Las m煤ltiples aristas cotidianas de la evoluci贸n del conflicto con los fondos buitre ponen en un segundo plano los hipot茅ticos efectos de la cuesti贸n. Si bien no resulta sencillo prever el devenir de la disputa, el fallo de Griesa y su asociaci贸n con los bonistas demandantes permite inferir algunos posibles impactos en base a la propia historia argentina y al rol y pensamiento de determinados actores interesados abiertamente en ver derrotada a la Argentina.
- Recorte fiscal. La secuencia de demandas que desata el fallo en favor de los 1330 millones de d贸lares de los buitres (15 mil millones que demandar铆an los restantes holdouts y los 120 mil millones que tendr铆an derecho a demandar todos los holding reestructurados), producir铆a un muy fuerte incremento de la deuda externa. Con la simple suma de esos montos, la estimaci贸n casi duplicar铆a el actual stock de deuda p煤blica (de 198 a 335 mil millones de d贸lares) elevando del 13,1 al 27,0 por ciento la relaci贸n de la deuda externa privada sobre el PBI. El peso de los intereses sobre las finanzas p煤blicas tendr铆a una incidencia muy superior a la actual, debiendo destinarse una parte importante del presupuesto a esta cuesti贸n. Con alg煤n grado de arbitrariedad, se podr铆an considerar dos par谩metros de estimaci贸n: si la deuda externa privada asciende al 27 por ciento sobre el PBI, el peso de los intereses podr铆a rondar entre 10 o 20 por ciento (en el primer caso tomando la relaci贸n intereses/recursos tributarios del 2013, y en el segundo caso del 2001). Para un presupuesto como el de la Argentina, esto representar铆a redestinar entre 50.000 y 120.000 millones de pesos anuales al pago de los intereses.
驴Cu谩l ser铆a un posible impacto de este recorte? Entre algunas opciones de quienes promueven el ajuste ortodoxo se encuentra la reducci贸n de las transferencias a las provincias en 25.000 millones de pesos, la eliminaci贸n de los 20.000 millones de la AUH, el recorte a la movilidad jubilatoria (90.000 millones), 鈥渃ongelar鈥 el m铆nimo no imponible, eliminar el Progresar (11.000 millones) o el ProCreAr.
Este redireccionamiento de fondos impactar铆a sobre el consumo y podr铆a provocar una ca铆da del crecimiento en un 3-4 por ciento.
En la etapa de la valorizaci贸n financiera (1976-2001) el incremento de la deuda signific贸 en paralelo un estancamiento del PBI. El elevado endeudamiento de la Argentina no s贸lo puso l铆mites al crecimiento, sino que siempre evidenci贸 una relaci贸n directa con la desocupaci贸n, generando la expulsi贸n de trabajadores del sistema productivo y la reducci贸n de los salarios de manera masiva. En cambio, es en la etapa iniciada en 2003 donde se aprecia una relaci贸n inversa entre la evoluci贸n negativa de la deuda y el gran crecimiento econ贸mico.
Endeudamiento. Otra opci贸n que ofrecer谩 la ortodoxia ser谩 la de endeudarnos (o refinanciar la deuda) con alg煤n organismo de cr茅dito o mediante su gesti贸n. Esto es historia conocida. Vale recordar el del Blindaje y Megacanje, operaciones que escondieron bajo tecnicismos como 鈥渕etas fiscales鈥, 鈥渁horro p煤blico鈥, 鈥渞acionalizaci贸n del gasto鈥, 鈥渆ficientizar el Estado鈥, las decisiones del recorte de la participaci贸n del Estado en la econom铆a y la reducci贸n del gasto orientado a las mayor铆as. En particular, el Blindaje tuvo como principales condiciones por parte del FMI:
- Reforma Previsional: eliminar la Prestaci贸n B谩sica Universal y elevar la edad jubilatoria de las mujeres.
- Racionalizaci贸n de la administraci贸n p煤blica: achicar el Estado.
- Reducci贸n del gasto p煤blico: en el segundo semestre de 2001 el Gobierno ajust贸 el gasto en 4000 millones de pesos, cifra equivalente al 1,5 por ciento del PBI (con recortes a las provincias, a la seguridad social 鈥搄ubilaciones鈥 y los salarios del sector p煤blico).
