Argentina inici贸, con posterioridad a la crisis de 2001, un proceso de reindustrializaci贸n que procuraba viabilizar el desarrollo, revirtiendo el camino de regresi贸n productiva, desempleo y profunda desigualdad social que dejaba, como efecto visible, el predominio de las ideas 鈥搚 pol铆ticas鈥 del Consenso de Washington.
El proceso desplegado desde entonces presenta resultados auspiciosos. Un crecimiento industrial del 7,51 por ciento interanual 鈥損or encima de la media latinoamericana 2,75 por ciento鈥 vino acompa帽ado de descenso sensible en la tasa de desempleo, reducci贸n de los niveles de pobreza y desigualdad pasando el coeficiente de Gini de 0,578 en 2002, a 0,475 en 2012. Los datos de crecimiento del sector manufacturero, as铆 como los referidos al coeficiente de Gini, han sido obtenidos de la informaci贸n estad铆stica de la Cepal.
A la reindustrializaci贸n reciente se le han se帽alado limitaciones de orden estructural para impulsar el desarrollo. Diversos estudios han reparado en la escasa diversificaci贸n y en la perviviente primarizaci贸n del tejido industrial, as铆 como en la profundizaci贸n del proceso de concentraci贸n y transnacionalizaci贸n del sector, como caracter铆sticas distintivas del actual desenvolvimiento industrial, que obstaculizan el tr谩nsito hacia un proceso de desarrollo sustentando en un mayor dinamismo manufacturero.
Existe otra limitante de no menor relevancia a la hora de impulsar el desarrollo, que no aparece con tanta frecuencia en la cr铆tica al proceso de industrializaci贸n actual. Se trata de una cuenta pendiente hist贸rica de la Argentina: la escasa capacidad de industrializar las regiones tradicionalmente perif茅ricas. Consideramos regi贸n perif茅rica a aquella conformada por las provincias que est谩n fuera de la regi贸n pampeana 鈥搎ue involucra a Buenos Aires, Ciudad Aut贸noma de Buenos Aires, C贸rdoba y Santa Fe鈥.
La penetrabilidad de la industria manufacturera en las periferias resulta un aspecto fundamental para lograr que el desarrollo adquiera car谩cter m谩s integral y menos ine-quitativo. Permitir铆a operar reversivamente, desde la densificaci贸n de las estructuras productivas de las regiones perif茅ricas, sobre los desbalances econ贸micos, sociales, institucionales y demogr谩ficos que, como bien se帽alaba el Nobel Gurdan Myrdal, operan acumulativamente para bloquear un proceso de desarrollo m谩s descentralizado, capaz de evitar, entre otras cuestiones, la segregaci贸n socio-econ贸mica institucional de las regiones perif茅ricas, as铆 como aquellos problemas de marginaci贸n y exclusi贸n que emergen en las zonas centrales, producto de la hacinante hiperconcentraci贸n urbana en torno de los centros de la pampa h煤meda, alentados por la imposibilidad regional extra pampeana de retener sus recursos humanos 鈥揻undamentalmente los m谩s j贸venes鈥. Las provincias de la regi贸n pampeana aglutinan el 66 por ciento de la poblaci贸n del pa铆s, seg煤n datos del Censo Nacional de Poblaci贸n 2010.
La industrializaci贸n de las regiones perif茅ricas para operar esa reversi贸n, m谩s all谩 de las intenciones m谩s o menos expl铆citas del Gobierno, no gan贸 realidad, al menos en la primera etapa de posconvertibilidad. Los datos de PBG de la primera mitad de la d茅cada actual evidencian que el diferente crecimiento industrial de las zonas centrales y perif茅ricas se ha acrecentado, involucionando la participaci贸n manufacturera de las periferias extra pampeana dentro del Producto Industrial Nacional.
La advertencia de este estado de situaci贸n marca un triple de-saf铆o para el Estado a la hora de concebir e implementar una pol铆tica industrial que atienda 鈥渓a cuenta pendiente de la industrializaci贸n de la periferia argentina鈥. En primer lugar, debe proveerse de informaci贸n pormenorizada y actualizada sobre el desempe帽o del sector industrial, en las diferentes instancias subnacionales, de modo tal de dilucidar si, luego de ese 鈥渁rranque sin reversiones y con agravamientos鈥 de las tendencias concentradoras de la industrializaci贸n en los centros, se han producido cambios tendientes a avanzar hacia su federalizaci贸n.
Si esa informaci贸n confirma la no reversi贸n de las tendencias centr铆petas, se presenta la necesidad de (re)evaluar y (re)formular la pol铆tica de desarrollo industrial, a fin de que la misma se convierta en una aut茅ntica herramienta de impulso a un proceso de industrializaci贸n verdaderamente nacional. En este sentido, el Estado se encuentra compelido a revertir una tendencia de desenvolvimiento espacial de la actividad manufacturera que, seg煤n lo indicado, estar铆a evidenciado una selectividad territorial que mantiene, si no agudiza, los centenarios desequilibrios territoriales. Para ello debe prestar particular atenci贸n 鈥揳dem谩s de a las cuestiones de diversificaci贸n sectorial y actoral que limitan estructuralmente el desenvolvimiento del sector鈥 a la formaci贸n de una l贸gica de desarrollo industrial espacialmente m谩s descentrada, que gane cuerpo en las regiones perif茅ricas e involucre activamente a 茅stas en dicho proceso.
Finalmente, para que este patr贸n de industrializaci贸n gane viabilidad, se presenta el desaf铆o de emprender la construcci贸n de un Estado fuerte, funcional, institucional y espacialmente articulado, capaz de promover una federalizaci贸n genuina de la actividad manufacturera. La posibilidad de concretar una pol铆tica industrial regionalmente coordinada y descentralizadora, sustentada en esa construcci贸n estatal calificada, resulta central para avanzar sobre las hist贸ricas desigualdades que existen en el territorio argentino, y procurar revertir las causaciones acumulativas que impiden generar nuevas y mejores condiciones de vida tanto para los m谩s vulnerables de las regiones perif茅ricas como para los m谩s perif茅ricos y marginados de la regi贸n central
* Doctor en Ciencias Pol铆ticas (Universidad Aut贸noma de Madrid). Mag铆ster en Ciencias Sociales (Sociolog铆a), Flacso, Programa Argentina.
** Doctoranda en Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires) con beca del Conicet.
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