido, sentenciaba que 鈥渆l aceptar la de-socupaci贸n, las habitaciones insalubres o la miseria, el permitir que los ni帽os padezcan hambre y que los enfermos carezcan de atenci贸n m茅dica, por el temor a aumentar la deuda nacional interna, no es otra cosa que perder todo el sentido de la proporci贸n y de los valores sociales鈥.

El economista Fabi谩n Amico, en La pol铆tica fiscal en el enfoque de Haavelmo y Kalecki. El caso argentino reciente, se帽ala que, 鈥減ese a las grandes diferencias de contexto hist贸rico, es interesante recabar en el tipo de objeciones que recibiera el plan Beveridge en su tiempo, muy similares a las que recibi贸 la pol铆tica econ贸mica en Argentina desde 2003, a saber: que los beneficios sociales empeorar铆an la competitividad de las exportaciones brit谩nicas y que los beneficios para desempleados, as铆 como el salario m铆nimo, pod铆an desestimular la necesidad de trabajar鈥. El economista polaco Michal Kalecki combati贸 esas objeciones 鈥渟e帽alando respecto del 煤ltimo punto que si efectivamente tales beneficios desalentaran a los trabajadores en la b煤squeda de empleo, la respuesta pol铆tica apropiada ser铆a subir los salarios m谩s bajos antes que reducir los beneficios鈥, concluye Amico.

drubinzal@yahoo.com.ar

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