- Reestructuraci贸n de la Anses y del PAMI y desregulaci贸n de las obras sociales.
- Congelamiento del gasto primario p煤blico de la administraci贸n nacional y provincial a trav茅s de la firma del Compromiso Federal para el Crecimiento y la Disciplina Fiscal.
En la actualidad, el FMI no ha cambiado la receta: a Espa帽a le exige elevar la edad de jubilaci贸n y ajustar las cotizaciones y las prestaciones jubilatorias en nombre de una mayor competencia y regulaci贸n en la sanidad p煤blica y una mejor eficiencia del gasto en educaci贸n.
Concentraci贸n. Por transici贸n, los l铆mites al gasto p煤blico, y particularmente a las pol铆ticas de corte popular, actuar铆an adem谩s como un mecanismo de concentraci贸n econ贸mica. El establishment bregar铆a entonces por la inmediata implementaci贸n de pol铆ticas orientadas a reactivar la econom铆a en clave ortodoxa: eliminaci贸n de las retenciones, reducci贸n de los impuestos a las importaciones de bienes de capital, reducci贸n de las cargas sociales a la contrataci贸n de j贸venes, suba de los impuestos indirectos o la misma reducci贸n del impuesto a las ganancias de tipo societario, entre otras. Alguno quiz谩 se atreva a una pol铆tica m谩s agresiva, como la reprivatizaci贸n de YPF o la trasferencia del sistema previsional a manos privadas.
En suma, m谩s ganancias al poder econ贸mico concentrado, que en nuestro pa铆s, lejos de haber significado mayor inversi贸n, s贸lo han sido sin贸nimo de m谩s ganancias. A lo largo de la historia, los procesos de desregulaci贸n y corrimiento por parte del Estado s贸lo significaron incrementar las arcas de la c煤pula empresaria a costa de redistribuci贸n regresiva para las mayor铆as populares.
En cualquier circunstancia, una ca铆da de la relaci贸n reservas/deuda externa oficiar铆a de renovada tentaci贸n para la especulaci贸n financiera. As铆, entonces, no parece descabellado pensar en nuevas corridas cambiarias buscando una brusca devaluaci贸n, como ocurri贸 en enero 煤ltimo, en que el objetivo es propiciar una ca铆da del salario real y de la participaci贸n de los trabajadores en el ingreso y apuntalar la concentraci贸n econ贸mica. En enero de 2014 la deuda externa representaba el 198 por ciento de las reservas y el acatamiento hoy del fallo de Griesa llevar铆a ese porcentaje al 420 por ciento.
L铆mites a la industrializaci贸n. El impulso del proceso de industrializaci贸n en un pa铆s perif茅rico como Argentina se traduce en un mayor dinamismo de las importaciones sobre las exportaciones y por ende requiere de un esfuerzo constante por acotar la brecha externa para seguir potenciando el proceso de sustituci贸n de importaciones. Esto se vincula hoy con el d茅ficit en materia energ茅tica, del orden de los 6500 millones de d贸lares (2013), y el posible encarecimiento del cr茅dito para la petrolera estatal implicar铆a un claro condicionante para avanzar en este frente.
Vaca Muerta. Quiz谩 lo m谩s significativo sea el inter茅s por lo que la Argentina tiene bajo tierra. Sobre todo si se trata de la segunda reserva de shale oil y gas no convencional. El posible encarecimiento del cr茅dito para la petrolera estatal dar铆a pie a las propuestas entreguistas para la explotaci贸n de la zona. Vaca Muerta es la presa.
La independencia econ贸mica construida a lo largo de la 煤ltima d茅cada permiti贸 que una parte creciente del esfuerzo argentino se reparta de manera m谩s equitativa. Pretender poner en jaque esta soberan铆a conquistada, a trav茅s de claras intenciones de que ganen los buitres, constituye tambi茅n una apuesta local para condicionar la bater铆a de pol铆ticas econ贸micas distributivas implementadas durante la posconvertibilidad.
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